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domingo, 9 de diciembre de 2012

Linfoma de Hodgkin

Linfoma de Hodgkin
La enfermedad o linfoma de Hodgkin (EH) es un cáncer del sistema linfático. Cuando se cataloga, se separa del resto de los linfomas por sus especiales características clínicas y su buen pronóstico.
El sistema linfático se halla repartido por todo el organismo (ganglios, bazo, timo, amígdalas, médula ósea, vasos linfáticos). En el Linfoma de Hodgkin una determinada célula del sistema linfático (célula de Reed-Sternberg) se reproduce de forma incontrolada causando el aumento de tamaño de los ganglios de una región del organismo para extenderse con el tiempo a otras áreas ganglionares vecinas, al bazo o la médula ósea. Es excepcional que el Linfoma de Hodgkin se extienda al hígado o a otros órganos y tejidos.
 
Su incidencia es de unos 20 nuevos casos por millón de habitantes y año. Suele afectar a personas jóvenes, de entre 15 y 35 años o a mayores de 55 años. En la población joven es más frecuente entre las mujeres y entre los segundos afecta predominantemente a los hombres.

Principales síntomas


El 60-70% de los pacientes están asintomáticos y son diagnosticados al detectarse el aumento de tamaño de un ganglio, por lo general de la zona lateral del cuello o encima de las clavículas, si bien también pueden observarse en axilas e ingles. En ocasiones una molestia abdominal puede ser indicativa de la inflamación del bazo. Algunos pacientes presentan síntomas derivados de la compresión de alguna estructura del organismo por los ganglios inflamados (tos seca, dolor en la región lumbar).

De forma característica los pacientes sintomáticos pueden presentar: fiebre, predominantemente por la noche; sudación profusa y pérdida no justificable de peso. Son también característicos de esta enfermedad los picores generalizados (prurito), que presenta el 10-15% de los pacientes, y el dolor de los ganglios inflamados tras una ingesta alcohólica.

Estudio

El diagnóstico del Linfoma de Hodgkin se efectúa mediante la biopsia de uno de los ganglios que ha aumentado de tamaño y deberá completarse mediante el estudio de extensión de la enfermedad (exploraciones encaminadas a averiguar cuántos territorios ganglionares se hallan afectos). Para ello deberán efectuarse análisis de sangre, una o varias pruebas de imagen (radiografías, ecografía, gammagrafía, escáner y/o resonancia magnética) y una biopsia medular (biopsia del hueso de la cadera) para poder valorar el estado de la médula ósea.

Tratamiento

El tratamiento del Linfoma de Hodgkin varía en función de la extensión de la enfermedad pero siempre se basa en la quimioterapia a la que en ocasiones se asocia radioterapia sobre el área afectada o sobre los territorios ganglionares del tórax y/o el abdomen.
 La quimioterapia consiste en la asociación de varios fármacos activos frente a la enfermedad, administrados cada 4 semanas durante un total de entre 3 y 8 ciclos en función de la extensión de la enfermedad.
 En los pacientes que no respondan a este tratamiento o en los que la enfermedad reaparezca después de haber sido controlada con quimioterapia, debe plantearse la práctica de un trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos con el que se puede rescatar un buen porcentaje de pacientes.
 El 75% de los pacientes con Linfoma de Hodgkin se curará gracias a dichos tratamientos.

http://www.fcarreras.org/es/linfoma-de-hodgkin_1845?gclid=CPWNy5eTjrQCFYXLtAod2jAAHA

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