Tráfico de hombres
Les prometen buenos salarios y un futuro próspero, pero terminan “desapareciendo” y haciendo de todo contra su voluntad, en lugares lejanos, para poder sobrevivir. No se trata de redes de prostitución como en el caso de las mujeres. Son hombres obligados a realizar trabajos forzados, convertidos en virtuales esclavos de organizaciones delictivas. La trata humana no conoce de fronteras regionales ni continentales.
La trata humana, un negocio que no conoce de fronteras regionales ni continentales - AP
La trata de hombres para trabajos forzados crece constantemente y según se estima, sólo en Bielorrusia más de 800.000 personas desaparecidas podrían encontrarse en la vecina Rusia contra su voluntad. Cientos de miles tambien llegarían a países de la Unión Europea provenientes en muchos casos de Moldavia, Bulgaria y Rumania. Según la Organización Internacional del Trabajo, (OIT) más de 12 millones de personas son víctimas en todo el mundo del tráfico y la trata. Un 43 % son víctimas de redes de prostitución y un 32 % son obligados a trabajos forzados.La metodología siempre es la misma. Los traficantes convencen a las víctimas de emigrar en busca de trabajo y cuando llegan a destino combinan los malos tratos y las amenazas con la falta de pago y con restricciones para desplazarse. De esta manera pretenden evitar que las víctimas vuelvan a sus países de origen. En tiempos de globalización la problemática ya no conoce de fronteras regionales o continentales.
BOLIVIANOS EN RUSIA
Hace un tiempo más de 200 ciudadanos bolivianos fueron reclutados por la empresa boliviana Cidenbol Carr SRL para ir a trabajar a Rusia en la construcción. El sueldo era más que tentador para los albañiles y plomeros bolivianos. Cidenbol, que hacía de intermediaria, les prometió 2.500 dólares mensuales para trabajar en las ciudades de Rostov y Novoshakhtinsk. Con esta promesa los obreros bolivianos se endeudaron por 5.500 dólares cada uno para pagar los pasajes y la visa y finalmente viajaron a Rusia donde la empresa Strovmaster se hizo cargo de ellos.Al poco tiempo las esposas y madres de los emigrantes dieron la voz de alarma e iniciaron una serie de protestas en Bolivia, acusando a la empresa de estafa. Denunciaron que sus familiares no solo no recibían el dinero prometido sino que vivían humillados, hacinados en barracas a pan y agua y en condiciones inhumanas. Finalmente y tras la intervención de Rusia y Bolivia pudieron regresar a su país.
"La trata de mujeres y de hombres es un problema creciente y hay que crear conciencia para poder ayudar a las víctimas. OIM trabaja con gobiernos y organizaciones para incentivar la lucha contra la trata de personas”, dice a Observador Global Luciana Lirman de la oficina regional de OIM en Buenos Aires.El tráfico y la trata de personas es hoy un gran negocio que genera cerca de 30.000 millones de dólares segun datos de la OIT. El fenómeno no es nuevo pero cobra mayor relevancia con la globalización y la apertura de mercados.
Se estima que millones de personas caen en manos de redes criminales todos los años, y los hombres constituyen una importante proporción, según la OIM.
“Con el ir y venir de bienes y personas aparecen también las redes de traficantes. Para ellos, hombres, mujeres y niños son solo mercancías. Nuestro objetivo es tratar de reducir esta modalidad y al mismo tiempo hacerla muy visible, dice Luciana Lirman
Sobre la Organización Internacional para las Migraciones
La OIM cuenta con 125 Estados Miembros y 90 Observadores, entre ellos 18 Estados y 74 Organizaciones Internacionales y No Gubernamentales de alcance Mundial y Regional; más de 380 Representaciones y un staff de más de 5500 personas que trabajan en más de 1600 proyectos.
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