Andreas Lubitz, el copiloto del Airbus A320 de Germanwings
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El joven de 27 años trabajaba en la compañía Germanwings desde septiembre de 2013
Andreas Lubitz, el copiloto del avión de Germanwings, que se estrelló este martes en Los Alpes franceses
con 150 personas a bordo llevaba desde septiembre de 2013 trabajando en
la compañía y tenía una experiencia de 630 horas de vuelo con la
aerolínea. A juicio de la Fiscalía de Marsella, él es el responsable de
la catástrofe: "Accionó el botón de descenso de manera voluntaria".
El gobierno alemán aseguró este jueves que los investigadores no encontraron hasta el momento ningún trasfondo terrorista en el copiloto del vuelo de Germanwings. El ministro del Interior, Thomas de Maizière, ha asegurado que "No hay un trasfondo ni motivación terroristas".
Según el director del grupo aéreo Lufthansa, Carsten Spohr, aunque había abandonado su formación durante varios meses , algo que 'no es inusual', era apto al cien por cien y su actitud era impecable", ha afirmado respecto al copiloto. "No nos podíamos imaginar que pasaría esto", ha insistido. Explicó que el piloto inició su formación en 2008 en las escuelas de Bremen (Alemania) y Phoenix (Estados Unidos) y que tras finalizarla trabajó durante 11 meses de auxiliar de vuelo antes de pasar a ser copiloto en 2013.
En cuanto a la interrupción, de la que los responsables de la compañía no han especificado los motivos, indicó que a su vuelta se verificó nuevamente su aptitud, tanto técnica como psicológica, y pudo seguir con su formación. El semanario alemán 'Der Spiegel' informa de que Lubitz interrumpió su formación en 2009 'por una crisis nerviosa o una depresión'.
La policía alemana ha situado varios coches ante la casa que tienen los padres de Lubitz. Su familia reside en una vivienda unifamiliar situada a las afueras de la ciudad, en una zona tranquila.
Cerca de allí se encuentra un aeródromo que, probablemente, despertó las ganas de volar en un joven Lubitz. Sus primeros pasos en el mundo de la aviación los dio en el Luftsportclub Westerwald.
"Cumplió su sueño de volar, sueño que ahora ha pagado caro con su vida", comentaban sus compañeros del club aéreo, en un mensaje colgado en la página web de la organización tras conocer la tragedia del avión.
En ese breve homenaje en recuerdo de Lubitz, los compañeros del club de vuelo lloraban la muerte de uno de sus miembros, que "comenzó como piloto de planeadores y llegó a ser piloto de un Airbus A320".
Lubitz, de 27 años, ya no vivía en Montabaur, sino en Düsseldorf, ciudad a la que debía dirigir el avión. Se había formado en Bremen y en la Escuela de Vuelo de Lufthansa, por lo que era considerado como un joven muy bien preparado para el trabajo.
El joven piloto era muy aficionado al humor. Una de sus páginas favoritas de Facebook -cuyo perfil ha sido borrado- era 'Reír hasta la parálisis facial', según recoge el periódico alemán 'Die Welt'. Al parecer, sentía predilección por el humor políticamente incorrecto.
Alto, bien parecido, popular entre sus compañeros, Lubitz era un joven común y corriente. Varios de sus compañeros en el club aéreo de Montabaur consultados por los medios locales describieron a Lubitz como "un joven muy amable", "divertido y a veces quizás un poco tranquilo", sin ninguna particularidad especial o característica llamativa.
En septiembre de 2013, el copiloto del avión fue reconocido con la prestigiosa identificación de la Administración Federal de Aviación (FAA) por haber alcanzado o superado los estándares formativos y médicos establecidos por la organización.
El joven obtuvo su licencia de vuelo en junio del año 2010 y habría tenido que renovarla dentro de tres meses.
Lubitz pertenecía al club de vuelo sin motor LSC Westerwald de Montabaur, que en su página web escribieron que "Andreas murió como primer oficial de servicio en la catástrofe aérea", al conocer la noticia del accidente el pasado martes.
"Cumplió su sueño de volar, sueño que ahora ha pagado caro con su vida", manifestaban sus compañeros del club en recuerdo de un joven que, señalaban, "comenzó como piloto de planeadores y llegó a ser piloto de un Airbus A320".
Según ha explicado, la Gendarmería francesa, en colaboración con las autoridades alemanas ya están investigándole y seguramente se interrogará a su entorno más cercano para tratar de aclarar lo sucedido.
Por su parte, el comandante del avión, Patrick S., era un piloto experimentado, acumulaba más de 6.000 horas de vuelo con Airbus y conocía a la perfección la ruta y el avión que pilotaba.
En una comparecencia de urgencia, el titular de Interior ha explicado que, desde que se estrelló el Airbus, los servicios de inteligencia germanos investigaron el pasado de las 150 personas a bordo.
La revisión en dos bases de datos, una de la inteligencia alemana y otra de la policía federal, no arrojó ningún resultado positivo que desatase las alarmas en Berlín y un requerimiento paralelo a Lufthansa, matriz de Germanwings, tampoco aportó nada reseñable, según el ministro.
"Todo va a ser investigado", ha afirmado De Maizière, que reconoció que los interrogantes "se concentran en el pasado de la persona que asumía el puesto de copiloto" en el vuelo 9525, que cubría la ruta entre Barcelona y Düsseldorf, informa Efe
Spohr en rueda de prensa que este caso es "aislado". "Estamos orgullosos de la selección de nuestro personal. Tenemos plena confianza en nuestros pilotos. Son y siguen siendo los mejores del mundo". Ha añadido que "sólo podemos especular sobre la motivación que ha tenido el copiloto para actuar como ha actuado".
"Ni en nuestras peores pesadillas podíamos imaginar algo así", ha señalado Spohr, asegurando que la compañía tiene mucho cuidado en la selección de su personal y que tanto el piloto como el copiloto habían pasado todos los exámenes técnicos y médicos.
El gobierno alemán aseguró este jueves que los investigadores no encontraron hasta el momento ningún trasfondo terrorista en el copiloto del vuelo de Germanwings. El ministro del Interior, Thomas de Maizière, ha asegurado que "No hay un trasfondo ni motivación terroristas".
Según el director del grupo aéreo Lufthansa, Carsten Spohr, aunque había abandonado su formación durante varios meses , algo que 'no es inusual', era apto al cien por cien y su actitud era impecable", ha afirmado respecto al copiloto. "No nos podíamos imaginar que pasaría esto", ha insistido. Explicó que el piloto inició su formación en 2008 en las escuelas de Bremen (Alemania) y Phoenix (Estados Unidos) y que tras finalizarla trabajó durante 11 meses de auxiliar de vuelo antes de pasar a ser copiloto en 2013.
En cuanto a la interrupción, de la que los responsables de la compañía no han especificado los motivos, indicó que a su vuelta se verificó nuevamente su aptitud, tanto técnica como psicológica, y pudo seguir con su formación. El semanario alemán 'Der Spiegel' informa de que Lubitz interrumpió su formación en 2009 'por una crisis nerviosa o una depresión'.
Un sueño pagado con sangre
El joven, de 27 años según el Ayuntamiento de Düsseldorf -un año menos de lo que se informó inicialmente-, nació en la pequeña localidad de Montabaur, de apenas 12.500 habitantes, en el estado federado de Renania-Palatinado.La policía alemana ha situado varios coches ante la casa que tienen los padres de Lubitz. Su familia reside en una vivienda unifamiliar situada a las afueras de la ciudad, en una zona tranquila.
Cerca de allí se encuentra un aeródromo que, probablemente, despertó las ganas de volar en un joven Lubitz. Sus primeros pasos en el mundo de la aviación los dio en el Luftsportclub Westerwald.
"Cumplió su sueño de volar, sueño que ahora ha pagado caro con su vida", comentaban sus compañeros del club aéreo, en un mensaje colgado en la página web de la organización tras conocer la tragedia del avión.
En ese breve homenaje en recuerdo de Lubitz, los compañeros del club de vuelo lloraban la muerte de uno de sus miembros, que "comenzó como piloto de planeadores y llegó a ser piloto de un Airbus A320".
Lubitz, de 27 años, ya no vivía en Montabaur, sino en Düsseldorf, ciudad a la que debía dirigir el avión. Se había formado en Bremen y en la Escuela de Vuelo de Lufthansa, por lo que era considerado como un joven muy bien preparado para el trabajo.
El joven piloto era muy aficionado al humor. Una de sus páginas favoritas de Facebook -cuyo perfil ha sido borrado- era 'Reír hasta la parálisis facial', según recoge el periódico alemán 'Die Welt'. Al parecer, sentía predilección por el humor políticamente incorrecto.
Alto, bien parecido, popular entre sus compañeros, Lubitz era un joven común y corriente. Varios de sus compañeros en el club aéreo de Montabaur consultados por los medios locales describieron a Lubitz como "un joven muy amable", "divertido y a veces quizás un poco tranquilo", sin ninguna particularidad especial o característica llamativa.
En septiembre de 2013, el copiloto del avión fue reconocido con la prestigiosa identificación de la Administración Federal de Aviación (FAA) por haber alcanzado o superado los estándares formativos y médicos establecidos por la organización.
El joven obtuvo su licencia de vuelo en junio del año 2010 y habría tenido que renovarla dentro de tres meses.
Lubitz pertenecía al club de vuelo sin motor LSC Westerwald de Montabaur, que en su página web escribieron que "Andreas murió como primer oficial de servicio en la catástrofe aérea", al conocer la noticia del accidente el pasado martes.
"Cumplió su sueño de volar, sueño que ahora ha pagado caro con su vida", manifestaban sus compañeros del club en recuerdo de un joven que, señalaban, "comenzó como piloto de planeadores y llegó a ser piloto de un Airbus A320".
'Todo va a ser investigado'
El fiscal de Marsella encargado de la investigación, Brice Robin, ha asegurado no tener detalles sobre la "etnia o la religión" a la que pertenecería Lubitz, si bien ha confirmado que éste no estaba "en la lista de terroristas buscados".Según ha explicado, la Gendarmería francesa, en colaboración con las autoridades alemanas ya están investigándole y seguramente se interrogará a su entorno más cercano para tratar de aclarar lo sucedido.
Por su parte, el comandante del avión, Patrick S., era un piloto experimentado, acumulaba más de 6.000 horas de vuelo con Airbus y conocía a la perfección la ruta y el avión que pilotaba.
En una comparecencia de urgencia, el titular de Interior ha explicado que, desde que se estrelló el Airbus, los servicios de inteligencia germanos investigaron el pasado de las 150 personas a bordo.
La revisión en dos bases de datos, una de la inteligencia alemana y otra de la policía federal, no arrojó ningún resultado positivo que desatase las alarmas en Berlín y un requerimiento paralelo a Lufthansa, matriz de Germanwings, tampoco aportó nada reseñable, según el ministro.
"Todo va a ser investigado", ha afirmado De Maizière, que reconoció que los interrogantes "se concentran en el pasado de la persona que asumía el puesto de copiloto" en el vuelo 9525, que cubría la ruta entre Barcelona y Düsseldorf, informa Efe
Spohr en rueda de prensa que este caso es "aislado". "Estamos orgullosos de la selección de nuestro personal. Tenemos plena confianza en nuestros pilotos. Son y siguen siendo los mejores del mundo". Ha añadido que "sólo podemos especular sobre la motivación que ha tenido el copiloto para actuar como ha actuado".
"Ni en nuestras peores pesadillas podíamos imaginar algo así", ha señalado Spohr, asegurando que la compañía tiene mucho cuidado en la selección de su personal y que tanto el piloto como el copiloto habían pasado todos los exámenes técnicos y médicos.
http://www.elmundo.es/internacional/2015/03/26/5513f4abca474129508b4596.html