La terapia televisiva de Charlie Sheen
Es
muy difícil librarse televisivamente de un animal provocador – en su
vida y en sus personajes– como Charlie Sheen. Después de armar la
marimorena en «Dos hombres y medio» y salir casi por la puerta de atrás,
uno de los actores mejor pagados de las series de ficción americana se
reenganchó en otro proyecto.
El canal Paramount Comedy emite hoy un
nuevo capítulo de la segunda temporada de la serie que narra la vida de
Charlie Goodson, un ex jugador de béisbol famoso por sus reacciones
violentas y fuera de lugar y que después de su carrera profesional se
hace fisioterapeuta e intenta ayudar a muy variopintos clientes con sus
problemas de ira. En Estados Unidos la serie marcó un récord al
conseguir pegar al televisor a 5,74 millones de televidentes en su
primer capítulo.
La fórmula del éxito también abarca al reparto, que
incluye a Selma Blair –que aparece en esta temporada pero acabó
abandonándola por problemas con Sheen–, Shawnee Smith, Baniela
Bobadilla, James Black o el propio padre de la criatura, Martin Sheen.
Entre los cameos más sonados están los de Denise Richards, Lindsay
Lohan, Kerri Kenney-Silver y Brian Austin Green, que seguramente
ayudaron a http://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/3970651/sociedad+comunicacion/la-terapia-televisiva-de-charlie-sheenque un proyecto que sólo contempló 10 capítulos en total haya
pasado a 45 por temporada.
La serie, según
los críticos, adolece de «narcisismo», que remarca el hecho –otra vez–
de que el personaje se llame igual que el actor, y debería prestar más
atención al contenido de los guiones para no sustentar el éxito tan sólo
en sus protagonistas. En los nuevos episodios, Charlie deberá hacer
acopio de voluntad para enfrentarse a un vecino que no ve bien que «la
casa del señor Goodson sea un psiquiátrico para individuos antisociales,
inestables y potencialmente peligrosos». También veremos que la
relación del grupo de terapia se estrecha y eso provoca conflictos más
personales.
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