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sábado, 22 de diciembre de 2012

Un paréntesis llamado voluntariado

Una voluntaria con locales de Guatemala en un proyecto de Entreculturas. | Entreculturas.Un paréntesis llamado voluntariado

Es un paréntesis en su vida. Dejan su país, su casa, su trabajo, su realidad. Después de un año, volverán de nuevo sintiéndose una persona nueva, habiendo vivido una de las experiencias más duras y gratificantes pero sin ningún certificado que lo acredite. Para el resto, nada ha cambiado en ellos.
Los voluntarios internacionales se van a ciegas, sin ninguna protección oficial y sin esperanzas de reconocimiento de la importante labor realizada. Su trabajo nutre anualmente muchos de los proyectos de la Cooperación Española pero no son cooperantes, no cuentan con ningún respaldo legal. Las ONG, tras años de denuncias ignoradas, han presentado a la Agencia de Cooperación Española (AECID) una propuesta conjunta de 'regulación del voluntariado internacional'.
Exigen que los voluntarios internacionales dejen de ser invisibles en una política de cooperación que los necesita. "No son conocidos. No tenemos cifras sobre cuántos voluntarios hay y tampoco están reconocidos. No hay ningún reconocimiento dentro de la Cooperación Española. Es una invisibilización de un actor que participa en gran medida en ella", explica David Alonso, Coordinador de Voluntariado de Entreculturas.
Alonso asegura que es un paréntesis en su vida. "Es una experiencia muy enriquecedora pero supone una suspensión en la Seguridad Social en términos de cotización y efectos de currículum. No existe ningún tipo de entidad que facilite un certificado que sirva para acreditarlo", denuncia.
Los voluntarios tampoco cuentan con un seguro oficial sino que las propias ONG están obligadas a garantizárselo. No obstante, no existe control de la AECID sobre este aspecto, por lo que pueden tener una cobertura menor o tratarse de organizaciones no regularizadas, según explican desde Entreculturas.

Legislación vigente

La única legislación vigente en materia de voluntariado está enfocada al ámbito nacional, algo que las ONG consideran insuficiente y, según denuncian en un comunicado "no responde a la realidad de una labor con características y necesidades muy distintas de las que tienen lugar en el voluntariado del espacio nacional o europeo". No son comparables las condiciones de vida de los países desarrollados con las que deben soportar en el exterior de Europa, en países de África, Asia o Latinoamérica.
"Este mismo apartado aparece copiado en la Ley de Cooperación. No existe más regulación, tampoco el Plan Director incluye referencia a ellos", asegura el coordinador de Voluntariado de Entreculturas.
Las organizaciones firmantes del acuerdo recuerdan que el voluntariado internacional "se realiza frecuentemente en lugares y condiciones de notable dureza que pueden suponer riesgo para su salud y para su integridad física. Además, la labor que realizan contribuye a difundir en el exterior la solidaridad internacional".

Sus propuestas

Estas son las razones que argumentan su propuesta: un marco legal que contempla aspectos como los derechos y obligaciones de los sujetos de voluntariado internacional, formación, régimen de posibles incompatibilidades, reconocimiento y homologación de los servicios desinteresados que prestan y modalidades de previsión social. Para ello la regulación presentada a la AECID consta de tres aspectos que consideran "básicos":
- El reconocimiento por parte de la Administración del Estado del servicio del voluntariado internacional.
- Los derechos y deberes específicos que corresponden al voluntariado internacional al servicio de la cooperación para el desarrollo y a las entidades promotoras de dicho servicio de la cooperación española para el desarrollo.
- La concertación de un seguro colectivo por parte de la Agencia Española de Cooperación Internacional y que sea posible la adopción de a un régimen de la Seguridad Social dada la naturaleza voluntaria, no laboral, de su servicio.
Recuerdan que las ONG recurren desde hace años a los voluntarios de solidaridad internacional para estancias de diferente periodo, con el fin de participar en la gestión de los diferentes instrumentos de la cooperación para el desarrollo para fomentar la sensibilización en la sociedad española hacia los problemas de países en vías de desarrollo.
Según denuncian, la preocupación de la Unión Europea por el voluntariado internacional se ha expresado en repetidas ocasiones desde que la Recomendación de la Comisión Europea en 1985 sobre la protección social del voluntariado internacional, que insta a los estados miembros a garantizar su protección. La Cooperación Española continúa ignorando estas recomendaciones.

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