Abusar de los analgésicos produce más dolores de cabeza
Si usted es de los que cada dos por tres toma paracetamol, aspirina o ibuprofeno, solos o en un 'combinado', para su cefalea o migraña y, a pesar de todo, sigue con un perenne dolor de cabeza debería saber que el origen de su problema está en su intento de solucionarlo: la medicación. Los expertos advierten de que el abuso de fármacos para combatir este trastorno es una lucha inadecuada y contraproducente o, como se diría popularmente, que es peor el remedio que la enfermedad.
No es anecdótico. Se estima que hasta una de cada 50 personas tiene cefalea causada por la ingesta excesiva de analgésicos. Esta semana los Institutos Nacionales de Salud británicos, más conocidos por sus siglas NICE, advertían en un comunicado sobre los riesgos del abuso de analgésicos para tratar las cefaleas o las migrañas y publicaban unas guías informativas para médicos de Atención Primaria y para el público en general. Tomar estos medicamentos con demasiada frecuencia, la mitad de los días del mes (día arriba, día abajo), empeora el dolor de cabeza. Hecho que en España es bien conocido por los neurólogos.
"La cefalea por abuso de medicación está descrita desde hace tiempo en la clasificación de estos trastornos realizada por la Sociedad Internacional de Cefaleas. Es bien conocida por los médicos, sobre todo por los neurólogos. El problema es que en el Reino Unido hay muy pocos neurólogos en comparación con España, no sé exactamente las cifras, pero la relación podría ser de un especialista allí por cada cinco aquí. Por este motivo, comunicados como este los hacen con relativa frecuencia para informar a los médicos de Atención Primaria, que son quienes tratan a estos pacientes", explica Patricia Pozo, secretaria del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología.
De ahí que en las nuevas guías elaboradas por NICE se establezcan cuáles son los criterios para considerar que una persona está en riesgo de sufrir una cefalea por abuso de medicación. De esta manera, establecen dos grupos. El formado por paracetamol, aspirina y antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno, que, cuando se toman "15 o más días al mes, pueden causar dolor de cabeza por abuso", explica Martin Underwood, médico y profesor de Atención Primaria de la Warick Medical School y uno de los autores de la guía del NICE.
El segundo grupo, compuesto por medicamentos más fuertes, como los triptanos, opiáceos o una combinación de analgésicos, no debe tomarse 10 o más días al mes, ya que de lo contrario es probable que generen una cefalea constante en las personas que ya padecen este problema o tienen migraña.
Aunque la cefalea es el problema neurológico más frecuente al que se enfrentan tanto los médicos de primaria como los neurólogos, "muchas personas no reciben el diagnóstico correcto", afirma el doctor Gillian Leng, subdirector ejecutivo del NICE. "Esperamos que nuestras guías sirvan para ayudar a estos profesionales a diagnosticar adecuadamente el tipo de cefalea y reconocer mejor a los pacientes cuyas cefaleas puedan ser originadas por una sobredependencia a los medicamentos".
Tratamientos para cada uno
Cada tipo de cefalea requiere un tratamiento específico y un control distinto. "La cefalea en tensión o tensional, aquella generada por el estrés y que la suelen tener de forma esporádica la mayoría de las personas, puede tratarse con analgésicos habituales. Sin embargo, para la cefalea en racimos, con un dolor más intenso focalizado en un lado de la cara (zona frontotemporal) cuya duración oscila de una a tres horas y se asocia a lagrimeo y enrojecimiento de ojos, el tratamiento adecuado consiste en [fármacos denominados] triptanes u oxígeno inhalado a unas pautas concretas", explica Pozo.
Y luego están las migrañas, que afectan al 12% de la población, y que deben tratarse con fármacos triptanes o con antiinflamatorios.
Pero, estos medicamentos, tal y como señala la neuróloga española, son los que están indicados para los episodios esporádicos de cefaleas o migrañas. "Otra cosa es el tratamiento preventivo que debe considerarse cuando los dolores son muy frecuentes o incapacitantes. Tanto el uno como el otro lo debe pautar el médico, pero es con la medicación preventiva como se puede evitar, o paliar, la aparición de cefalea o migraña recurrente. Con un tratamiento adecuado, no aparecerá la cefalea por abuso de fármacos", aclara.
Origen multifactorial
El problema es que hay varios factores que conducen al abuso de este tipo de fármacos. "Todo el mundo sabe que hay productos que se pueden tomar cuando tienen dolor. Además, estos medicamentos se pueden comprar sin receta y no son caros. Por otro lado, en algunos casos, la migraña y algunos tipos de cefalea son recurrentes y es fácil anticiparse al dolor, por lo que mucha gente los consumen para prevenir el dolor, es más, muchas personas nada más levantarse se toman una pastilla con este fin", señala Pozo.
También está el hecho de que las migrañas si no se tratan pronto el dolor no termina de marcharse. Además, "los médicos hemos insistido mucho en esto. Pero el mensaje correcto es que hay que tomar la medicación cuando empiece el dolor, no antes. Por todas estas razones, en muchos casos se abusa de los analgésicos. Sobre todo, lo hacen las personas con migrañas".
De llegar al consumo que los médicos determinan peligroso (ingerir analgésicos fuertes 10 días al mes y 15, para los otros), en un plazo corto, de unos tres meses, esa cefalea o migraña inicial se puede transformar en un problema crónico conocido con el nombre de cefalea por abuso de medicación.
"Espero que la guía mejore la conciencia de que se abusa de estos fármacos tanto en Atención Primaria como por el público en general, porque la prevención es simple y el tratamiento es difícil. Hay que explicar al paciente que deberá dejar de golpe su medicación, que con ello su dolor de cabeza empeorará durante las siguientes semanas pero que luego mejorará", afirma Underwood.
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/09/20/neurociencia/1348167410.html
“Dios es amor mejor con humor” trata de acercar El Antiguo Testamento a todos. La dosis de humor intenta facilitar la comprensión del Libro Santo. Siempre con respeto y con matices didácticos nunca pierde la parte espiritual y sensible de un conjunto de textos tan antiguos como actuales. Para traernos a un Dios que sigue con nosotros. Que nos perdona a pesar de las torpezas y debilidad del hombre. Que sigue con el pueblo elegido. Porque los elegidos somos los que nos dejamos elegir.
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