La salud mental también mejora si dejamos de fumar
Los profesionales de la salud que tratan a
las personas con problemas psiquiátricos suelen pasar por alto los
hábitos de fumar de sus pacientes, asumiendo que es mejor hacer frente
en primer lugar a la depresión, la ansiedad o los problemas de abuso de
sustancias. Ahora, una investigación de la Universidad de Washington,
en EE.UU., muestra que las personas que luchan con problemas del estado
de ánimo o adicción pueden dejar de fumar de forma segura y, además,
que el hecho de dejar el hábito está asociado con una mejor salud mental.
«Los médicos tienden a tratar la depresión y los problemas de
dependencia del alcohol o de drogas primero, permitiéndoles
'automedicarse' con cigarrillos si es necesario», afirma la
investigadora principal, Patricia A. Cavazos-Rehg. «Se supone que los
problemas psiquiátricos son más difíciles de tratar y que dejar de fumar
puede interferir con el tratamiento», agrega.
Pero en el estudio, publicado en «Physchological Medicine»,
Cavazos-Rehg, encontró que renunciar o reducir significativamente el
tabaquismo se relacionó con una mejora de los resultados de salud
mental. Dejar de fumar por completo o reducir a la mitad el número de
cigarrillos que se fuman al día se asoció con un menor riesgo de
trastornos del estado de ánimo como depresión, así como una menor
probabilidad de problemas de alcohol y drogas. «No sabemos si su salud
mental mejora primero y luego ellos están más motivados para dejar de
fumar o si dejar de fumar conduce a una mejora de la salud mental
-reconoce Cavazos-Rehg-. Pero de cualquier manera, nuestros resultados muestran una fuerte relación entre dejar de fumar y una mejor perspectiva psiquiátrica", añade.
Encuesta nacional
Además, los autores creen que los
graves riesgos para la salud asociados con el tabaquismo hacen que sea
importante para los médicos trabajar con sus pacientes en que dejen de
fumar, independientemente de otros problemas psiquiátricos. Cavazos-Rehg
y su equipo analizaron los cuestionarios recogidos como parte del 'Estudio Epidemiológico Nacional sobre Alcohol y Condiciones Relacionadas'.
En la década de 2000, poco menos de 35.000 personas fueron encuestadas
y, como parte del estudio, contestaron a preguntas sobre la bebida, el
tabaco y la salud mental en dos entrevistas realizadas con tres años de
diferencia.
Los científicos se centraron en
los datos de 4.800 fumadores diarios. Los que tenían alguna adicción y
otros problemas psiquiátricos en el momento de la primera encuesta eran
menos propensos a tener esos mismos problemas tres años después si
habían dejado de fumar y los que habían sufrido problemas psiquiátricos
al inicio del trabajo eran menos propensos a desarrollar estos problemas
más adelante si habían dejado el hábito.
Se supone que los problemas psiquiátricos son más difíciles de tratar y que dejar de fumar puede interferir con el tratamiento
En el momento de la primera
entrevista, alrededor del 40 por ciento de los fumadores diarios
sufrieron trastornos del estado de ánimo o de ansiedad o habían pasado
por estos problemas. Además, cerca del 50 por ciento de los fumadores
diarios sufrió problemas de alcoholismo y un 24 por ciento, problemas de
drogas. El 42 por ciento de los que continuaron fumando durante los
años entre las dos encuestas sufrió trastornos del estado de ánimo en
comparación con el 29 por ciento de las personas que dejaron de fumar.
Los problemas con el alcohol
afectaron al 18 por ciento de los que habían dejado de fumar en
comparación con el 28 por ciento de los que seguían con el hábito
tabáquico y los problemas de abuso de drogas afectaban sólo al 5 por
ciento de los que habían dejado el tabaco en comparación con el 16 por
ciento que continuaba fumando.
http://www.abc.es/salud/noticias/20140212/abci-tabaco-salud-mental-201402111722.html
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