El Vall d'Hebron implanta una prótesis aórtica a una mujer embarazada
El hospital Vall d’ Hebron de Barcelona ha logrado que una mujer con
una cardiopatía grave pueda ser madre al implantarle una prótesis
aórtica biológica cuando estaba embarazada. Los médicos del centro le
introdujeron la prótesis mediante un catéter por la vena femoral y la
colocaron dentro de la válvula antigua para repararla. Con esta
intervención poco invasiva los especialistas lograron eliminar la
insuficiencia cardiaca que sufría la mujer debido al embarazo y también
salvar al feto.
Catalina Echegaray, de 28 años, sufre una cardiopatía congénita grave provocada por una excesiva estrechez de la válvula aórtica. Cuando tenía 22 años, los médicos del Vall d’ Hebron le colocaron una válvula biológica, que se deterioró por la sobrecarga que supone el embarazo. “El embarazo aumenta el flujo sanguíneo, lo que le provocó una insuficiencia cardiaca y una estenosis [estrechamiento de la válvula] grave”, ha explicado David Garcia-Dorado, jefe de Cardiología del hospital.
Ante esa situación, de riesgo para la vida de la madre y el feto, los médicos plantearon la posibilidad de interrumpir el embarazo, pero Echegaray quería seguir adelante. La opción de recambiar la válvula dañada mediante una intervención quirúrgica tampoco gustaba a la paciente ni a los médicos, puesto que comportaba un elevado riesgo -de hasta el 30%- de perder el feto y también podía comportar problemas para la madre.
El equipo de médicos decidió aplicar una técnica conocida como valve in valve (válvula dentro de la válvula): implantar una prótesis mediante un catéter introducido por una de las arterias femorales hasta llegar a la prótesis que no funcionaba. “La válvula se introduce plegada dentro de un tubo metálico comprimido”, ha relatado Bruno Garcia, jefe de la unidad de Hemodinámica. Echegaray pudo continuar con el embarazo y dio a la luz a las 37 semanas a un niño sano. “Es el primer caso documentado en que se hace esta intervención a una mujer embarazada”, ha explicado Garcia-Dorado.
El caso de esta paciente puede repetirse en mujeres en edad reproductiva que sufran cardiopatías que requieren la implantación de prótesis en las válvulas del corazón. Las prótesis más duraderas son mecánicas, pero estas requieren que el paciente tome medicación anticoagulante, lo que supone un elevado riesgo en caso de embarazo. Las prótesis biológicas, por otro lado, pueden degenerar si la mujer se queda embarazada, como sucedió con la que llevaba Echegaray, lo que supone un elevado riesgo.
Catalina Echegaray, de 28 años, sufre una cardiopatía congénita grave provocada por una excesiva estrechez de la válvula aórtica. Cuando tenía 22 años, los médicos del Vall d’ Hebron le colocaron una válvula biológica, que se deterioró por la sobrecarga que supone el embarazo. “El embarazo aumenta el flujo sanguíneo, lo que le provocó una insuficiencia cardiaca y una estenosis [estrechamiento de la válvula] grave”, ha explicado David Garcia-Dorado, jefe de Cardiología del hospital.
Ante esa situación, de riesgo para la vida de la madre y el feto, los médicos plantearon la posibilidad de interrumpir el embarazo, pero Echegaray quería seguir adelante. La opción de recambiar la válvula dañada mediante una intervención quirúrgica tampoco gustaba a la paciente ni a los médicos, puesto que comportaba un elevado riesgo -de hasta el 30%- de perder el feto y también podía comportar problemas para la madre.
El equipo de médicos decidió aplicar una técnica conocida como valve in valve (válvula dentro de la válvula): implantar una prótesis mediante un catéter introducido por una de las arterias femorales hasta llegar a la prótesis que no funcionaba. “La válvula se introduce plegada dentro de un tubo metálico comprimido”, ha relatado Bruno Garcia, jefe de la unidad de Hemodinámica. Echegaray pudo continuar con el embarazo y dio a la luz a las 37 semanas a un niño sano. “Es el primer caso documentado en que se hace esta intervención a una mujer embarazada”, ha explicado Garcia-Dorado.
El caso de esta paciente puede repetirse en mujeres en edad reproductiva que sufran cardiopatías que requieren la implantación de prótesis en las válvulas del corazón. Las prótesis más duraderas son mecánicas, pero estas requieren que el paciente tome medicación anticoagulante, lo que supone un elevado riesgo en caso de embarazo. Las prótesis biológicas, por otro lado, pueden degenerar si la mujer se queda embarazada, como sucedió con la que llevaba Echegaray, lo que supone un elevado riesgo.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/03/31/catalunya/1396269085_133298.html
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