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sábado, 2 de marzo de 2013

Hemorroides, que no frenen tu vida

Hemorroides, que no frenen tu vida
Hacia el 39 % de la población adulta padece hemorroides en algún momento de su vida y el 70% son mujeres. ¿Sabes qué conviene hacer para prevenirlas o aliviarlas?.


Las temidas hemorroides –conocidas popularmente como “almorranas”– son un problema de circulación de la sangre similar a las varices.

El sistema de venas y arterias que irriga la zona anal carece de válvulas que faciliten el retorno de la sangre. Solo por el hecho de estar en posición erguida, aumenta considerablemente la presión de la sangre en su interior, y por tanto, todos podemos tener hemorroides en algún momento de nuestra vida.
Sin embargo, hay algunas causas que favorecen su presencia en unas personas más que en otras, la mayoría de ellas relacionadas directamente con malos hábitos de vida. Entre las más importantes están:
•El estreñimiento y los malos hábitos al defecar, por hacer mucha presión o esfuerzo en el recto y en el ano.
•Que padres o abuelos las hayan padecido previamente. El factor hededitario de esta dolencia tiene mucha importancia.
•La obesidad y el embarazo: Tener un gran volumen abdominal también influye en la aparición de hemorroides.
•Pasar muchas horas de pie o sentado: contribuye a la congestión de los vasos hemorroidales y dificulta el retorno venoso. Para evitarlo, es conveniente cambiar de postura con frecuencia y alternar los periodos de pie, sentado y en movimiento.
 

¿Qué se siente?
•Si las hemorroides son externas pueden salir del interior del ano en forma de bulto.
•Con frecuencia producen dolor y picor. Si se agudizan se suele percibir una quemazón intensa o sensación de molestas punzadas al sentarse, al roce de la ropa o al limpiarse con papel higiénico.
•Suele haber un leve sangrado tras defecar. Si el sangrado se vuelve abundante y las molestias no mejoran con el tratamiento que prescriba el médico y las recomendaciones que aquí indicamos, es urgente solicitar asistencia médica. En algunos casos puede ser necesario recurrir a cirugía. Una de las soluciones más efectivas y novedosas es la operación con láser, una intervención rápida que permite volver a hacer vida normal en pocos días.
Remedios en tiempos de “crisis”
•Aplícate una bolsa con hielo durante menos de dos minutos para bajar la inflamación.
•Mantén una buena higiene anal y evita rascar o frotar la zona afectada, para prevenir infecciones.
•Lávate la zona alternando agua tibia y agua fresca, 3 o 4 veces al día durante 10 o 15 minutos, especialmente después de ir al servicio.
•Límpiate con toallitas húmedas especiales para la higiene anal.
•El agua de hamamelis alivia la picazón.
•Sécate con una toalla muy suave por contacto, no frotando.
•Las cremas antihemorroidales con lidocaína se pueden usar durante un tiempo limitado: no más de cinco o siete días seguidos, porque pueden llegar a provocar más sangrado. Las cremas de corticosteroides pueden ayudar a disminuir el dolor y la hinchazón. En cualquier caso, antes de usar estos medicamentos, consúltale al médico.
•Los analgésicos ayudan a calmar el dolor.
•No reprimas el deseo de ir al baño. Retrasar la evacuación provoca que las heces sean cada vez de más tamaño, con mayor consistencia y por tanto sea más difícil eliminarlas.

Para evitar que aparezcan
1.Prevén el estreñimiento con una buen aporte de fibra en tu dieta (frutas, verduras, cereales, legumbres) y líquidos abundantes.
2.Corrige las diarreas, si las tuvieras a menudo.
3.Evita las comidas picantes y reduce la ingesta de alcohol.
4.Haz ejercicio todos los días (sobre todo de piernas) para activar tu circulación sanguínea, y mantente siempre en un peso saludable.

http://www.sabervivir.es/contenido.php?seccion=1711&idnoticia=3

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