El 15-M del emigrante
'Madrid, Madrid, Madrid, en México se piensa mucho en ti'... Corean el famoso chotis con gestos que mezclan alegría y procupación. Casi todos son bastante jóvenes, casi todos son españoles, casi todos son ya emigrantes y todos piensan este sábado en quienes como ellos mantienen una concentración de protesta a muchos kilómetros, en la Puerta del Sol.
En su apoyo han llegado este sábado un centenar de personas a las puertas de la embajada de España en el Distrito Federal. Conovocados a través de la redes sociales, han improvisado pancartas sobre trozos de cartón y consignas replicadas que atrapan el eco del 15-M al otro lado del 'charco'.
"La mayoría de los que estamos aquí somos licenciados en universidades públicas españolas, personas formadas con dinero de todos, pero el país no recupera su inversión, nos obliga a marcharnos si queremos sobrevivir por nuestros medios", destacaba una joven con acento andaluz rodeada de caras´e historias que confirmaban su sentencia.
Como Víctor, 23 años y recién licenciado como Ingeniero de Telecomunicaciones. Llegó a terminar sus estudios a México y se marchó a España en noviembre pasado pensando que cerraba una etapa de su via, pero... "al volver y ver el panorama, decidí regresar".
"Mis amigos trabajan en compañías telefónicas a cambio de 600 euros y un móvil, son 'telecos' como yo, pero yo prefiero estar aquí e intentar buscarme la vida, aunque tenga que renunciar a ejercer mi profesión", defiende Víctor. ¿Qué hace? "Estoy montando una empresa de hostelería".
Como denunciaban sus pancartas, son los que se dicen "expulsados" del país por una crisis de la que culpan a políticos y banqueros. A ellos han ido 'dedicadas' un buen número de las consignas coreadas y escritas en la concentración mexicana.
"El Sol calienta México", se leía en otra de las cartulinas alzadas entre conocidas canciones de Sabina y Serrat. Cantadas lejos de casa, parecen unir sentimientos y raíces. Y en realidad, así es en la muchos de los casos de quienes han decidido pasar este sábado frente a la Embajada.
Por ejemplo, ahí está Fernando Martínez con su pequeña Carola en brazos, ambos "indignados", dice él, "por lo que sucede en España", eso que hace año y medio le obligó a hacer las maletas para ofrecer un futuro mejor a su pequeña. "Soy informático, así que me vine y he montado una empresa".
Casi al mismo tiempo aterrizó en el DF, pero con dos hijos, Daniela y Jorge, Manuel Galindo, un zaragozano, empleado de El Corte Inglés en México y, aunque en su caso se vino con trabajo, "he querido estar aquí para unirme, para apoyar a la gente ya que no puedo estar en Madrid porque la verdad es que hace falta un cambio en el país".
"Lo llaman democracia y no lo es", "Un bote, dos botes, banquero el que no bote", "Poco pan para tanto chorizo", "Aquí, allá, el Sol saldrá", gritaban los concentrados contagiados por el entusiasmo que ha exportado hasta América el 15-M. Y no sólo en los más jóvenes.
Alicia, con más de 50 años a la vista, comparte "indignación" porque sus hijos allá "no encuentran trabajo" y por eso ella tiene que estar acá "trabajando fuera de mi país, para mantener a mis hijos". "Estoy convencida de que la crisis ha sido un invento para justificar todos los desmanes de los políticos", se queja.
De momento y según están las cosas, de los concentrados, solo los que están terminando sus estudios universitarios en México tienen fecha de vuelta a España. Pero ninguno de ellos descarta tener que convertirse después en emigrante.
http://www.elmundo.es/america/2011/05/21/mexico/1306006541.html
"La mayoría de los que estamos aquí somos licenciados en universidades públicas españolas, personas formadas con dinero de todos, pero el país no recupera su inversión, nos obliga a marcharnos si queremos sobrevivir por nuestros medios", destacaba una joven con acento andaluz rodeada de caras´e historias que confirmaban su sentencia.
Como Víctor, 23 años y recién licenciado como Ingeniero de Telecomunicaciones. Llegó a terminar sus estudios a México y se marchó a España en noviembre pasado pensando que cerraba una etapa de su via, pero... "al volver y ver el panorama, decidí regresar".
"Mis amigos trabajan en compañías telefónicas a cambio de 600 euros y un móvil, son 'telecos' como yo, pero yo prefiero estar aquí e intentar buscarme la vida, aunque tenga que renunciar a ejercer mi profesión", defiende Víctor. ¿Qué hace? "Estoy montando una empresa de hostelería".
Como denunciaban sus pancartas, son los que se dicen "expulsados" del país por una crisis de la que culpan a políticos y banqueros. A ellos han ido 'dedicadas' un buen número de las consignas coreadas y escritas en la concentración mexicana.
"El Sol calienta México", se leía en otra de las cartulinas alzadas entre conocidas canciones de Sabina y Serrat. Cantadas lejos de casa, parecen unir sentimientos y raíces. Y en realidad, así es en la muchos de los casos de quienes han decidido pasar este sábado frente a la Embajada.
Por ejemplo, ahí está Fernando Martínez con su pequeña Carola en brazos, ambos "indignados", dice él, "por lo que sucede en España", eso que hace año y medio le obligó a hacer las maletas para ofrecer un futuro mejor a su pequeña. "Soy informático, así que me vine y he montado una empresa".
Casi al mismo tiempo aterrizó en el DF, pero con dos hijos, Daniela y Jorge, Manuel Galindo, un zaragozano, empleado de El Corte Inglés en México y, aunque en su caso se vino con trabajo, "he querido estar aquí para unirme, para apoyar a la gente ya que no puedo estar en Madrid porque la verdad es que hace falta un cambio en el país".
"Lo llaman democracia y no lo es", "Un bote, dos botes, banquero el que no bote", "Poco pan para tanto chorizo", "Aquí, allá, el Sol saldrá", gritaban los concentrados contagiados por el entusiasmo que ha exportado hasta América el 15-M. Y no sólo en los más jóvenes.
Alicia, con más de 50 años a la vista, comparte "indignación" porque sus hijos allá "no encuentran trabajo" y por eso ella tiene que estar acá "trabajando fuera de mi país, para mantener a mis hijos". "Estoy convencida de que la crisis ha sido un invento para justificar todos los desmanes de los políticos", se queja.
De momento y según están las cosas, de los concentrados, solo los que están terminando sus estudios universitarios en México tienen fecha de vuelta a España. Pero ninguno de ellos descarta tener que convertirse después en emigrante.
http://www.elmundo.es/america/2011/05/21/mexico/1306006541.html
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