La mitad de las personas hipertensas no tienen la tensión bien controlada
Uno de los factores de riesgo cardiovascular más preocupantes es la hipertensión arterial (HTA), ya que afecta al 35% de la población adulta, llegando a un 40% en edades medias y al 68% en los mayores de 60 años. No en vano, los expertos prevén que para el año 2025 la HTA habrá aumentado un 24% en los países desarrollados y hasta un 80% en los que se encuentran en vías de desarrollo.
Cada cuatro años de desde el año 2002 se publica el estudio un estudio epidemiológico transversal promovido por el Grupo de Trabajo de Hipertensión Arterial de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), que tiene como objetivo conocer el grado de control de la presión arterial en la población hipertensa española asistida en los Centros de Atención Primaria. Los datos de la última edición, Prescap 2010, se publicaron el mes pasado en Medicina Clínica.
Para evaluar la tensión se realizan dos medidas;la presión arterial sistólica (PAS) y la presión arterail diastólica (PAD). Según los resultados del trabajo, el 46,3% presentó buen control de PAS y PAD, el 52,1% solo de la PAS y el 71,0% de la PAD. Cuando se consideraron las recomendaciones más recientes de la Sociedad Europea de Hipertensión, el porcentaje de pacientes bien controlados ascendió al 61,6%.
En términos generales el estudio indica que casi 5 de cada 10 hipertensos tienen bien controlada lada. Además, apunta que "existen diferencias importantes según el horario de consulta y la toma previa de antihipertensivos".
El mal control de la HTA se relacionó especialmente con no tomar la medicación el día de la visita, con el consumo elevado de alcohol, con la antigüedad del diagnóstico de HTA, con la existencia de dislipidemia, con la edad y con el antecedente de obesidad, todos ellos factores previamente identificados como determinantes de mal control. Así, mientras que el grado de control de la PAD aumenta con la edad a partir de los 55 años, el de la PAS desciende significativamente con el paso de los años; este hecho justifica que, en líneas generales, se encuentre peor control de la PA conforme aumenta la edad. Los tres factores de riesgo cardiovascular más prevalentes fueron la obesidad abdominal (60,8%), la dislipidemia (58%) y el sedentarismo (55,5%). La diabetes tipo 2 se observó en el 30,9% de los pacientes y los antecedentes personales de enfermedad cardiovascular más frecuentes fueron la cardiopatía isquémica (10,1%) y la insuficiencia cardíaca (5,1%).
Desde el punto de vista de diferencias por sexos, el buen control de la presión arterial es inferior en los varones (46,2%) que en las mujeres (53,8%), encontrándose diferencias estadísticamente significativas.
Los estudios poblacionales publicados hasta ahora han mostrado peor grado de control que el observado en el citado trabajo, entre otros motivos porque estas encuestas analizan población general, en la cual muchos hipertensos no están diagnosticados y, por tanto, no reciben tratamiento. "La doble medición de la presión en cada visita, que paradójicamente no suele realizarse de forma habitual en la práctica clínica puede ser uno de los aspectos clave en el grado de control observado en nuestro estudio", señalan los autores en el texto.
Cada cuatro años de desde el año 2002 se publica el estudio un estudio epidemiológico transversal promovido por el Grupo de Trabajo de Hipertensión Arterial de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), que tiene como objetivo conocer el grado de control de la presión arterial en la población hipertensa española asistida en los Centros de Atención Primaria. Los datos de la última edición, Prescap 2010, se publicaron el mes pasado en Medicina Clínica.
Para evaluar la tensión se realizan dos medidas;la presión arterial sistólica (PAS) y la presión arterail diastólica (PAD). Según los resultados del trabajo, el 46,3% presentó buen control de PAS y PAD, el 52,1% solo de la PAS y el 71,0% de la PAD. Cuando se consideraron las recomendaciones más recientes de la Sociedad Europea de Hipertensión, el porcentaje de pacientes bien controlados ascendió al 61,6%.
En términos generales el estudio indica que casi 5 de cada 10 hipertensos tienen bien controlada lada. Además, apunta que "existen diferencias importantes según el horario de consulta y la toma previa de antihipertensivos".
El mal control de la HTA se relacionó especialmente con no tomar la medicación el día de la visita, con el consumo elevado de alcohol, con la antigüedad del diagnóstico de HTA, con la existencia de dislipidemia, con la edad y con el antecedente de obesidad, todos ellos factores previamente identificados como determinantes de mal control. Así, mientras que el grado de control de la PAD aumenta con la edad a partir de los 55 años, el de la PAS desciende significativamente con el paso de los años; este hecho justifica que, en líneas generales, se encuentre peor control de la PA conforme aumenta la edad. Los tres factores de riesgo cardiovascular más prevalentes fueron la obesidad abdominal (60,8%), la dislipidemia (58%) y el sedentarismo (55,5%). La diabetes tipo 2 se observó en el 30,9% de los pacientes y los antecedentes personales de enfermedad cardiovascular más frecuentes fueron la cardiopatía isquémica (10,1%) y la insuficiencia cardíaca (5,1%).
Desde el punto de vista de diferencias por sexos, el buen control de la presión arterial es inferior en los varones (46,2%) que en las mujeres (53,8%), encontrándose diferencias estadísticamente significativas.
Los estudios poblacionales publicados hasta ahora han mostrado peor grado de control que el observado en el citado trabajo, entre otros motivos porque estas encuestas analizan población general, en la cual muchos hipertensos no están diagnosticados y, por tanto, no reciben tratamiento. "La doble medición de la presión en cada visita, que paradójicamente no suele realizarse de forma habitual en la práctica clínica puede ser uno de los aspectos clave en el grado de control observado en nuestro estudio", señalan los autores en el texto.
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