El tratamiento de la inflamación de los párpados ha de ser precoz y específico

El tratamiento de la inflamación de los párpados ha de ser precoz y específico

AURORA GUERRA Sólo tienen una misión: proteger al elemento más delicado de la cara. Los párpados proporcionan una envoltura especial a los ojos que los aisla del exterior y facilita su función. Sin embargo, su constitución es tan compleja que las dermatosis que los afectan presentan con frecuencia características propias. Éste es el motivo principal, por el que los especialistas insisten en que la inflamación de los párpados (blefaritis, como se la denomina en Medicina) debe consultarse rápidamente con el especialista ya que requiere un tratamiento precoz y específico. En la parte más externa de los párpados se encuentra la piel, la más delgada de todo el cuerpo (mide entre 700 y 800 micras). El borde libre, donde se encuentran las pestañas y unas glándulas sebáceas y sudoríparas especiales, continúa tras curvarse para adaptarse a la forma del globo ocular, con una parte interna y húmeda (la conjuntiva), que barre constantemente las impurezas gracias a las lágrimas y al parpadeo. Problemas de la inflamación de la piel de los párpados Cuando la piel de los párpados se inflama, los bordes se hinchan, se pierde su perfecta adaptación al globo ocular, y se altera el drenaje de las lágrimas. El lagrimeo constante obliga al uso de un pañuelo, lo que irrita y provoca, en un interminable círculo vicioso, nueva inflamación, lagrimeo e irritación. Si la blefaritis húmeda se hace crónica, los párpados congestionados provocan una caída lenta, pero progresiva, de las pestañas. Problemas de los productos irritantes Los productos irritantes, como los sprays o los limpiadores que contienen sustancias volátiles, causan la aparición de eccemas agudos o patología del globo ocular, como conjuntivitis de origen infeccioso o alérgico. Otras veces, la inflamación es seca. Es muy común que el paciente se levante con los párpados enrojecidos y llenos de escamas y costras que se desprenden con dificultad durante la higiene rutinaria. Las causas pueden ser muy variadas: dermatitis seborréica, psoriasis, eccema atópico, rosácea, medicamentos e incluso alteraciones psíquicas. Otros síntomas acompañantes Precisamente, y según un reciente artículo de la revista Rheumatology International, la blefaritis seca es uno de los síntomas que frecuentemente acompaña a los pacientes que están en tratamiento con medicamentos antidepresivos, aunque aún se desconoce si la causa principal es la medicación que toma el enfermo o el propio trastorno psicológico. El ácaro de la sarna, Sarcoptes scabiei, puede llegar a afectar también a la piel de los párpados, causando un picor intenso, inflamación, vesículas y costras. No obstante, su incidencia no es frecuente. Sin embargo, sí se ha demostrado una mayor incidencia de otro ácaro llamado Demodex folliculorum, presente en los folículos de las pestañas. Las alteraciones que causa este ácaro son leves, ya que a veces sólo provoca un discreto enrojecimiento y aumento de la caída de pestañas. Una piel muy debil La piel de los párpados es delgada y, generalmente, suele tocarse con los dedos muchas veces al día. Por eso es fácil que, en ella, aparezca el eccema alérgico por productos que, aunque no se aplican directamente en los párpados, son llevados a ellos a través de las manos. Las sustancias que con mayor frecuencia causan este trastorno son los cosméticos, en especial la laca de uñas. En general, y para evitar este tipo de problemas, es fundamental asegurarse la inocuidad de los productos cosméticos que se vayan a usar. Precauciones necesarias Éstos no deben contener níquel ni cobalto, los elementos que con mas frecuencia producen alergia. También hay que evitar los conservantes, como el Kathon CG. Las lacas de uñas no deben contener formol, tolueno o colofón. Asimismo, los perfumes, deben ser suaves y con una mínima capacidad alergizante. El eccema crónico de los párpados con descamación y engrosamiento de los mismos se presenta a veces, y sobre todo en mujeres de edad media, sin un motivo aparente. Adivinar la causa En ocasiones, la causa no se sospecha con facilidad debido a que el paciente no relaciona la hinchazón de los párpados con la sustancia que lo causa, ya que no la pone directamente en contacto con ellos. Por ejemplo, el cuidado de algunas plantas, como Prímula obconica, fuertemente alergizante, puede estar implicado en la aparición de este trastorno. La terapéutica de la inflamación de los ojos debe centrarse en la eliminación de su causa. Un tratamiento a ciegas puede ser perjudicial, pues ni la infección ni la irritación, ni la alergia tienen la misma terapia. Por tanto, la visita al especialista ante la aparición de los primeros síntomas es fundamental para evitar complicaciones.

http://www.elmundo.es/salud/2000/402/970139355.html