DIOS ES AMOR, MEJOR CON HUMOR

lunes, 1 de diciembre de 2014

El alcance de la obesidad

El alcance de la obesidad


La lucha contra el sobrepeso y la obesidad es un reto clave para los sistemas de salud pública de los países ricos. Las consecuencias en el metabolismo suponen el incremento de factores de riesgo que se traducen desde hace décadas en más diabetes tipo 2, más infartos de miocardio, aterosclerosis e ictus.

Esta semana la revista Lancet Oncology ha publicado un estudio que pone el foco de atención en otro aspecto: la relación entre el sobrepeso y la obesidad con las tasas de cáncer. Consideran que se han convertido en un factor de riesgo responsable de un 3,6% (481.000) de todos los nuevos casos de cáncer en 2012. El trabajo, realizado por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), la institución especializada en cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), muestra que estos nuevos casos por año se pueden atribuir al alto índice de masa corporal.

Este índice, conocido por las siglas IMC, es una medida de la grasa corporal que se calcula dividiendo el peso en kilogramos por el cuadrado de la altura en metros. La OMS define el sobrepeso como un IMC mayor o igual a 25 kg / m2, y la obesidad como un IMC mayor o igual a 30 kg / m2. Un alto índice de masa corporal es un predictor de riesgo conocido para el cáncer de esófago, colon, recto, riñón, páncreas, vesícula biliar, mama posmenopáusico, ovario y endometrio, así como para otras enfermedades no transmisibles, como patologías cardiovasculares y diabetes.

Así, este nuevo análisis muestra llamativas disparidades mundiales. El cáncer debido al sobrepeso y la obesidad es actualmente mucho más común en los países más desarrollados (393.000 casos, el 5,2% de todos los nuevos casos de cáncer en estos países) que en los países menos desarrollados (88.000 casos, el 1,5% de los nuevos casos).

Según detalla el Servicio de Información de Noticias Científicas (SINC), Norteamérica sigue siendo el territorio más afectado, con 111.000 cánceres relacionados con la obesidad en 2012, lo que representa el 23% de la carga total de cáncer mundial vinculado a un IMC alto. También en Europa la proporción de estos cánceres es grande, sobre todo en Europa del Este (65.000 casos, el 6,5% de todos los nuevos casos).

Aunque en la mayoría de los países asiáticos esta proporción no es grande, sí se traduce en un considerable número absoluto de casos debido al gran tamaño de la población. Por ejemplo, en China cerca de 50.000 casos (1,6%) de cáncer en mujeres y hombres están asociados con el sobrepeso y la obesidad.

En cambio, la contribución del sobrepeso y la obesidad a la carga del cáncer sigue siendo baja en África (7.300 casos, 1,5% de todos los nuevos casos de cáncer en el continente). "Mientras que el número de casos de cáncer asociado sigue siendo más alta en los países ricos, son ya visibles efectos similares en algunas partes del mundo en desarrollo", explica Isabelle Soerjomataram, uno de los autores principales del estudio.

En EEUU, uno de los países más aquejados por estos cánceres asociados con un IMC alto, el 3,5% y 9,5% de los nuevos casos están relacionados con el exceso de peso corporal en hombres y mujeres, respectivamente.

"Las mujeres se ven desproporcionadamente afectadas por cánceres relacionados con la obesidad", apunta Melina Arnold, otro de los autores del estudio, "Por ejemplo, para el cáncer de mama después de la menopausia -el cáncer más común en las mujeres en todo el mundo-, el estudio sugiere que el 10% de estos cánceres se podrían haber evitado por tener un peso corporal saludable".

Los cánceres de endometrio, colon y mama representan casi tres cuartas partes (73%) de todos los cánceres ligados al IMC alto en las mujeres. En los hombres, los cánceres de riñón y colon juntos representan dos tercios (66%) de todos los cánceres asociados con un IMC alto. 
 http://www.diariodesevilla.es/article/salud/1910889/alcance/la/obesidad.html
 

Cuando el ébola salió del bosque

Cuando el ébola salió del bosque

La epidemia cumple un año y sigue fuera de control tras afectar a seis países africanos y causar 7.000 muertes

En realidad, el ébola siempre estuvo allí. Desde hace décadas, los investigadores de las fiebres hemorrágicas en África saben que este virus está circulando por los bosques desde Kenia hasta Guinea. Y saben que el principal huésped natural son tres especies de murciélago. Un estudio científico de 1987 publicado en el Boletín de la Sociedad de Patologías Exóticas ya revelaba una importante presencia de anticuerpos en la población de Guinea, lo que puso de manifiesto la existencia de esporádicos contactos entre el ser humano y el virus. Y no solo en este país. Sin embargo, nunca antes se había producido una epidemia de la dimensión actual que ya alcanza los 16.169 contagios, y los 6.928 muertos. Todo comenzó el 2 de diciembre de 2013, hace ahora un año, en un pequeño pueblo de una provincia, la Guinea Forestal, llamado Meliandou.
Ese día, un niño de dos años llamado Émile Ouamouno comenzó a tener fiebre alta, vómitos y hemorragias internas. Los epidemiólogos creen que es el paciente cero, la persona que entró en contacto con el virus, se contagió y desarrolló la enfermedad. Émile falleció el 6 de diciembre y, en circunstancias normales, su nombre nunca hubiera sido famoso. Un niño más, como tantos otros, que muere en África de alguna enfermedad. Sin embargo, entre diciembre y enero murieron también su madre, su hermana y su abuela, a cuyo entierro asistieron numerosas personas de Dawa, el pueblo vecino. Y así, día tras día, funeral tras funeral, el virus se fue extendiendo. De Meliandou a Dawa y de allí a Guéckédou y Macenta. Lenta, pero implacablemente.

La primera expansión de la enfermedad fue silenciosa. Tanto que hasta marzo no cundió la preocupación por unas “misteriosas fiebres hemorrágicas muy virulentas”. El día 10 de ese mes, el Ministerio de Salud guineano envió un equipo a la zona y tomó las primeras muestras, que fueron enviadas al Instituto Pasteur de Lyón. El resultado llegó el día 22. Estaban ante un brote de una variante local de la cepa Zaire del virus Ébola, una de las más peligrosas que en brotes anteriores —todos en África central, en la zona este de la República Democrática de Congo y Uganda, sobre todo— había demostrado una mortalidad de más del 90%.
Médicos sin Fronteras y la OMS enviaron equipos a Guinea, pero la enfermedad llevaba ya dos meses y medio de ventaja y había logrado llegar a la capital, Conakry, sembrando el pánico entre la población. Por primera vez, el ébola entraba en una gran ciudad de un millón de habitantes, aunque lo peor estaba por venir.
El foco de la enfermedad se encontraba en el vértice entre la propia Guinea, Liberia y Sierra Leona, un lugar en el que las fronteras son porosas y se cruzan con extrema facilidad. Y como el virus viaja con las personas, no tardó en extenderse. Con la llegada del verano, la epidemia avanzó como una locomotora desbocada en los tres países.
Incapaces de hacerle frente, las autoridades nacionales vieron desmoronarse sus sistemas públicos de salud, que empezaron a pagar un elevado precio con la muerte de decenas de médicos y enfermeros (282 han fallecido, según el último recuento de la Organización Mundial de la Salud, OMS).
De diciembre de 2012 a marzo de 2013 el virus avanzó sin causar alarma
Ante una enfermedad desconocida y muy peligrosa, con una tasa de mortalidad del 60% en este brote, los ciudadanos huían de los hospitales, cundió la desconfianza, e incluso se negó la existencia de la propia enfermedad. La OMS no declaró la emergencia de salud pública internacional hasta el 8 de agosto. Con ello llegó el primer llamamiento mundial para el envío de ayuda. La situación en Monrovia degeneró a un ritmo acelerado, con barrios en cuarentena y muertos arrojados a las calles.
El virus siguió viajando y llegó a Nigeria en julio y a Senegal en agosto. Sin embargo, la combinación de una rápida respuesta y sistemas de salud mucho más sólidos permitió que ambos países hicieran frente a la epidemia de manera eficaz y que ya hayan sido declarados libres de ébola. Con la extensión de la enfermedad, los primeros cooperantes y misioneros occidentales empezaron a enfermar. Dos médicos estadounidenses, los religiosos españoles Miguel Pajares y Manuel García Viejo, un enfermero británico… Las primeras repatriaciones, que tuvieron lugar en verano, activaron el mecanismo del miedo y el ébola lograba colarse, por primera vez, en el centro de las preocupaciones de Occidente.
En la actualidad, la epidemia está aún lejos de estar controlada y sigue activa en cuatro países después de que el 24 de octubre una niña se convirtiera en la primera víctima en Malí. Aunque el despliegue de la ayuda internacional y el cambio en las costumbres locales han permitido un descenso en el ritmo de contagios en Liberia y Guinea, la situación de Sierra Leona, donde se ha intensificado el brote en los últimos dos meses, y la aparición del foco en Malí aconsejan no bajar la guardia.
 
 
 http://internacional.elpais.com/internacional/2014/11/29/actualidad/1417282655_903070.html

Medio centenar de países impiden a los hombres homosexuales donar sangre por el sida

Medio centenar de países impiden a los hombres homosexuales donar sangre por el sida

Alemania, Francia, Colombia o EEUU prohíben a los gays donar sangre por temor al vih

Grupos LGTB lanzan una campaña contra la Media Luna Roja turca por rechazar sangre de donantes gays

Estados Unidos decidirá mañana si reduce la prohibición a un año

Activistas turcos por los derechos de los colectivos gays han lanzado esta semana una campaña online contra la Media Luna Roja por su regla de rechazar sangre de donantes homosexuales varones. La Media Luna Roja turca, en su procedimiento rutinario, pregunta a cada donante información concerniente a su salud y vida privada. En el formulario, los donantes masculinos tienen que responder si “han tenido alguna vez sexo oral o anal con un hombre utilizando o no condón”. Aquellos que responden afirmativamente son descartados para donar sangre de manera permanente.
Esta norma contradice los principios institucionales antidiscriminatorios y de protección de la dignidad humana”, afirma el texto de la campaña, apoyada por 19 asociaciones LGTB (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales) turcas. “Como heterosexual también se afronta el mismo riesgo de contagio durante el sexo, está claro que este requisito no está basada en el interés médico”, añade La declaración dice, además, que esta práctica viola la Convención Europea de Derechos Humanos y la Constitución turca.
Turquía no es el único país que tiene esta norma. Medio centenar de países, entre ellos Alemania o Estados Unidos, impiden a los homosexuales donar sangre por miedo a la expansión del sida. En 1977, cuando la pandemia del sida llegó a Estados Unidos, el temor a esta nueva enfermedad era mayor que el conocimiento de los científicos sobre ella. Esta combinación de miedo, ignorancia, prejuicios y una sociedad más homofóbica que la actual llevó al país a vetar que los hombres homosexuales donaran sangre. Se justificaba -y justifica- por el mayor riesgo de la población masculina que mantiene sexo con otros hombres de estar infectado por el VIH, hepatitis u otras enfermedades transmisibles por la sangre. Pese al profundo conocimiento actual sobre el VIH, la prohibición sigue vigente en Estados Unidos, aunque muy pronto, mañana mismo, podría levantarse este mandato. Han tenido que pasar 37 años para que ocurra.
Blake Lynch, un enfermero de 23 años de Carolina del Sur, acudió a donar sangre para una amiga que padece anemia falciforme. Fue rechazado por su orientación sexual, lo que le llevó a crear la organización Banned4Life. Ha recogido más de cincuenta mil firmas para eliminar el veto. “No deberían centrarse en la orientación sexual sino en comportamientos sexuales de riesgo”, opina Lynch. "Mi compañero y yo no tenemos relaciones sexuales peligrosas, pero quieren comprobar nuestra orientación sexual y prohibir que donemos. Es injusto”, añade el actIvista.
Países que permiten donar sangre sin restricciones
Chile, España, Italia, México, Polonia, Portugal, Rusia, Sudáfrica, Tailandia (entre otros).
Países que no permiten donar sangre a homosexuales
Alemania, Argelia, Argentina, Austria, Bélgica, Brasil, China, Colombia, Croacia, Dinamarca, Eslovenia, Estados Unidos, Estonia, Filipinas, Francia, Grecia, Hong Kong, Irlanda, Irlanda del Norte, Islandia, Israel, Malta, Noruega, Países Bajos, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Suiza, Tailandia, Turquía, Venezuela.
Países que permiten donar tras un veto temporal
Australia, Canadá, Finlandia, Gran Bretaña, Hungría, Japón, Nueva Zelanda, República Checa, Suecia, Uruguay
El 13 de noviembre, un grupo de expertos recomendó levantar el veto en EEUU por primera vez. Un total de 16 de los 18 miembros del panel de expertos votó a favor de sustituir la prohibición de por vida de donar sangre por un período de un año tras la última actividad sexual con otro hombre. El 2 de diciembre, un día después del Día Mundial de la Lucha contra el sida, que se celebra hoy, la FDA (la autoridad federal que prohibió la donación en 1977) decidirá al respecto.
Otros grupos con un alto riesgo de transmitir infecciones transmisibles por la sangre, como los usuarios de drogas intravenosas, prostitutas, portadores del VIH y los receptores de trasplantes de tejidos u órganos animales también están vetados. La prohibición afecta también a mujeres transexuales que tienen sexo con hombres. “La FDA considera que los nacidos hombres -en base a su carga cromosómica- son hombres incluso tras operaciones de cambio de sexo”, afirma un portavoz de la organización. “Los hombres que mantienen sexo con otros hombres representan aproximadamente el 2% de la población de Estados Unidos, aunque es la población más afectada por el VIH”, declara la FDA en su página web.
Prácticamente cada unidad de donación en los países desarrollados analiza la sangre para detectar el VIH
En la actualidad, prácticamente cada unidad de donación en los países desarrollados analiza la sangre para detectar el VIH, así como otros patógenos, antes de ser utilizado, por lo que la exclusión ya no tendría sentido. Pese a todo, el virus causante del sida puede tardar en ser detectado hasta dos semanas aunque se porte y se pueda transmitir. En el caso de la hepatitis B, este denominado "período ventana" son dos meses, que es el tiempo que puede necesitar la infección para alcanzar una carga viral detectable por la prueba.

La situación en España

En el caso de España no hay ningún tipo de restricción exclusiva para homosexuales a la hora de donar sangre. “Los únicos criterios de exclusión absoluta son las hepatitis B y C, malaria, VIH y diagnóstico de algún tumor”, explica Javier Padilla, médico de familia. Preguntado sobre si tiene sentido mantener las restricciones de otros países, permanentes o temporales, responde tajante: “No, en absoluto. La sensibilidad [capacidad para captar infectados] y especificidad [capacidad para decir que los no infectados no lo están] de las pruebas son muy altas y su valor predictivo negativo es elevado incluso en las áreas con una prevalencia más elevada. Excluir a colectivos en vez de a individuos que realizan prácticas concretas no tiene sentido”. Portugal, Polonia e Italia utilizan el mismo criterio.
El 51% de las infecciones de VIH en 2013 en España fueron causada por relaciones sexuales entre hombres frente al 28,5% que suponen el sexo heterosexual, según datos del Ministerio de Sanidad dados a conocer la pasada semana. Hace cinco años, el porcentaje de infecciones que suponía la transmisión entre hombres homosexuales respecto al total de transmisiones era 10 puntos inferior, dice la subdirectora general de Promoción de la Salud en el ministerio, Elena Andradas. Entre los hombres, el sexo homosexual fue la causa del 60% de los nuevos diagnósticos. La tendencia es ascendente en este grupo. Pese a ello, el diagnóstico tardío (aquel que ocurre cuando se manifiestan los síntomas) es menor en los homosexuales que en cualquier otro grupo de la población. La prevalencia del VIH entre los gays es alta: según un informe del 2009 del Plan Nacional sobre Sida, el 10% de los hombres que mantienen prácticas sexuales con otros hombres podrían estar infectados.
Otros paíeses imponen un año de veto desde su último acto sexual a los hombres homosexuales antes de permitirles donar sangre
En Francia, Austria, Alemania, Irlanda, Dinamarca, Bélgica o Grecia el veto de por vida permanece vigente aunque el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó en julio que la exclusión permanente de los homosexuales de la donación de sangre vulnera la legislación comunitaria. "El mero hecho de que un hombre mantenga o haya mantenido relaciones sexuales con otro hombre no constituye una 'conducta sexual', en el sentido de la directiva, que justifique su exclusión permanente de la donación de sangre”, dice la decisión. La sentencia llega tras la denuncia de un ciudadano francés al tribunal de Estrasburgo por sentirse discriminado al no poder donar sangre. En el Espacio Económico Europeo (UE, más Islandia, Liechstein y Noruega) sólo el grupo poblacional de hombres que tienen sexo con hombres ha incrementado las infecciones. El aumento ha sido de un 33% desde 2004, según un informe del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades.
Países no comunitarios como Noruega, Suiza, Israel, Arabia Saudí, Filipinas, o China tampoco permiten donar sangre a un hombre que ha mantenido prácticas homosexuales, con o sin condón. Reino Unido (excepto Irlanda del Norte), Suecia, Finlandia o Japón imponen un año de veto desde su último acto sexual a los hombres homosexuales antes de permitirles donar sangre. En Australia, donde el veto ha sido reducido de 5 años a 12 meses, un estudio científico no ha encontrado un incremento en la transmisión del VIH, tal y como se propone ahora en Estados Unidos.
Su vecina Nueva Zelanda también ha decidido reducir de 5 a 1 año el veto. En cambio, en 2013, Canadá redujo la prohibición vitalicia a una conservadora de un lustro. Sudáfrica -el país donde más personas padecen sida, con más de 6 millones de infectados- amplió este mayo el veto de seis meses que sólo se aplicaba a homosexuales a toda persona que inicie una relación, eliminando el trato discriminatorio a los varones homosexuales. Además prohíbe donar a quien tenga más de una pareja sexual. Una portavoz del Servicio Nacional de Donación de Sudáfrica admitió que la política se basaba en estadísticas y tendencias internacionales y no tenía en cuenta las condiciones propias del país, donde la pandemia afecta sobre todo a heterosexuales. Rusia permite la donación de sangre desde el año 2008 aunque en agosto de 2013 el vicepresidente del Comité de Ciencias del organismo estatal ruso y candidato a la alcaldía de Moscú por el Partido Liberal Democrático, Mijaíl Degtiariov, propuso “enmiendas en la ley sobre la donación y en la normativa del Ministerio de Salud para volver a incluir la homosexualidad en la lista de contraindicaciones para donar sangre". La votación finalmente fue rechazada por la Duma, el congreso ruso.
Excluir a colectivos en vez de a individuos que realizan prácticas concretas no tiene sentido”
Muchos países latinomericanos también rechazan a los donantes de sangre homosexuales. En la lista se encuentran países como Colombia, Venezuela, Brasil, Perú o Argentina (aunque sí es posible donar en la ciudad de Buenos Aires). Otros países como Chile, Costa Rica o México acabaron con la prohibición recientemente y ahora cualquier persona que haya mantenido relaciones sexuales de riesgo estará vetada independientemente de su orientación sexual. Bolivia o Uruguay permiten donar sangre, aunque en el caso uruguayo, tras un año de abstinencia sexual.

La arbitrariedad hecha norma

Los períodos de veto muestran la arbitrariedad que persiste una vez eliminada la prohibición de por vida. Distintas asociaciones científicas y médicas de Estados Unidos, como la Cruz Roja, apuestan por eliminar la prohibición al no estar basada en comportamientos individuales sino en la orientación sexual. La Unión Estadounidenses por las Libertades Civiles se opone al período de un año ya que “evitará que dos hombres que mantienen una relación monógama puedan donar sangre. Esta norma no distingue entre relaciones de sexo seguro y de alto riesgo”. Lynch celebra la decisión, pero critica el plazo de un año sin relaciones homosexuales para poder donar. “Gays y hombres bisexuales que tienen una relación cerrada, que son sanos, todavía seguirán siendo incapaces de donar sangre”, lamenta. La defensa de la FDA ante esta crítica es que no ha sabido qué preguntas serían idóneas para identificar de manera fiable gays con un riesgo menor de infección.
Según la OMS, en 39 países no se analizan rutinariamente las donaciones de sangre en busca de infecciones transmisibles por transfusión, y sólo el 16% de las donaciones en países con bajos ingresos son analizadas en laboratorios con mediciones de calidad externas. La prevalencia del VIH en donaciones de sangre en países desarrollados es sólo del 0,002% frente al 0,85% en países empobrecidos. La organización dependiente de Naciones Unidas recomienda que todas las donaciones sanguíneas sean analizadas en busca de infecciones y que los donantes sean voluntarios, reguladores y de bajo riesgo.
 
 
 http://elpais.com/elpais/2014/11/28/ciencia/1417191728_587426.html