El futuro de la lucha contra las leucemias
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La ASH presenta novedades importantes como la alteración de
mutaciones genéticas para revertir enfermedades o nuevos tratamientos
sin quimioterapia
El
congreso de la Sociedad Americana de Hematología (ASH) ha tenido en
esta 58 edición una perspectiva de futuro, y es que si no todas las
novedades que trae el mismo serán una realidad en el corto plazo, parece
que se van abriendo nuevos caminos en esta especialidad. Entre ellos
destaca el papel de la ingeniería biomédica, dentro de la cual se está
estudiando la capacidad de cambiar las mutaciones de las células, para
poder revertir el curso de algunas enfermedades. Así lo explicaba Ramón
García, vicepresidente de la Sociedad Española de Hematología y
Hemoterapia (SEHH), que apuntaba que desde su perspectiva, lo más
destacado de este congreso "se trata de un sistema enzimático que te
permite variar a tu antojo el genoma celular. Hasta ahora se podía hacer
en células concretas, pero ya se puede hacer en una población entera,
para por ejemplo cambiar los linfocitos de una persona". Si bien por el
momento solo se había probado en animales, en este foro se han
presentado los primeros ensayos en personas humanas, aunque aún queda
por ver el avance de los resultados.
Otra de las noticias más destacadas también está todavía
en fase experimental y es el desarrollo de la sangre artifical. En
cuanto a innovaciones terapéuticas, la participación española ha sido
destacada en diversos estudios, concretamente en mieloma múltiple, una
enfermedad que afecta a 4 personas al año por cada 100.000 habitantes,
sobre todo de edad avanzada, y que presenta síntomas como anemia,
dolores óseos y en ocasiones insuficiencia renal. En este sentido,
destaca la reciente aprobación en España de daratumumab, pensado como
tratamiento alternativo para pacientes con recaídas de otros fármacos.
Según Albert Oriol, hematólogo del Hospital
Universitario Germans Trias i Pujol en Badalona "los anticuerpos
monoclonales van a ser la estrella en los próximos años y nos va a
cambiar bastante la perspectiva", y es que si bien la aprobación actual
es para su uso como tratamiento único, los datos presentados en el ASH
2016 permiten pensar en una futura nueva opción de tratamiento en
primera línea, combinando daratumab, que gracias a su baja toxicidad
permite tratar a un mayor número de pacientes y mejorar aún más la
supervivencia, en conjunto con lenalidomida y dexametasona, por lo que
"es fácil que lleguemos a la situación de que el 50% de los pacientes
con estos tratamientos no vayan a recaer nunca", lo que supondría por
primera vez empezar a hablar de la curación de algunos pacientes, y de
mejorar de forma importante la salud a largo plazo de los pacientes más
jóvenes, tal y como aportaba Oriol.
En este mismo sentido, María Victoria Mateos,
hematóloga del Hospital Universitario de Salamanca, adelantaba que si
bien su formato actual es en solución intravenosa, se está estudiando su
administración por vía subcutánea.
Otra área importante de participación española ha
sido el tratamiento de la leucemia linfática crónica, que tal y como
narraba Frances Bosch, jefe de servicio del Hospital Universitario Vall
d'Hebron de Barcelona, ha mejorado su pronóstico gracias a fármacos
como ibrutinib, desarrollado por Janssen, que debido a sus bajos
perfiles de toxicidad, ha permitido tratar a un mayor número de
pacientes, con una importante mejora en su calidad de vida. Así, en los
últimos estudios presentados en el ASH, este tratamiento supone una
supervivencia libre de progresión, es decir, libre de recaídas, en el 60
% de los pacientes a los 5 años, y en el 85% a los 3 años, teniendo en
cuenta además que se trata de una enfermedad que se da principalmente en
pacientes de más de 70 años. "No destruye el tumor, sino que cambia su
biología, convirtiendo la enfermedad en una enfermedad crónica, por lo
que es un fármaco que hay que dar de por vida". Por ello, Bosch afirmaba
que "la tendencia es a pensar en el fin de la quimioterapia, dados los
efectos adversos que tiene la misma, por lo que el futuro es el uso de
fármacos biológicos".
Si bien son buenas noticias, y ambos fármacos se
hayan disponibles en España, se trata de tratamientos mucho más caros,
por lo que Bosch matizaba que aunque "hoy por hoy todo el mundo tiene
acceso, otra cosa es que vaya a ser sostenible en el largo plazo".