Una adolescente británica ingresada con deficiencias respiratorias desvela tras de sí una dieta durante 15 años únicamente a base de piezas de pollo rebozado y patatas fritas.El concepto de «comida rápida» se asocia a la modernidad y a la economía de tiempo y dinero en una época en la que todo ocurre a un ritmo vertiginoso. Sin embargo, ésta fórmula se remonta a la antigua Roma, cuando se servían en puestos callejeros panes planos con olivas -o falafel en el caso de Medio Oriente-.
Un sistema que ha degenerado en el término «comida basura» y se asocia a hamburguesas y otros productos ya preparados, alejados normalmente de las bondades de dietas como la mediterránea.
Un ejemplo extremo es el de la joven de 17 años Stacey Irvine, que fue internada en un centro médico con dificultades para respirar con un pronóstico grave. La causa del colapso que sufrió la adolescente: desde los 2 años de edad mantiene una dieta basada exclusivamente en piezas rebozadas de pollo –denominadas «nuggets»-, acompañados en ocasiones de patatas fritas. La única variante de su dieta durante este tiempo han sido tostadas con patatas fritas para el desayuno.
Stacey, que trabaja en una fábrica en Birmingham (Inglaterra), asegura que nunca ha probado frutas o verduras de ningún tipo, y que desde que su madre la llevó a comer a una cadena de comida rápida cuando era niña, no quiso alimentarse de otra cosa. A lo sumo, come el mismo producto pero en algún otro restaurante o lo compra en el supermercado.
Los médicos que la atendieron a causa de su colapso han diagnosticado que dicha «adicción crónica» le ha provocado anemia y la inflamación de las venas de la lengua, además de una deficiencia grave de vitaminas y nutrientes que ahora recibe por vía intravenosa. Asimismo, los doctores han advertido a Stacey de que podría morir si no modifica radicalmente su dieta.
Evonne , la madre de la joven, harta con la actitud de su hija, espera que este episodio por fin le haga cambiar «antes de que sea demasiado tarde. Me rompe el corazón verla comer esos condenados trozos de carne. Los médicos le han dicho claramente que, si continúa así, va a morir, pero ella dice que no puede comer otra cosa».
Stacey se ha comenzado a hacer cargo de su grave situación tras su deficiencia respiratoria: «Estoy empezando a darme cuenta que esto es malo para mí». Además de su carencia grave de vitaminas y otros nutrientes vitales, se le une la excesiva acumulación de sal en su cuerpo, que puede aumentar la presión arterial y debilitar el sistema inmunológico.
Una dieta letal a largo plazo
Seis piezas del producto favorito de la joven contienen 280 calorías, 17g de grasa, 16g de carbohidratos, proteínas en 14 g y 600 mg de sodio. Una dieta que tendrá serias implicaciones a largo plazo sobre la salud de la joven, ya que su cuerpo se carece de hierro, calcio, antioxidantes, vitaminas y grasas buenas. Mientras que actualmente mantiene un abuso sobre las grasas saturadas y una cantidad peligrosa de grasa y sal.
Las frutas y verduras son parte integral de salud y, sin ellas, se aumentan las posibilidades de desarrollar enfermedades crónicas de corazón y cáncer.
Un sistema que ha degenerado en el término «comida basura» y se asocia a hamburguesas y otros productos ya preparados, alejados normalmente de las bondades de dietas como la mediterránea.
Un ejemplo extremo es el de la joven de 17 años Stacey Irvine, que fue internada en un centro médico con dificultades para respirar con un pronóstico grave. La causa del colapso que sufrió la adolescente: desde los 2 años de edad mantiene una dieta basada exclusivamente en piezas rebozadas de pollo –denominadas «nuggets»-, acompañados en ocasiones de patatas fritas. La única variante de su dieta durante este tiempo han sido tostadas con patatas fritas para el desayuno.
Stacey, que trabaja en una fábrica en Birmingham (Inglaterra), asegura que nunca ha probado frutas o verduras de ningún tipo, y que desde que su madre la llevó a comer a una cadena de comida rápida cuando era niña, no quiso alimentarse de otra cosa. A lo sumo, come el mismo producto pero en algún otro restaurante o lo compra en el supermercado.
Los médicos que la atendieron a causa de su colapso han diagnosticado que dicha «adicción crónica» le ha provocado anemia y la inflamación de las venas de la lengua, además de una deficiencia grave de vitaminas y nutrientes que ahora recibe por vía intravenosa. Asimismo, los doctores han advertido a Stacey de que podría morir si no modifica radicalmente su dieta.
Evonne , la madre de la joven, harta con la actitud de su hija, espera que este episodio por fin le haga cambiar «antes de que sea demasiado tarde. Me rompe el corazón verla comer esos condenados trozos de carne. Los médicos le han dicho claramente que, si continúa así, va a morir, pero ella dice que no puede comer otra cosa».
Stacey se ha comenzado a hacer cargo de su grave situación tras su deficiencia respiratoria: «Estoy empezando a darme cuenta que esto es malo para mí». Además de su carencia grave de vitaminas y otros nutrientes vitales, se le une la excesiva acumulación de sal en su cuerpo, que puede aumentar la presión arterial y debilitar el sistema inmunológico.
Una dieta letal a largo plazo
Seis piezas del producto favorito de la joven contienen 280 calorías, 17g de grasa, 16g de carbohidratos, proteínas en 14 g y 600 mg de sodio. Una dieta que tendrá serias implicaciones a largo plazo sobre la salud de la joven, ya que su cuerpo se carece de hierro, calcio, antioxidantes, vitaminas y grasas buenas. Mientras que actualmente mantiene un abuso sobre las grasas saturadas y una cantidad peligrosa de grasa y sal.
Las frutas y verduras son parte integral de salud y, sin ellas, se aumentan las posibilidades de desarrollar enfermedades crónicas de corazón y cáncer.
http://www.larazon.es/noticia/6851-lo-que-ocurre-despues-de-15-anos-a-base-de-nuggets-de-pollo
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