Impulso a la investigación de calidad sobre muerte súbita
La
muerte súbita es probablemente uno de los campos de la cardiología que
más incógnitas despierta. Con ánimo de presentar las últimas evidencias
en este ámbito y compartir inquietudes en el ámbito de la
investigación, Sevilla acogió el pasado fin de semana una reunión
organizada por la Cátedra de Cardiología de la Fundación de la Real
Academia de Medicina de Sevilla, dirigida por el doctor José María Cruz;
y el Cardiovascular and cell Sciences Research Institute St George's
de la Universidad de Londres, liderado por el doctor Juan Carlos Kaski.
La cita sirvió para analizar la relación entre cardiopatía isquémica y muerte súbita, la estratificación del riesgo, la prevención o el valor del estudio genético y las herramientas diagnósticas. En una ciudad como Sevilla cada año mueren súbitamente entre 30 y 35 personas con menos de 35 años, la mayor parte de ellas, casi 25%, por motivos cardiovasculares. El estudio Isbilia, del Servicio de Patología Forense del Instituto de Medicina Legal de Sevilla, ha registrado las causas de 207 casos de muerte súbita en personas entre 1 y 35 años por causas no violentas, un 17% de las 1445 muertes súbitas acaecidas en ese rango de edad. El 76% de las mismas fueron por enfermedades cardiovasculares entre las que destacaron la cardiopatía isquémica, el tromboembolismo pulmonar y las enfermedades del músculo cardiaco (miocardiopatías y canalopatías). "Es importante potenciar el estudio de cardiopatías hereditarias ya que muchas de estas enfermedades tienen un origen genético o hereditario", explica José María Cruz.
Según anuncia el experto, la reunión también ha servido para asentar las bases de un proyecto colaborativo de investigación amplio sobre la muerte súbita en el que intervendrían, entre otros, el citado centro de la Universidad de Londres o la Universidad de Padua, donde desarrolla su actividad Cristina Basso, cardióloga italiana que participó también en la reunión y que lleva más de una década investigando la muerte súbita en jóvenes deportistas.
La celebración de esta reunión y el impulso a la investigación servirá para la creación de protocolos aplicables al entorno de los fallecidos por muerte súbita. Según datos aportados por el doctor Cruz, la enfermedad hereditaria asintomática se da en el 25% de los familiares en primer grado de fallecidos súbitamente. Por ello "es muy importante la realización de estudios fisiológicos y el consejo genético". Además, "a los familiares que puedan estar en muy alto riesgo se les instala un desfibrilador implantable", indica Cruz.
La cita sirvió para analizar la relación entre cardiopatía isquémica y muerte súbita, la estratificación del riesgo, la prevención o el valor del estudio genético y las herramientas diagnósticas. En una ciudad como Sevilla cada año mueren súbitamente entre 30 y 35 personas con menos de 35 años, la mayor parte de ellas, casi 25%, por motivos cardiovasculares. El estudio Isbilia, del Servicio de Patología Forense del Instituto de Medicina Legal de Sevilla, ha registrado las causas de 207 casos de muerte súbita en personas entre 1 y 35 años por causas no violentas, un 17% de las 1445 muertes súbitas acaecidas en ese rango de edad. El 76% de las mismas fueron por enfermedades cardiovasculares entre las que destacaron la cardiopatía isquémica, el tromboembolismo pulmonar y las enfermedades del músculo cardiaco (miocardiopatías y canalopatías). "Es importante potenciar el estudio de cardiopatías hereditarias ya que muchas de estas enfermedades tienen un origen genético o hereditario", explica José María Cruz.
Según anuncia el experto, la reunión también ha servido para asentar las bases de un proyecto colaborativo de investigación amplio sobre la muerte súbita en el que intervendrían, entre otros, el citado centro de la Universidad de Londres o la Universidad de Padua, donde desarrolla su actividad Cristina Basso, cardióloga italiana que participó también en la reunión y que lleva más de una década investigando la muerte súbita en jóvenes deportistas.
La celebración de esta reunión y el impulso a la investigación servirá para la creación de protocolos aplicables al entorno de los fallecidos por muerte súbita. Según datos aportados por el doctor Cruz, la enfermedad hereditaria asintomática se da en el 25% de los familiares en primer grado de fallecidos súbitamente. Por ello "es muy importante la realización de estudios fisiológicos y el consejo genético". Además, "a los familiares que puedan estar en muy alto riesgo se les instala un desfibrilador implantable", indica Cruz.
http://www.diariodesevilla.es/article/salud/1799911/impulso/la/investigacion/calidad/sobre/muerte/subita.html
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