La verdad de Javier Rigau
La guerra entre Gina Lollobrigida y Javier Rigau se recrudece. Mientras la actriz italiana asegura no haber contraído matrimonio con el empresario catalán, él dice todo lo contrario. Asimismo, ella afirma que nunca ha firmado poderes para que se celebrara la ceremonia y él lo niega. Javier Rigau contesta, en LA RAZÓN, a las acusaciones de la intérprete.
–¿Por qué le consideran un cazafortunas?
–No tengo ninguna necesidad de hacerme con ninguna, porque quien la tiene soy yo desde hace muchísimo tiempo. La tengo tanto por mi familia como por mi trabajo.
–¿Cómo es Javier Rigau?
–Un trabajador nato. Como persona, soy amigo de mis amigos y no soporto la injusticia. Como pareja, el marido ideal.
–¿Cuando conoció a Gina salía con otra mujer?
–Ella tenía una relación seria y yo tenía muchas que no lo eran. Sí que es verdad que hasta que la conocí yo siempre era el otro, pero con Gina he sido el primero y he estado por encima de todo.
–¿Cómo se encuentra después de que su mujer le haya denunciado y asegure que se ha casado con usted sin su consentimiento?
–Ella organizó tres veces nuestro matrimonio. La primera, en 2001, pero no lo celebramos por respeto a mi familia. En 2006 fui yo quien no pudo con la presión mediática y la suspendí de manera unilateral a través de un comunicado. Esto nos costó un disgusto y estuvimos cuatro meses sin hablarnos. Ya en 2010 nos lo planteamos de verdad y fue ella quien tuvo la idea de unirnos por poderes.
–¿Por qué dice ahora que no sabía que estaba casada con usted?
–La verdad es que el primer sorprendido soy yo. Hemos tenido que hacer el doble de trámites que una pareja normal. Pero jamás he hablado mal de ella y no lo haré tampoco en el futuro, porque forma parte de la mitad de mi vida.
–¿Quién de los dos es quien quiere casarse?
–Fue una cosa de ambos. Mi madre y su hijo nos aconsejaron que siguiéramos juntos, pero que no contrajéramos matrimonio.
–¿No es un poco raro que una mujer no quiera estar presente el día de su boda?
–Lo hicimos así para evitar a la Prensa, queríamos que fuera un secreto. En el año 2006 ya fuimos el centro de todas las opiniones, nos llamaron de todo.
–¿Tampoco es lógico que vivieran separados?
–Es la única forma de que dos personas, con un carácter tan fuerte como el nuestro, duren.
–¿Por qué ella dice que nunca le dio poderes para casarse?
–No me los dio a mí, sino a un notario y están firmados por los tres. Es aberrante hacer esto a un marido.
–¿Por qué el matrimonio no está inscrito en el Registro Civil de Barcelona?
–Que no lo esté no es ninguna ilegalidad. Si lo estuviera, los chantajistas, que hay muchos, o cualquier periodista hubiera podido acceder a esa información, que es privada.
–¿Por qué el 29 de noviembre, día en que celebraron la boda, ha sido una fecha clave en sus vidas?
–Jamás se lo diré a nadie.
–¿Cómo se queda después de que en 2006 Gina hablara de la pasión que les envolvía y ahora confiese a los periodistas que nunca han mantenido relaciones sexuales?
–No voy a responder, porque es una estupidez y me parece de mal gusto. La que queda mal es ella.
–Gina dice que su intención es robarle sus propiedades después de su fallecimiento, ¿qué opina de esta acusación?
–Existe un contrato prematrimonial que dice que en el caso de que uno de los dos fallezca, quien vive no tiene acceso a ningún bien del otro. Los herederos de Gina tienen que ser su hijo y su nieto.
–¿Has tenido que ayudar a Gina económicamente alguna vez?
–Siempre me he portado como un buen marido, incluso antes de casarnos.
–Además, dice que redactó un testamento en el que le deja todos sus bienes y que también era falso.
–Sí, le entregué un testamento en el que la dejaba muy bien situada. En cambio, yo nunca se lo pedí a ella.
–¿Le duele que su mujer le llame estafador?
–No he oído que me lo haya llamado. Soy una persona que jamás ha tenido un solo antecedente penal.
–¿Qué le parece que reconozca que nunca ha estado enamorada de usted?
–Es una tontería. Yo he estado tan enamorado de Gina como ella de mí.
–¿Alguna vez ha tenido la necesidad de serle infiel?
–He tenido la oportunidad, pero jamás la necesidad.
–¿Es cierto que está enamorado de una mujer austriaca?
–No, pero tengo amistades. Mis principios me obligan a no enamorarme de nadie mientras estoy casado.
–¿Desde hace cuánto están en crisis?
–Desde el día que fui víctima de la encerrona de Andrea Piazzola, su secretario o chico de los recados. Es una mala persona. Nuestra relación no estaba tocada, pero sí el ambiente que la rodeaba. En abril de 2011, Gina despidió de una manera cruel y falsa a su abogada Gulia Citani. Lo mismo hizo con su gestor y con la empleada del hogar. Ella me ha llamado muchas veces desesperada estos últimos años. He sido quien más ha resistido y el último en desaparecer de esa casa.
–¿Qué ocurre durante su último viaje a Roma?
–Hacía quince días que no nos veíamos. Me sorprendió que viniera el chico de los recados a recogerme al aeropuerto, porque lo cierto es que no nos tragamos. Me puso una cámara oculta en el interior del coche y me llevó por un camino que no conocía. Nos pararon los carabinieri y encontraron en el maletero un fusil con mira telescópica. Nos llevaron a la comisaría para que él declarara. Fue ahí donde me dijo un policía que Gina me había denunciado porque aseguraba haber descubierto por internet que estaba casada.
–¿Ha llegado a temer por su vida?
–No, porque soy muy inconsciente.
–¿Por qué Gina no tiene relación con su hijo Milko?
–Por la mala influencia del chico de los recados. También ha dejado de lado a su nieto.
–¿Ha pensado en denunciarla?
–Me lo han propuesto los abogados y he dicho que de ninguna manera. Más bien, creo que hay que ayudarla.
–¿Volverías con ella si te pidiera perdón?
–Tendría que ser un perdón muy grande y sincero. No olvides que el 4 de julio cumplirá 86 años.
–¿Qué piensa su familia de todo esto?
–Mi madre no me ha comentado nada, porque por ella este matrimonio no se hubiera celebrado nunca. Mi padre y mi hermano no quieren saber nada al respecto de este tema.
–¿Qué mensaje le mandaría?
–El tiempo pondrá todo en su lugar. Me gustaría que entendiera que debería alejarse de la gente que la perjudica.
–¿En qué punto se encuentra su litigio con el abogado Javier Saavedra?
–Es el enano más sinvergüenza de nuestro país. El caso se encuentra todavía en fase de instrucción, pero le hemos puesto una querella por estafarnos más de 380.000 euros.
Un flechazo pasional
La pareja se conoció en 1984: «Llevo más de la mitad de mi vida con Gina. Fue un flechazo. Nos conocimos y desde entonces no nos habíamos separado. En un primer momento no hablamos de tener una relación, pero nos enamoramos y los dos lo dejamos todo para estar juntos», confiesa Javier Rigau, quien se siente molesto cuando escucha que siempre ha tenido relaciones con mujeres mayores, porque, dice, «no es verdad».
LAS ESCRITURAS DEL PODER, AL DESCUBIERTO
Desde que Gina Lollobrigida, de 85 años, ha declarado en los medios italianos que fue engañada para casarse, todas las miradas han apuntado a Javier Rigau, de 51. Sin embargo, LA RAZÓN muestra en exclusiva la escritura de poder especial para contraer matrimonio que la actriz y el empresario firmaron ante notario el 6 de agosto de 2010 en el Hotel Princesa Sofía de Barcelona. En estos poderes, se expone que es deseo e intención de doña Luigia Gina Lollobrigida unirse por lo civil o religioso a don Javier Rigau. Para ello, la intérprete confiere un poder especial a Luisa Sabater y a Pilar Guimerá. Fue ésta quien representó el 29 de noviembre de 2010 a Lollobrigida en la ceremonia religiosa, que tuvo lugar en la Parroquia Sans Viçens de Sarriá. Guimerá lució una esmeralda colombiana de 38 kilates que Rigau había regalado a su mujer. LA RAZÓN, además, se ha puesto en contacto con el sacerdote que ofició la ceremonia. Según Manel Valls, «si esta boda se hubiera celebrado sin el consentimiento de Gina, sería nula, pero me presentaron los poderes con el consentimiento de ambos».
“Dios es amor mejor con humor” trata de acercar El Antiguo Testamento a todos. La dosis de humor intenta facilitar la comprensión del Libro Santo. Siempre con respeto y con matices didácticos nunca pierde la parte espiritual y sensible de un conjunto de textos tan antiguos como actuales. Para traernos a un Dios que sigue con nosotros. Que nos perdona a pesar de las torpezas y debilidad del hombre. Que sigue con el pueblo elegido. Porque los elegidos somos los que nos dejamos elegir.
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