DIOS ES AMOR, MEJOR CON HUMOR

domingo, 9 de marzo de 2014

el sexo es lo más divertido que se puede hacer sin necesidad de reír.

¿Que te haga qué?


Decía Woody Allen que el sexo es lo más divertido que se puede hacer sin necesidad de reír. Por eso, a la hora de poner en práctica las artes amatorias, tener una actitud saludable y conocer lo que de verdad te provoca satisfacción y placer es un 'must'. Pero resulta imprescindible afrontar estos temas con cierta destreza y siempre en perfecta sintonía con la pareja. Este es un objetivo tan esencial como que Cupido acierte con sus flechas en el candidato idóneo. Y, como dice el doctor Antoni Bolinches, psicólogo, sexólogo, terapeuta de pareja y autor del libro 'Sexo sabio' (Ed. DeBolsillo): "También lo es el saber conjugar la diversión con la responsabilidad. Ese es uno de los grandes retos de la sexualidad. Porque tanto en nuestro país como en el resto del mundo queda mucho camino por andar en la prevención de embarazos no deseados y en evitar conductas de riesgo susceptibles de transmitir enfermedades sexuales".
Una de las herramientas que permite relacionarse con el sexo de una forma más inteligente son los cada vez más solicitados talleres, como los que organiza la tienda erótica La Alegre Conchita ('laalegreconchita.com'), en Valencia. Los programas formativos sobre sexualidad son tan imprescindibles como el catálogo completo de juguetes y complementos eróticos. "Los espacios de aprendizaje de autoconocimiento sexual que ofrecemos facilitan el crecimiento erótico personal y de pareja, muy necesario para que cada uno pueda revisar su conducta, qué anhelos y dificultades tiene, cómo se siente deseando o siendo deseado... Todo esto repercute de forma positiva en la autoestima del usuario y también en una mayor satisfacción de sus propias vivencias", explica la sexóloga Raquel Lobato, propietaria de La Alegre Conchita. Hasta el punto de que a mejor sexo, léase más placentero y respetuoso hacia uno mismo y la pareja, mejor humor y relación. Al menos, es lo que confirma el último informe Durex de Bienestar Sexual, que revela que el 61% de los españoles se siente menos estresado si mantiene lo que considera una vida sexual estupenda, y el 51% declara que practicar sexo sano los convierte, a ellos y a sus parejas, en mejores compañeros en general, ya sea en calidad de marido o de esposa.
¿Hablar de tus intimidades en grupo? Sí, has leído bien, ¡y ojo!, porque esto no es lo último. De Estados Unidos ya hemos adoptado el 'Sex Coach', donde un experto asesora en privado sobre cómo solucionar ciertos problemillas y mejorar las técnicas para aumentar el placer. No solo a nivel teórico, sino que a veces la consulta se realiza en vivo y en directo para que el entrenador pueda valorar in situ cuáles son los errores, tal y como vimos con el personaje de Helen Hunt en la película 'Las sesiones'.
La mujer tiene más zonas erógenas y capacidad orgásmica, y está más dispuesta a innovar que el hombre.
Aparte de estas recientes iniciativas 'made in Manhattan', en España también nos hemos acostumbrado a los libros y las películas subidas de tono que, como la reciente 'Nymphomaniac', de Lars Von Trier, contribuyen a la aceptación de un sexo cuyo abanico de posibilidades y fantasías es mucho más amplio que la tradicional postura del misionero o el hasta hace poco papel sumiso de la mujer. En el mencionado informe Durex, por ejemplo, uno de cada cuatro españoles confesó que está abierto a nuevas experiencias. Y el 23% manifestó que le gustaría practicar sexo con más de una persona a la vez. ¿Demasiado escandaloso? No, siempre y cuando la pareja acepte la propuesta, pues, como sugiere el doctor Bolinches, "todo está permitido si hay consenso. La relación ideal es aquella que surge cuando el código de las partes es sintónico y ambos actúan desde la regla de oro de una evolución natural". El listado de antojos en nuestro país sigue con un 11% aficionado a los 'strip tease' y un 10% al que le gustaría incluir los masajes -tanto darlos como recibirlos- entre sus prácticas habituales. "Es que no existe un modelo de lo atrevido", explica la sexóloga Raquel Lobato. "Para algunos puede ser el 'bondage', para otros el sadomasoquismo, y hay a quienes la nafefilia (placer producido al tocar y ser tocado) les resulte la bomba. Las formas de dar y obtener placer en cada persona son muy peculiares", dice la experta.
La trilogía 'Cincuenta sombras de Grey', de la escritora británica E.L. James, también ha contribuido ¡y mucho! a esta liberación sexual. Sus ventas han superado los tres millones de ejemplares en nuestro país y es obvio que lo que ha hecho que este romance entre un millonario y una estudiante de literatura arrase en todo el planeta ha sido el ingrediente sexo, con escenas explícitas en las que el deseo desenfrenado lleva a momentos de sumisión y sadomasoquismo. Seguramente, tres millones de personas enganchadas a las artes amatorias de estos personajes de ficción se habrán preguntado en alguna ocasión si ellas también podrían hacer algo así en
su vida real: atarse, esposarse, fustigarse..., en un entorno amoroso, por supuesto.
La cuestión es: ¿cómo se lo planteo a mi pareja? "La forma más delicada de pedirlo es que no necesites hacerlo, sino que surja de forma espontánea por la química entre los dos y el clima que aporta la situación. Porque solicitar de pronto las cosas casi nunca resulta positivo", señala Antoni Bolinches. La buena noticia es que, por muy atrevida que parezca, cualquier innovación sexual resultará sana y placentera para ambos si se siguen las pautas que él aconseja: "Haz todo lo que quieras, no hagas nada que no te guste, hazlo siempre desde el deseo previo, y de acuerdo con tu escala de valores sexuales".
Las tendencias eróticas de los últimos años no se ciñen solo a técnicas casi "perversas". El morbo también aparece en el 'King Out' (procurarse caricias y besos sin llegar a la penetración), el 'Booty Call' (tener sexo con alguien a quien conoces y a quien llamas solo para la ocasión) y hasta el sensual 'Footjob', con el que se
excita a a través de un masaje en los pies. Además están los juegos visuales, como el 'Splosh', donde uno de los dos encuentra el máximo placer en ver el cuerpo de su pareja untado de alguna sustancia como pintura, aceite o chocolate, y el 'Dogging' (practicar sexo en lugares públicos), que hace del riesgo de ser pillados in fraganti el elemento más 'hot' de la acción.
Llegados hasta aquí, solo nos queda decir que, al igual que Anastasia Steele en la ficción, las féminas se han apuntado al carro de probar nuevas experiencias. ¿Por qué? Por una razón tan sencilla y maravillosa como la que apunta el doctor Bolinches: "La mujer tiene más zonas erógenas y capacidad orgásmica, pero también mayor plasticidad y creatividad sexual, lo cual significa que está más dispuesta que el hombre a innovar y experimentar". ¡Ahí queda eso!

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