La 'aventura solidaria' de Trent Arsenault, ingeniero californiano de 36 años, puede estar a punto de truncarse. Después de cinco años donando su semen por internet a parejas que no pueden tener hijos, la FDA (la agencia que regula los medicamentos y productos sanitarios en EEUU) le ha advertido que no puede seguir con esta actividad. De continuar con ella, podría tener que enfrentarse a una multa de 100.000 dólares (unos 77.000 euros) y un año de prisión.
Vaso con una muestra de esperma de T. Arsenault.
Otra de las motivaciones que, según confiesa, le ha llevado al sistema de venta on line es que no se trata de un compromiso anónimo, como ocurre en los bancos de esperma, lo que le permite poder tener algún día una relación con sus hijos, según ha reconocido en un reportaje publicado en el San Francisco Chronicle. No obstante, Aresanult se libera de tener alguna carga con el fruto que pueda dar su esperma tal y como manifiesta un contrato que hace firmar a los futuros padres que contacten con él a través de su página web donde, entre otras cosas, incluye su estatura, grupo sanguíneo, dieta, historia médica e imágenes de cuando era pequeño.
Las parejas "contactan conmigo porque mi esperma es fresco, no congelado", ha explicado al diario Silicon Valley Mercury News. "Estoy ayudando a personas que lo necesitan. No estoy haciendo un negocio de esto", ha declarado a Huffington Post.
Sin embargo, el pasado mes de noviembre la FDA, que ha estado vigilándole durante algo más de un año, le comunicó que "debe cesar esta producción" que ha generado en 328 donaciones a 46 mujeres diferentes, tal y como recoge ahora CBS News. Este organismo le ha recordado que su esperma no ha pasado ninguna prueba, que cumpla con las normativas estatales, que constate que está libre de enfermedades transmisibles.
Una inspección realizada en la casa de Arsenault entre agosto y septiembre del año pasado encontró, entre otras alteraciones sanitarias, que no tomaba ninguna de las precauciones requeridas legalmente para prevenir la expansión de enfermedades u ofrecer la necesaria documentación sobre ello.
Arsenault explicó el pasado octubre a The Daily Beast que la policía local le entregó una carta en la que se le informaba que, de mantener su actividad de "obtención, procesamiento, almacenamiento, etiquetaje, empaquetamiento o distribución" del esperma, se podría enfrentar a una multa de hasta 100.000 dólares y un año de prisión. Algo que parece no asustar a este ingeniero que ha reconocido que guardó la carta "por si algún día decido subastarla por eBay".
Este 'donante solidario' no es el único que ofrece su semen gratuitamente ya que existe un registro de donantes privados de esperma que ponen en contacto a mujeres con donantes sin necesidad de contactar con los bancos de semen. "Si es legal ir a un bar, emborracharse y dormir con un extraño que conoces al azar, entonces posiblemente no sea ilegal ofrecer de forma limpia y sana esperma en un vaso", explica Beth Gardner, uno de los fundadores de este registro, a The Daily Beast.
Sin embargo, tanto la FDA como los especialistas advierten de los riesgos que conlleva esta práctica ya que el esperma donado no pasa por ningún control sanitario, tal y como ocurre en los bancos de semen y en las clínicas de reproducción asistida.
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/12/19/noticias/1324319890.html
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