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viernes, 21 de diciembre de 2012

Cómo pasar de la cárcel al gran éxito empresarial en apenas doce capítulos

Cómo pasar de la cárcel al gran éxito empresarial en apenas doce capítulos

A los 16 años, Ryan Blair vivía entre rejas en una cárcel de Los Ángeles, cumpliendo condena por sus actividades delictivas como parte de una peligrosa pandilla urbana tras haber sido atrapado por décima vez. A los 21, ya había fundado su propio negocio, 24/Tech. A los 33, Blair se ha convertido en uno de los grandes emprendedores de Estados Unidos y uno de los empresarios con mejor reputación en su país, así como en el principal ejemplo moderno del Sueño Americano, demostrando cómo se puede escalar a lo más alto desde los peldaños más bajos de la sociedad. Su último proyecto, ViSalus, una empresa de tecnología fundada en 2005, encabeza la lista de las compañías que han crecido más rápido durante la última década, nada menos que un 1.200% en sus tres primeros años.
La gente va a intentar conseguir tu dinero, así que tienes que mantenerte firme por tus principiosTan demandado se encontraba Blair que decidió editar Nothing to Lose, Everything to Win: How I Went from Gang Member to Multimillonaire Entrepreneur (Portfolio), parte autobiografía, parte libro de autoayuda, donde se recogen los trucos y actitudes que le han ayudado a triunfar en la vida, algo que también relata en todas las conferencias que imparte a lo largo del año y las entrevistas concedidas a medios como Business Insider, Forbes o ABC News o sus colaboraciones en la CNBC. Como señala el autor, las leyes de la calle no son tan diferentes de las de los grandes despachos.
–Pelea por lo que es tuyo. Nos sonará de haberlo visto en unas cuantas películas. El matón de la cárcel le pide al que acaba de ingresar que le dé su comida. Este se niega y recibe una buena paliza, pero a cambio, sabe que no le volverán a pedir el almuerzo y el matón elegirá otro objetivo más fácil e, incluso, puede que llegue a considerar al nuevo como uno de los suyos. Blair recuerda que “la gente va a intentar conseguir tu dinero, ya sea demandándote o metiendo mano en tu patrimonio, así que tienes que mantenerte firme por tus principios, porque si le das a alguien lo que te pide, ese sólo será el primero de una larga lista”.
–Obtener beneficios manteniendo las promesas. Blair lo tiene muy claro: “hay que hacer pagar a los mentirosos”. Con dicha aserción, el empresario señala que hay que compatibilizar la rentabilidad y la ética con el objetivo de crear una nueva América “donde la autenticidad lleve la voz cantante y nuestros beneficios no sean tasados, sino invertidos en crear más puestos de trabajo”. En una de las últimas entradas de su blog personal, Blair declaraba la guerra “a la avaricia” y señalaba que toda la sociedad, de los más ricos a los más pobres pasando por los activistas de Occupy Wall Street, debía trabajar junta, y no enfrentarse unos contra otros.
–No contrates a gente a la que le gusten todas tus ideas. Como señala el autor, “la adulación te hace sentir bien, pero no paga las facturas”. Para Blair, es necesario que nuestros colaboradores nos pongan a prueba de vez en cuando y ofrezcan su punto de vista personal, por mucho que no lo compartamos. De lo contrario, cuando estemos equivocados, nos dirigiremos a la ruina. Eso sí, entre aplausos de nuestros compañeros.
Necesitas librarte de esa gente tan corta de vista que no es capaz de apreciar tu potencial–No mezcles trabajo con placer. Blair es un firme defensor de no confraternizar en exceso (no digamos ya entablar una relación amorosa) con sus trabajadores, pues considera que cuando lo personal comienza a interferir en nuestra empresa, es probable que comiencen a surgir determinados problemas. Por ello, hay que tener cuidado a la hora de seleccionar nuestros empleados y anticipar dificultades –o afinidades– futuras.
–Nunca expreses una emoción negativa en un correo electrónico. Es lo que el compañero de Blair John Tolmie denomina la “regla de las 24 horas”, y que debemos tener presente cuando, enfadados o decepcionados, nos apresuremos a contentar a un compañero, un superior o un cliente por e-mail. Este tipo de comunicaciones más delicadas sólo deben realizarse en persona, o como mucho, por teléfono.
–Gánate la confianza de la gente. “En la calle nunca confías en el primero con que te encuentras”, señala Blair. ¿Por qué hacerlo entonces en el también feroz mundo de los negocios? No debemos fiarnos de los demás sin que antes estos se hayan mostrado dignos de nuestra confianza. Al mismo tiempo, debemos hacernos creíbles a los ojos de los demás a través de nuestro propio comportamiento. La honestidad es lo más importante.
–La gente pequeña trata de rebajar tus ambiciones, pero la gente grande te hace sentir que tú también eres grande. Uno de los grandes maestros de Blair es el escritor Mark Twain, al que se refiere con relativa frecuencia en las páginas de su libro. Dicha sentencia nos recuerda de qué clase de personas deberíamos rodearnos para llevar a buen puerto nuestras iniciativas. El autor señala que “necesitas librarte de esa gente tan corta de vista que no es capaz de apreciar tu potencial, o demasiado amargada para aprovecharlo”. Entre toda esa gente que nunca le apoyó, el CEO de ViSalus señala que se encontraba su familia, sus amigos y algunos de sus compañeros.
–La sabiduría callejera es mejor que cualquier discurso rimbombante. Blair no se muestra impresionado por “la retórica, los currículos o las palabras de moda”, sino que prefiere que sea lo que sea que se le tenga que decir, se le comunique de manera directa y de manera práctica y aplicable a la vida real, no utilizando términos vacuos ni esa palabrería que no significa nada.
Contratar a alguien por un pálpito es como casarse en Las Vegas tras una noche de fiesta–Sé rápido para despedir pero lento para contratar. No se trata de comportarse como un déspota al menor error –otro de los consejos de Blair es “no poner jamás a la compañía por encima de sus trabajadores”–, pero sí de que no te tiemble el pulso a la hora de eliminar al trabajador que puede poner en peligro la eficiencia de todo el sistema, una vez se le hayan dado las oportunidades y avisos necesarios. Al mismo tiempo, contratar a alguien por un pálpito o después de una mera entrevista es “como casarse con alguien en Las Vegas tras una noche de fiesta”.
–La competencia no lo es todo. El autor señala que uno de los grandes problemas que suelen perjudicar a algunas start-ups es centrarse demasiado en destruir al rival y, de esa manera, descuidar lo que está ocurriendo en tu propia casa. Para Blair, en muchos casos es mejor centrarse en mejorar en términos generales sin pensar en lo que están haciendo en la casa de al lado.
–La vida es un teatro donde todos tienen sus papeles: algunos son protagonistas y otros, secundarios. Blair considera que pretender que todos los miembros de un mismo grupo u organización se encuentren al mismo nivel y gocen de la misma capacidad de decisión es contraproducente. Hay gente preparada para mandar y otra para cumplir órdenes. Ello no quiere decir que estos últimos no sean importantes, pero sí que hay que saber el lugar que corresponde a cada cual. Como señala, “todo el mundo en una compañía comparte un fin común, que es el de crear un mejor producto para el cliente y, de esa forma, obtener beneficios. Pero no todo el mundo puede estar en la sala de juntas y tampoco todos pueden estar en la cadena de montaje”.
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2012/12/13/como-pasar-de-la-carcel-al-gran-exito-empresarial-en-apenas-doce-capitulos-111034/

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