Diez cosas que no sabías sobre tu rojo de labios
La sociedad ha mantenido siempre una relación de amor-odio con el lápiz de labios desde que este existe. Una percepción vacilante que sin embargo las mujeres han sabido utilizar en su beneficio a lo largo de la historia. Y es que diferentes gobiernos y culturas de todos los siglos han intentado erradicar el carmín por considerarlo una ofensa o una actitud impropia de mujeres de bien, y muchas han sido juzgadas pública e injustamente por considerarse que inducían a la prostitución.
Según The Huffington Post, el icónico cosmético también causó algunas enemistades en pleno siglo XX, con Elizabeth Taylor a la cabeza. Y es que la actriz sentía tanta fascinación por el rojo de labios que quiso prohibir su uso a las demás mujer del set de rodaje. Sin embargo, la obsesión por el pintalabios ya era tal en aquella época que ni ella ni nadie podía pararla. Actualmente, el porcentaje de mujeres que se pintan los labios es asombroso, a este y al otro lado del charco, desde las salas de juntas hasta los eventos de etiqueta. Y parece que la necesidad de sentirse hermosas y femeninas es aún más poderosa en tiempos difíciles.
Hacemos un repaso a diez curiosidades históricas que te harán aliarte aún más con tu inseparable pintalabios:
- En la antigua Babilonia trituraban piedras semipreciosas para colorear sus labios. En el año 60 antes de Cristo, Cleopatra ideó una fórmula ‘mágica’ a base de huevos de hormiga y escamas de pescado y hacía moler escarabajos carmín para obtener un tono rojo profundo. Fue en la antigua Grecia cuando el color rojo comenzó a señalar a aquellas mujeres relacionadas con el vicio y la perversión, y es que en aquella época dejó de ser habitual el maquillaje.
- Durante el imperio romano, la pintura de labios se empezó a usar para diferenciar estatus. Incluso los hombres lo llevaban para indicar su rango.
- El lápiz de labios rojo siguió teniendo un significado real durante el reinado de la Reina Victoria I en el Siglo XVI. De extractos vegetales se extraía el pigmento carmesí, el contraste perfecto con la piel blanca como la nieve que Su Majestad también puso de moda.
- Sin embargo, el uso de cosméticos cayó en desgracia hacia mediados del Siglo XVII, y en 1770, el Parlamento de Inglaterra aprobó una ley que decía que las mujeres podrían ser procesadas si se sospechaba que habían seducido a los hombres para casarse con ellos utilizando lápiz de labios u otros medios cosméticos. En 1880, La Reina Victoria declaró que llevar maquillaje era considerado públicamente ‘descortés’.
- George Washington usaba pintalabios de vez en cuando... Y maquillaje, y peluca...
- A principios del siglo XX, muchas sufragistas estadounidenses llevaban lápiz de labios rojo como símbolo de independencia y desafío femenino, en su afán de escapar de las actitudes victorianas de la época. Miss Arden participó en este movimiento, llegando incluso a marchar con las sufragistas por la Quinta Avenida frente a la Puerta Roja de su propio Salón de Belleza. Escuchando su intuición como empresaria, ofreció a estas mujeres el lápiz de labios Elizabeth Arden. Con la promulgación de la 19 Enmienda en 1920, a las mujeres estadounidenses se les concedió finalmente el derecho al voto. Desde entonces, el lápiz de labios rojo sigue siendo un símbolo de poder.
- La Reina Isabel II encargó un pintalabios personalizado para que hiciera juego con su ropa durante su coronación en 1952. El tono elegido, un suave rojo-azul, se llamó 'El lápiz Balmoral', en homenaje a su país de origen (Escocia).
- A Liz Taylor le gustaba tanto su rojo de labios que intentó evitar que las demás mujeres le robaran protagonismo dictando que solo ella podría llevarlo en el set de rodaje.
- En la II Guerra Mundial, todos los cosméticos a excepción del pintalabios fueron racionados. Churchill decidió seguir produciendo este último porque creía que aportaba un efecto positivo en la moral de la sociedad. Sobra decir que las ventas durante esos años aumentaron de manera significativa.
- A medida que miles de mujeres se unían al esfuerzo de guerra, Elizabeth Arden fue creando varios tonos de rojo, como el 'Rojo Montezuma' y el 'Rojo Victoria', a juego con los uniformes de las mujeres que prestaban servicio en el ejército. Ese gesto demostraba que estas podían ser femeninas y fuertes, convirtiéndose la exhibición de este enérgico tono en un signo de valentía y patriotismo.
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