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sábado, 29 de septiembre de 2012

A los hombres no les gustan las chicas con curvas, prefieren a las inteligentes

A los hombres no les gustan las chicas con curvas, prefieren a las inteligentes


El futuro de las relaciones humanas ya está aquí, tal como asegura un reciente estudio realizado por dos profesores de la Universidad de York en el Reino Unido. Al contrario que lo que señalan las tradicionales teorías evolucionistas respecto a por qué los hombres y las mujeres eligen determinadas parejas y no otras, y que atenderían a la necesidad de perpetuar la especie, los nuevos descubrimientos apuntan que no estamos programados de manera biológica para preferir un tipo de persona determinada, sino que nuestras exigencias están condicionadas por lo cultural y lo social.
¿En qué se traduce esto? Básicamente, en que los hombres cada vez den más valor a la inteligencia y formación (académica) de una mujer, y en que estas se fijen mucho más en la apariencia física de su partenaire masculino. No es tanto que se esté invirtiendo la tendencia (“la mujer es el nuevo hombre”), como que la igualdad social está dando lugar a un criterio unificado para ambos sexos a la hora de seleccionar sus compañeros. Estos resultados se han obtenido después de estudiar diez países diferentes y comparar su nivel de igualdad social (obtenido a partir de los datos del GGI, Global Gender Gap Index, del Foro Económico Mundial) con las respuestas de 3.177 entrevistados, recogidas por los autores, Marcel Zentner y Klaudia Mitura.
En aquellos países en los que la diferencia social y económica eran menores (como Finlandia o Islandia), las mujeres parecían mostrarse más atentas a la belleza de los hombres, y estos aseguraban valorar de mayor grado su inteligencia. Por el contrario, en los países donde las diferencias seguían siendo mayores (como Turquía), se ponía de manifiesto la importancia del papel de la mujer como madre, amante y ama de casa. Posteriormente, la expansión del estudio a 31 países y 8.953 voluntarios terminó de confirmar la hipótesis de los británicos.
Una nueva definición del éxito
En el artículo, llamado de manera bastante explícita Abandonando las sombras de la cueva: la diferencia de nivel económico entre géneros predice el grado de diferenciación sexual a la hora de elegir pareja, los investigadores ponen de manifiesto que en las sociedades más igualitarias los hombres ya no consideran una característica a destacar que sus mujeres sepan cocinar o que sean atractivas, sino que declaran que prefieren mujeres con una personalidad interesante o inteligentes. Todo lo contario que ocurre con ellas, que señalan que una buena apariencia en su compañero es más importante que su nivel económico.
Es la igualdad económica la que hace que las niñas sean mejores en matemáticasLa razón que aducen los investigadores es que, una vez ambos sexos gozan de los mismos derechos y que sus posibilidades para acceder al mercado laboral son semejantes, las mujeres ya no necesitan la protección económica del hombre (mucho menos la física, en cuanto que las habilidades que permiten el éxito social son otras), sino que pueden valerse por sí mismas y, por lo tanto, seleccionar su pareja a partir de otros criterios, como la apariencia. Exactamente lo que ocurría con el hombre en tiempos anteriores, lo cual contradice la repetida idea evolucionista de que el sexo masculino prefiere a las mujeres con curvas, jóvenes y atractivas porque persiguen una buena madre para sus hijos, y las mujeres no se fijan tanto en lo exterior ya que lo que necesitan es un hombre que proporcione seguridad y protección.
Los datos apuntados en el estudio son significativos. Los finlandeses aseguran preferir a una pareja más inteligente que ellos; las alemanas, que les gusta los hombres que saben cuidar su hogar –conocido es que Angela Merkel asegura compartir sus labores domésticas con su marido, Joachim Sauer– y, sin embargo, los coreanos del sur y turcos prefieren a las mujeres “que saben cocinar”, mientras que sus compañeras preferían “a aquellos con mejores perspectivas de futuro”. Es decir, que el ser humano se libra, en palabras de los autores, del “peso evolutivo” según la sociedad avanza y requiere otro tipo de características.
La discusión evolutiva
Como hemos visto, según el evolucionismo, un hombre debería ser capaz de proveer recursos económicos y ser fuerte y listo; una mujer, ser joven, tener curvas y ser fiel. Pero el éxito se obtiene en el mundo moderno de manera muy distinta a la de nuestros predecesores primitivos, con los que compartimos más determinantes biológicos de lo que podríamos pensar, por lo que se privilegian otros valores diferentes. Precisamente, otro reciente estudio al que se refiere Zentner en su investigación, señala que en las sociedades donde existe mayor igualdad entre géneros, las mujeres son mucho mejores en matemáticas. En el artículo, realizado por Jonathan M. Kane y Janet E. Mertz, se pone de manifiesto que “es la igualdad económica, y no otros factores como el tipo de colegio o la religión, la que influye en las capacidades de cada alumno a la hora de practicar matemáticas”.
Los autores del estudio de la Universidad de York recuerdan que “estos descubrimientos ponen en tela de juicio la idea de que las diferencias de género en la elección de compañeros estén determinada por la adaptación evolutiva que ha cambiado la biología de los seres humanos”, pero recuerdan que aún falta mucho por investigar, y que es posible que sí que nos estemos adaptando, pero de otra manera. “La capacidad para cambiar comportamientos y actitudes de manera relativamente rápida como respuesta a cambios sociales puede, de hecho, estar condicionada por un programa evolucionista que premie la flexibilidad por encima de la rigidez”, señala Zentner. O, dicho de otra forma, si de verdad seguimos evolucionando, lo estamos haciendo de manera que hombres y mujeres persiguen cada vez más las mismas cosas.
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2012/09/11/a-los-hombres-no-les-gustan-las-chicas-con-curvas-prefieren-a-las-inteligentes-105183/

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