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miércoles, 29 de febrero de 2012

Enfermedades crónicas y olvidadas

La eficacia en la atención médica evitaría muertes prematuras en ancianos. | Iñaki AndrésEnfermedades crónicas y olvidadas

"En el año 2005, la mitad de los cerca de 59 millones de muertes que hubo en el mundo fueron de personas que tenían más de 60 años y, de ellos, el 76% ocurrieron en países con ingresos medios o bajos, con cierto predominio de los hombres y aumentando cada año que pasa", explica Cleusa P. Ferri, del Instituto de Psiquiatría del King's College de Londres en un estudio publicado en la revista 'PLoS Medicine'.
En el estudio, capitaneado por la doctora Ferri, diferentes especialistas en neurología y medicina interna de Latino América, China y la India han recopilado una serie de datos sobre los estados de salud de cerca de 12.400 personas entradas con más de 60 años, de los que el 18,6% (2.306) murieron durante el tiempo que llevó este estudio.
"Tras seguir la evolución de esta muestra durante 2003 a 2005, hemos comprobado como las enfermedades crónicas están reemplanzando a las transmisibles como principales causas de muerte o discapacidad entre este sector de la población", comenta la doctora Ferri.

Ictus, infartos y diabetes

Los autores recogieron datos de cinco países latinos (Cuba, República Dominicana, Venezuela, Perú y México), de China (tanto de la zona rural como de la urbana) y de la India urbana, "pues son una buena muestra para extrapolar su situación al resto de países con los ingresos que estudiábamos". Y los resultados son claros: el accidente cerebrovascular se imponía como principal causa de muerte en todos los países salvo en el Perú y México rural, donde ganaban terreno la tuberculosis y las enfermedades hepáticas, respectivamente.
"Se estima que el accidente cerebrovascular ha causado alrededor de 5,7 millones de muertes en el año 2005. De ellos, más del 87% se produjo en este tipo de países analizados y sus víctimas 'predilectas', cerca del 83%, tenían más de 60 años", puntualiza la doctora Ferri. Pero hay más: "El accidente cerebrovascular contribuye de forma determinante en la discapacidad y dependencia entre los ancianos supervivientes", recuerda Ferri.
Acompañando a esta causa, los infartos y la diabetes forman el "top three" de causas de muerte entre los mayores.

Estilos de vida

Otro hallazgo importante hace referencia a los estilos de vida y la atención sanitaria. Para Ferri, que el nivel educativo y, con ello, el acceso a mejores o peores trabajos, "influye y tiene un efecto claro en los índices de mortalidad" no es ninguna sorpresa, pues explica "el nivel de trabajos conseguidos, la atención médica recibida, las pensiones e, incluso, la seguridad alimentaria". Por ello, "es lógico que llevar unos hábitos de vida más saludables que prevengan muchas de estas enfermedades crónicas, como la diabetes, es también caro y por ello hay efecto en la mortalidad", aseguran los autores.
Sin embargo, esto no es suficiente para aclarar las diferencias de mortalidad entre los países ricos y el resto: "Creemos que la protección social para las personas mayores y la eficacia de los sistemas de salud en la prevención y tratamiento de las enfermedades crónicas, son factores tan importantes como los económicos y educativos", indican en este estudio.
"Aunque en todos los países analizados predomina la atención médica de los pacientes (79,7% en total) ya sean en hospitales o clínicas -salvo en el caso de Perú, donde se recibe mayoritariamente en las casas-, comprobamos que todavía la gente muere en sus casas (55,5% del total en comparación con el 43% que lo hace en el hospital) y que el tratamiento para estas enfermedades a veces no es el más apropiado", explican.
Por ello, la doctora Ferri señala que "las intervenciones dirigidas a mitigar la vulnerabilidad social y económica de los mayores, más el fomento al acceso y la eficacia en la atención médica son tan necesarios como el resto de medidas orientadas a mejorar la situación profesional y económica de la gente". Así concluye: "La actual agenda mundial de la salud para las enfermedades crónicas no sólo tienen que orientarse a acabar con la mortalidad prematura de la gente joven, pues se puede mejorar la calidad de vida y las muertes tempranas de nuestros mayores con sólo utilizar estrategias de prevención y atención más asequibles y eficaces".
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/02/28/noticias/1330454966.html

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