DIOS ES AMOR, MEJOR CON HUMOR

viernes, 8 de febrero de 2013

La deshidratación también afecta al rendimiento cognitivo

La deshidratación también afecta al rendimiento cognitivo

La falta de reposición de líquidos afecta a diversas actividades intelectuales, destacando de manera especial las de atención, las psicomotoras, las de memoria inmediata y las evaluaciones de estado subjetivo como las más perjudicadas ante una hidratación inadecuada. Esa es la conclusión de un estudio sobre rendimiento cognitivo y deshidratación realizado por la doctora Ana Adan, de la Universidad de Barcelona, y que ha aparecido recientemente en la revista Journal of the American College of Nutrition.
La deshidratación se produce cuando la excreción de líquidos excede al consumo de éstos, y da como resultado un balance negativo del agua corporal. La deshidratación de carácter leve o moderado es un estado que "se puede producir con mucha facilidad y, en la actualidad, existen numerosos estudios científicos que han evidenciado la repercusión negativa que estas situaciones tienen en la capacidad de ejecución cognitiva", explica Adan. 
Se considera un estado de deshidratación leve la pérdida de un 1%-2% de agua corporal y, moderada, de un 2%-5%. Teniendo en cuenta estos parámetros, cuando el nivel de deshidratación es superior al 2%, disminuye la capacidad de memoria a corto plazo y puede afectar por igual a adultos jóvenes y a personas mayores. Por último, se considera severa cuando la deshidratación es superior al 5%, aunque esta situación no es habitual entre la población general.
En palabras de la profesora Adan, "una hidratación adecuada es un factor decisivo en la prevención de accidentes laborales y el desarrollo de enfermedades", y según esta experta, "por muy leve que sea la deshidratación, no es un estado deseable porque implica un desequilibrio en la función homeostática del medio interno que puede repercutir negativamente en la capacidad cognitiva, e interferir en la correcta realización de actividades laborales o académicas que requieran la utilización de habilidades mentales concretas". Los cambios en la cantidad de sales y electrolitos corporales producidos por la deshidratación, pueden alterar la actividad cerebral y el correcto funcionamiento de diversos sistemas de neurotransmisión que intervienen en el procesamiento cognitivo favoreciendo la pérdida de concentración y menor rendimiento, y aumentando las posibilidades de sufrir algún tipo de accidente laboral.

No hay comentarios:

Publicar un comentario