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domingo, 22 de junio de 2014

Los dientes de leche de Leonor

Los dientes de leche de Leonor

  • Primer plano de la Princesa de Asturias, Leonor. La heredera aún conserva los incisivos de leche. Hay muchas diferencias entre niños

  • Las primeras que se caen son las 'paletas' de abajo, seguidas de las de arriba


A finales de octubre, la nueva Princesa de Asturias cumplirá nueve años y como se pudo apreciar durante los actos de coronación de su padre, el Rey Felipe VI, aún conserva algunos de sus dientes de leche. ¿Cuándo se suele caer esta primera dentición? ¿A qué edad se recomienda la primera visita al dentista? Varios especialistas en Odontopediatría aclaran esta cuestión.
Como explica a EL MUNDO Antonia Domínguez, presidenta de la Sociedad Española de Odontología Infantil, la edad a la que se caen los primeros dientes es bastante variable de unos niños a otros y puede variar en función de criterios genéticos. "También influye la edad a la que aparecieron [si salieron antes también se suelen caer más precozmente] o la manera de masticar del niño", aclara.
De las 20 piezas de la boca infantil, normalmente, y casi por el mismo orden que aparecieron, los primeros dientes de leche que suelen recambiarse son los incisivos centrales de la arcada inferior; es decir, las paletas de abajo. Eso suele ocurrir entre los cinco o seis años, seguidos de los incisivos de arriba, un poco más tarde (entre los siete u ocho).
Pilar Moreno, especialista de Cuidado Odontológico Infantil, una clínica de Salamanca especializada en niños, explica que el recambio de toda la boca se produce en dos fases. "Primero caen los incisivos, entre los seis y nueve años, luego se produce un pequeño parón, y entre los 10-12 se recambia el resto de la dentadura (colmillos y muelas)".
Como explica Domínez, profesora titular de Odontología Infantil en la Universidad de Sevilla, normalmente no existe nada patológico en el hecho de que a un niño se le caigan los dientes un poco antes o un poco más tarde, pero los padres sí deben acudir al dentista si ven que no se produce el recambio de la dentición o si los dientes de leche se caen muy precozmente. "Puede ser, por ejemplo, que se deba a una mala oclusión", apunta al tiempo que aconseja consultar con un especialista si salen unos dientes pero no otros ("porque puede haber algo que interfiera").
"También deberían consultar si la pieza definitiva aparece sin que se haya caído la de leche (porque ambas no deben coincidir), o si se cae un incisivo y su pareja tarda en caerse", añade Moreno.

Dientes de leche

Los dientes de leche caen cuando el diente definitivo empieza a empujarlos desde debajo de la encía y lo va aflojando poco a poco, al ir desgastando las raíces. Pueden pasar semanas desde que el diente empieza a moverse hasta que se cae definitivamente, un tiempo en el que los especialistas piden paciencia para no dar tirones que pueden dañar la raíz y aumentar el riesgo de infecciones.
Domínguez sí recuerda la importancia de los dientes de leche como guía en el proceso de cambio y la posición de la dentadura definitiva; "son claves para guiar la salida de los dientes permanentes", explica, por eso s algún niño pierde una pieza de leche a una edad muy prematura por cualquier causa los dentistas suelen colocar una prótesis de plástico mientras sale el definitivo y para evitar futuros espaciamientos.
La especialista de Salamanca también recuerda que los huecos que suele haber en la dentadura de un niño pequeño, como los que luce la Princesa Leonor entre sus dos 'paletas' de arriba, son normales y permiten que las piezas definitivas -más grandes- tengan sitio. "De hecho, si un niño tiene los dientes de leche muy juntos y alineados, es probable que no tenga hueco suficiente cuando sea mayor", aclara. En el caso de que sea necesario un aparato, apunta la profesora Domínguez, estos pueden ponerse tan pronto como sean necesarios y el niño los tolere.
Los especialistas recomiendan iniciar la higiene de los dientes incluso antes de que estos aparezcan (lavando las encías de los bebés con una gasa empapada en agua). Ambas especialistas coinciden en que las sociedades odontológicas recomiendan la primera visita al dentista desde que aparecen los primeros dientes ("para detectar cualquier patología) y por lo menos antes de los tres años. "Eso va a facilitar además que el niño se familiarice con quien va a ser su dentista y lo vea como algo normal", añade Moreno.
Esta primera visita puede servir para detectar problemas en el recambio de las piezas, pero también otras alteraciones de la boca, como el frenillo o las caries, que también pueden aparecer antes de los tres años y suelen tener una evolución muy rápida.
 
 http://www.elmundo.es/salud/2014/06/20/53a40627e2704e377a8b4577.html
 

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