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domingo, 24 de febrero de 2013

LA OZONOTERAPIA

La mayoría de la gente ya lo sabe, y suelen ser los mismos enfermos que la piden a su médico y no al revés, que el médicos la ofrece como una alternativa a su paciente.
Esto se debe a que, como lo puso una vez un contable, el trabajo es laborioso. Y cuando aparece una cosa nueva, hay que poner algo de esfuerzo en aprenderla. Hay que cambiar la forma de trabajar, y si a uno le va bien lo que está haciendo no ve la necesidad de hacerlo de otra manera.
El primer convencido de que la ozonoterapia cura debe ser el médico. Solo entonces podrá convencer al que sufre. Pero para convencer a alquien de algo, hay que conocerlo, y muchos médicos no dan a la ozonoterapia ninguna oportunidad.

Un ejemplo típico es un Hospital General Comarcal de Tenerife. Paseando por sus pasillos, uno tiene la impresión de que acabamos de salir de una guerra: hay cantidad de gente con muletas y vendas, recién operados todos ellos cuando a lo mejor no hubiera hecho falta.
Pero su Director Médico ni sabe ni quiere saber de ozonoterapia. Quien sabe qué otros tratamientos ignora.
 No es el único; más bien es al revés, tenemos la experiencia de que es difícil encontrar un médico abierto a nuevos procedimientos y tecnologías. Pero los hay. La prueba es que estamos trabajando con éllos, y en otros países hay muchísimos.
 Hay otro obstáculo para que la ozonoterapia beneficie a los ciudadanos en general: la Seguridad Social española no paga nada. Sin duda es por ignorancia. Porque hay sociedades médicas al menos igual de competentes, como por ejemplo ASEPEYO de Madrid, que sí la paga y la aplica.
Al país en su conjunto le saldría muchísimo más barato curar hernias de disco y problemas de articulaciones con ozonoterapia en vez de dedicar personal médico y de pagar medicamentos carísimos durante largas temporadas para acabar operando y seguir pagando largas temporadas de tratamiento post-operatorio, con la baja por enfermedad correspondiente durante todo este tiempo.
De nuevo, estamos en desventaja con otros países. Pero ya sabemos que la ozonoterapia no es el único campo maltratado. En odontología, por ejemplo, el Estado se ahorra cada día una fortuna con nosotros. Y no solo en algunos campos concretos estamos abandonados, nos regatean partes esenciales para salvaguardar nuestra seguridad física y mental, que es nuestra vida: la prevención y la convalecencia (pida a un médico que le envíe a un balneario después de una larga enfermedad, cosa totalmente normal en Europa, hasta en los países ex-comunistas). Aquí solo nos curan nuestras enfermedades (no todas, y algunas mal o tarde), y nada se hace para evitarlas ni para que podamos recuperarnos adecuadamente.
 La ozonoterapia cura, y además lo hace en muchos casos en que la medicina tradicional ya no puede ofrecer remedio alguno (p. ej. con hepatitis virales: la mitad de los casos se curan solos desarrollando anticuerpos frente al virus, de la otra mitad, menos de un tercio responde a los medicamentos, básicamente Interferón alfa; un 20 % desarrolla cirrosis que suele acabar en cáncer si el paciente no se muere antes).
Igualmente importante, la ozonoterapia evita muchas cirugías, especialmente en la columna vertebral y en las articulaciones. Los sufrimientos, las molestias y las pérdidas de tiempo y de dinero para el paciente y para toda su familia, en particular cuando se tienen que desplazar, no tienen sitio dentro del cuadro médico. (Nota: 10 tratamientos de hernias de discos duran unos 100 minutos en total, una operación puede traer al paciente semanas, meses y hasta años de problemas).
Después, la ozonoterapia no tiene contraindiciaciones ni efectos secundarios como la mayoría de los tratamientos y medicamentos tradicionales, ni es irreversible como lo es una cirugía. En el peor de los casos, no aporta todo el efecto esperado.
Finalmente, la ozonoterapia ofrece tratamientos que no están disponibles de otra manera:

reduce los sufrimientos de pacientes operados de cáncer, a los que tienen enfermedades de insuficiencia inmunológica, o cuyo ciclo de vida se está terminando por razón de su avanzada edad: enfermos de Parkinson, de Alzheimer, con demencia senil, etc.
proporciona bienestar a los que no lo tienen, tanto enfermos como sanos: oxigenando todas las células del cuerpo, eliminando virus y bacterias, y reaccionando el ozono de diferentes maneras con los líquidos corporales lo cual estimula las funciones celulares desde el cerebro hasta las uñas, mejora la calidad de vida enormemente.
 
Dado que a veces se nos pregunta si la ozonoterapia es realmente eficaz, damos aquí unos ejemplos:
Las hernias discales necesitan entre 8 y 12 aplicaciones de ozono hasta su curación total, pero los dolores ya suelen desaparecen después de 4 ó 5 aplicaciones (aúnque a veces después de la primera o segunda aplicación; solo conocemos un caso en que tardó 7).
Un túnel carpiano, en el cual se funden tendones y tejidos de la mano y que habitualmente precisa una delicada intervención cirúgica, se cura con 2 a 3 inyecciones prácticamente indoloras.
Las arañas vasculares, que son venitas rojas más bien feas, desaparecen encuestión de segundos.
Las terapias del cáncer son ya, para muchos médicos especialistas, inconcebibles sin la aplicación del ozono ya que los pacientes registran una mejora en su bienestar general que ninguna otra medicina puede proporcionar.
Hepatitis y cirrosis hepática se suelen curar, e incluso totalmente si el tratamiento empieza a tiempo. Para muchos afectados, la ozonoterapia es la única posibilidad real de curarse ya que el interferón alfa solo cura en menos de un tercio de los casos (heptatitis C y algunos casos de B).
La celulitis desaparece normalmente; hay que ayudar con masajes drenantes y un cambio en los hábitos (ropa ajustada, falta de ejercicio, etc.) que la provocaron en primer lugar. La dieta sola no sirve.
En fibromiálgias, la ozonoterapia es solo uno de los componentes del tratamiento, pero posiblemente el más importante y fiable.
Una aplicación típica y beneficiosa para todos, tanto enfermos como sanos, es la autohemoterapia, en la cual se reinyecta, por la misma vía de la extracción, la sangre propia mezclada con el ozono. Los beneficios son múltiples: una mejora generalizada del organimso (al mejorar la circulación de sangre y optimizar el funcionamiento de todas las células) que retarda el proceso de envejecimiento celular, aumenta las defensas del organismo ante agresiones externas como infecciones, elimina hongos, bacterias y virus; cura una serie de heridas internas y externas (de la piel), estimula la función cerebral, y muchos más.
Estos beneficios de la autohemoterapia son especialmente apreciados en Alemania, donde se la aplican unos 2 millones de pacientes cada año.
También en España, mucha gente disfruta ya de esta terapia, incluso personajes públicos y algún club de fútbol de primera división.
 


http://www.ozonotenerife.com/cura.html

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