Un cura no permite a una niña con discapacidad tomar la comunión
El cura párroco de Monforte del Cid, una localidad del interior de la provincia de Alicante, se niega a dar la comunión a una niña de siete años, que padece síndrome de Lenox, que conlleva una discapacidad mental. Ante la negativa un grupo de vecinos han iniciado una recogida de firmas en contra de una decisión que consideran impropia de la Iglesia.
El Obispado de Orihuela-Alicante ha asegurado este viernes que la decisión del párroco que no permite que una niña con una discapacidad severa realice la catequesis y haga la comunión, "no es una manía" del sacerdote sino que "responde a la normativa de la Iglesia", que requiere que los niños comprendan el sentido de este sacramento, según han informado fuentes de la Diócesis.
Amigos de la familia han decidido movilizarse y están recogiendo "cientos de firmas" en apoyo de la pequeña, de siete años y afectada por una discapacidad severa, ya que aunque la madre no quiso emprender ninguna acción cuando el sacerdote le comunicó la negativa porque se encuentra volcada en el cuidado de su hija, sí se sintió "sorprendida" y "hundida".
El pasado miércoles pusieron en marcha una campaña de recogida de firmas para respaldar a la niña ante una situación que consideran "injusta", y en dos días ya han recabado cientos de apoyos en el municipio, según la madre de la niña, María Carmen Pomares.
La negativa del cura se produjo el pasado mes de septiembre, cuando la madre de la pequeña de siete años acudió a inscribirla en los cursos de catequesis de la parroquia de Monforte del Cid. En la entrevista con el párroco, a preguntas de éste sobre el estado de la niña, la madre le comunicó su deseo de que hiciera la comunión pese a que, según admitió, su hija "no iba a comprender el significado de lo que iba a recibir".
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/04/19/valencia/1366385709_411252.html
“Dios es amor mejor con humor” trata de acercar El Antiguo Testamento a todos. La dosis de humor intenta facilitar la comprensión del Libro Santo. Siempre con respeto y con matices didácticos nunca pierde la parte espiritual y sensible de un conjunto de textos tan antiguos como actuales. Para traernos a un Dios que sigue con nosotros. Que nos perdona a pesar de las torpezas y debilidad del hombre. Que sigue con el pueblo elegido. Porque los elegidos somos los que nos dejamos elegir.
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