Pescadores de plástico: primer proyecto para limpiar el Mediterráneo
Ahora bien, esta iniciativa no sirve de nada si no se frena la contaminación en su origen. Y cada ciudadano europeo consume cada año unas 500 bolsas de plástico, según la Comisión Europea. Y eso que cada vez se regalan menos. El problema es que en este tipo de bolsas no biodiegradables, que tardan un segundo en fabricarse, se utilizan únicamente 20 minutos de media. Para que ésta se degrade, tendrán que pasar entre 100 y 400 años, según Nacionales Unidas. Los bioplásticos, en cambio, lo hacen en sólo 90 días en condiciones óptimas.
Alteraciones hormonales
«La opción más eficaz para reducir basuras tipo plástico en el Mediterráneo es reducir su uso. Sobre todo cuando actualmente sólo se recicla el 53 por ciento de los plásticos en Europa, pesa a las campañas que llevan años desarrollándose. Los plásticos son materiales contaminantes, y es necesario eliminar su uso sustituyéndolo por otros biodegradables que ya existen», afirma el científico marino.
Algo que permitiría reducir la muerte de especies marinas y las alteraciones hormonales que derivan de su degradación, ya que cuando el plástico se descompone libera al mar «bisfenol y oligómeros con capacidad bioacumulativa, que pasan de un animal a otro en la cadena trófica», añade. Un mal que en mares semicerrados, resulta si cabe peor. Y el problema es que los plásticos son sólo uno de los problemas de este mar que recibe todo tipo de residuos. Cada año, se depositan en él unas 650.000 toneladas de hidrocarburos y sustancias oleosas, en su mayoría por vertidos ilegales.
Alteraciones hormonales
«La opción más eficaz para reducir basuras tipo plástico en el Mediterráneo es reducir su uso. Sobre todo cuando actualmente sólo se recicla el 53 por ciento de los plásticos en Europa, pesa a las campañas que llevan años desarrollándose. Los plásticos son materiales contaminantes, y es necesario eliminar su uso sustituyéndolo por otros biodegradables que ya existen», afirma el científico marino.
Algo que permitiría reducir la muerte de especies marinas y las alteraciones hormonales que derivan de su degradación, ya que cuando el plástico se descompone libera al mar «bisfenol y oligómeros con capacidad bioacumulativa, que pasan de un animal a otro en la cadena trófica», añade. Un mal que en mares semicerrados, resulta si cabe peor. Y el problema es que los plásticos son sólo uno de los problemas de este mar que recibe todo tipo de residuos. Cada año, se depositan en él unas 650.000 toneladas de hidrocarburos y sustancias oleosas, en su mayoría por vertidos ilegales.
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