Una cirugía pionera en el útero salva a niños con una malformación cardíaca
Médicos del Clínic y Sant Joan de Déu han participado en la intervención
Médicos de los hospitales Clínic y Sant Joan de Déu han salvado a un niño que tenía una malformación cardíaca operándolo antes de nacer con una técnica quirúrgica pionera.
El niño, que ahora tiene siete meses y medio, se desarrolla con normalidad, aunque deberá someterse a revisiones cardiológicas frecuentes, y posiblemente a alguna nueva intervención quirúrgica, a lo largo de su infancia.
La nueva técnica de cirugía permite curar una malformación de la válvula aórtica que afecta a unos diez fetos al año en Catalunya y unos 40 en toda España.
“Si no le hubiéramos operado, hubiera muerto en el útero antes de nacer. Es una malformación muy grave”, explicó ayer Eduard Gratacós, jefe del servicio de medicina materno-fetal del Clínic.
Los especialistas han explicado hoy detalles de la operación que se practicó hace unos 10 meses y que se ha dado a conocer ahora "porque se ha garantizado la supervivencia del niño", según el responsable del área de Corazón de Sant Joan de Déu, José María Caffarena.
Los médicos de Mataró (Barcelona) que seguían el embarazo de la madre detectaron que el feto padecía una estenosis aórtica crítica, una grave enfermedad que ponía en riesgo su supervivencia, por lo que pusieron en contacto a la futura madre con los especialistas del Clínic y Sant Joan de Déu. La patología provoca la obstrucción de una de las válvulas del corazón de manera que éste se atrofia y conduce a la pérdida del feto.
Esta es la primera intervención de este tipo que se lleva a cabo en Catalunya, y hasta ahora la única salida para las madres cuyos fetos presentaban esta patología era el aborto o que el niño naciese con graves problemas de salud y una limitada calidad de vida.
"Es una patología poco frecuente que afecta a uno de cada 5.000 fetos. En cualquier caso, no es fácil de diagnosticar y los fetos acostumbran a morir antes de ser diagnosticados", ha dicho el especialista en cirugía fetal del Clínic, Josep Maria Martínez.
La intervención se llevó a cabo a las 26 semanas de gestación y duró apenas 10 minutos. "Hemos de tener en cuenta que hablamos de una madre sana, de manera que la operación debe ser el mínimo de invasiva para ella y hay que garantizar que no se producirá ningún daño", ha dicho Martínez.
Los especialistas anestesiaron totalmente al feto y lo colocaron en una posición adecuada. "Es como si practicásemos una operación a alguien que está en una piscina. Hay que asegurarse que no se moverá porque puede haber un error de precisión que puede resultar mortal", ha dicho Martínez, que ha recordado que "el feto debe estar anestesiado para evitar que sienta dolor y que, como consecuencia, se mueva".
Una vez colocado el feto, los especialistas atravesaron con una aguja la pared abdominal de la madre. La aguja se introdujo hasta la cavidad torácica del feto para ir a buscar el corazón y la válvula aórtica. En este momento, el cardiólogo pediátrico introdujo un catéter con un balón desinflado en el extremo y lo infló en el punto obstruido de la válvula con la finalidad de desatascarla.
El cirujano cardíaco pediátrico José María Caffarena ha recordado que "se trataba de un corazón enfermo y la supervivencia del niño, si llegaba a nacer, era muy baja".
"El estado actual del niño es bueno. Es evidente que deberá pasar controles médicos, pero su calidad de vida será muy similar a la de cualquier otro niño de su edad", ha agregado el médico. Caffarena ha insistido que el niño ha nacido "con dos ventrículos bien desarrollados y con una enfermedad que tiene un pronóstico favorable".
El bebé nació a término y pesó 2,8 kilogramos. Tras un mes en la unidad de neonatos de Sant Joan de Déu pudo ir a casa y actualmente, con siete meses de vida, "es un niño con una cardiopatía, pero que puede hacer una vida normal", según el cardiólogo de Sant Joan de Déu, Carlos Mortera.
http://www.lavanguardia.com/salud/20110728/54193230136/una-cirugia-pionera-en-el-utero-salva-a-ninos-con-una-malformacion-cardiaca.html
La nueva técnica de cirugía permite curar una malformación de la válvula aórtica que afecta a unos diez fetos al año en Catalunya y unos 40 en toda España.
“Si no le hubiéramos operado, hubiera muerto en el útero antes de nacer. Es una malformación muy grave”, explicó ayer Eduard Gratacós, jefe del servicio de medicina materno-fetal del Clínic.
Los especialistas han explicado hoy detalles de la operación que se practicó hace unos 10 meses y que se ha dado a conocer ahora "porque se ha garantizado la supervivencia del niño", según el responsable del área de Corazón de Sant Joan de Déu, José María Caffarena.
Los médicos de Mataró (Barcelona) que seguían el embarazo de la madre detectaron que el feto padecía una estenosis aórtica crítica, una grave enfermedad que ponía en riesgo su supervivencia, por lo que pusieron en contacto a la futura madre con los especialistas del Clínic y Sant Joan de Déu. La patología provoca la obstrucción de una de las válvulas del corazón de manera que éste se atrofia y conduce a la pérdida del feto.
Esta es la primera intervención de este tipo que se lleva a cabo en Catalunya, y hasta ahora la única salida para las madres cuyos fetos presentaban esta patología era el aborto o que el niño naciese con graves problemas de salud y una limitada calidad de vida.
"Es una patología poco frecuente que afecta a uno de cada 5.000 fetos. En cualquier caso, no es fácil de diagnosticar y los fetos acostumbran a morir antes de ser diagnosticados", ha dicho el especialista en cirugía fetal del Clínic, Josep Maria Martínez.
La intervención se llevó a cabo a las 26 semanas de gestación y duró apenas 10 minutos. "Hemos de tener en cuenta que hablamos de una madre sana, de manera que la operación debe ser el mínimo de invasiva para ella y hay que garantizar que no se producirá ningún daño", ha dicho Martínez.
Los especialistas anestesiaron totalmente al feto y lo colocaron en una posición adecuada. "Es como si practicásemos una operación a alguien que está en una piscina. Hay que asegurarse que no se moverá porque puede haber un error de precisión que puede resultar mortal", ha dicho Martínez, que ha recordado que "el feto debe estar anestesiado para evitar que sienta dolor y que, como consecuencia, se mueva".
Una vez colocado el feto, los especialistas atravesaron con una aguja la pared abdominal de la madre. La aguja se introdujo hasta la cavidad torácica del feto para ir a buscar el corazón y la válvula aórtica. En este momento, el cardiólogo pediátrico introdujo un catéter con un balón desinflado en el extremo y lo infló en el punto obstruido de la válvula con la finalidad de desatascarla.
El cirujano cardíaco pediátrico José María Caffarena ha recordado que "se trataba de un corazón enfermo y la supervivencia del niño, si llegaba a nacer, era muy baja".
"El estado actual del niño es bueno. Es evidente que deberá pasar controles médicos, pero su calidad de vida será muy similar a la de cualquier otro niño de su edad", ha agregado el médico. Caffarena ha insistido que el niño ha nacido "con dos ventrículos bien desarrollados y con una enfermedad que tiene un pronóstico favorable".
El bebé nació a término y pesó 2,8 kilogramos. Tras un mes en la unidad de neonatos de Sant Joan de Déu pudo ir a casa y actualmente, con siete meses de vida, "es un niño con una cardiopatía, pero que puede hacer una vida normal", según el cardiólogo de Sant Joan de Déu, Carlos Mortera.
http://www.lavanguardia.com/salud/20110728/54193230136/una-cirugia-pionera-en-el-utero-salva-a-ninos-con-una-malformacion-cardiaca.html
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