'Una vez que conoces la realidad africana es difícil que no te pique el gusanillo'
El hospital almeriense de El Ejido le abrió las puertas de África cuando descubrió la realidad de las madres inmigrantes trabajando allí como matrona. Su peripecia vital le ha llevado desde entonces a escenarios como la República Centro Africana, el Congo, Chad y, en los últimos meses, en Sudáfrica (previo paso por Haití, donde colaboró con la Organización Mundial de la Salud en el control de la epidemia de cólera).Miguel Ángel Luque, un granadino de 39 años, trabajó en España 10 años como matrona ("orgulloso de serlo"), antes de que su horizonte vital y su curriculum se fuesen escurriendo poco a poco por otros territoriosuque, un granadino de 39 años, trabajó en España 10 años como matrona ("orgulloso de serlo"), antes de que su horizonte vital y su curriculum se fuesen escurriendo poco a poco por otros territorios: licenciado en Antropología, máster en Salud Pública, máster en Epidemiología, doctorado europeo en Medicina Preventiva...
"Una vez que conoces la realidad africana es difícil que no te pique el gusanillo, y poco a poco fui ampliando mi orientación profesional hacia este campo", explica ahora desde la Universidad de Ciudad del Cabo, donde está contratado como investigador postdoctoral en el Centro de Enfermedades Infecciosas, Epidemiología e Investigación (UCT-CIDER).
Este centro es pionero en la investigación del sida en el mundo, y dispone de la cohorte de pacientes con VIH más antigua y amplia de todo el continente africano. Fue allí precisamente donde se demostró por primera vez en el año 2000 que era posible tratar el sida en países con medios y bajos recursos, "¡un logro inconmensurable para la vida de millones de africanos!", se felicita Miguel Ángel. "Disponemos de datos de pacientes que están en tratamiento antirretroviral desde hace 10 años", explica Luque, que participa en una investigación sobre esta materia valorando la toxicidad de los tratamientos, realizando intervenciones sociales para mejorar la adherencia a la terapia, la prevención de la transmisión por vía materna...
Y aunque el suyo es básicamente un trabajo de despacho, de valoración de datos, también tiene una parte sobre el terreno, en la que ya ha tenido ocasión de ver con sus propios ojos el problema que el VIH representa en un país como Sudáfrica, el lugar del mundo con mayor número de infectados.
"Ciudad del Cabo es una ciudad europea, con todas las comodidades", explica, "esta universidad está entre las 200 mejores de todo el mundo y nuestro departamento tiene varias colaboraciones internacionales para liderar la estrategia del país contra el VIH". Aunque no cuesta mucho encontrar el contraste de esta Sudáfrica desarrollada con la de los townships, o barrios marginales, con cientos de miles de habitantes hacinados en viviendas tipo favelas.
De momento, Miguel Ángel y su familia (su mujer y su hijo Antonio), se han adaptado bien a la realidad sudafricana; aunque la investigación no les deja mucho tiempo para hacer vida social. Este verano, Antonio podrá ver a sus abuelas, aunque Miguel Ángel seguirá en Ciudad del Cabo tratando de hacer del mundo un lugar un poco más habitable.
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/07/28/hepatitissida/1311872616.html
"Una vez que conoces la realidad africana es difícil que no te pique el gusanillo, y poco a poco fui ampliando mi orientación profesional hacia este campo", explica ahora desde la Universidad de Ciudad del Cabo, donde está contratado como investigador postdoctoral en el Centro de Enfermedades Infecciosas, Epidemiología e Investigación (UCT-CIDER).
Este centro es pionero en la investigación del sida en el mundo, y dispone de la cohorte de pacientes con VIH más antigua y amplia de todo el continente africano. Fue allí precisamente donde se demostró por primera vez en el año 2000 que era posible tratar el sida en países con medios y bajos recursos, "¡un logro inconmensurable para la vida de millones de africanos!", se felicita Miguel Ángel. "Disponemos de datos de pacientes que están en tratamiento antirretroviral desde hace 10 años", explica Luque, que participa en una investigación sobre esta materia valorando la toxicidad de los tratamientos, realizando intervenciones sociales para mejorar la adherencia a la terapia, la prevención de la transmisión por vía materna...
Ciudad del Cabo
Luque compatibiliza ese proyecto con sendas investigaciones sobre cólera y otra sobre epidemiología perinatal, para estudiar la relación entre el estatus socioeconómico y la mortalidad fetal tardía: "las madres de origen subsahariano y con bajo nivel socio económico tienen tres veces más riesgo de tener un feto muerto en España según datos de 2008-2009 que pronto publicaremos en la revista 'European Journal of Public Health'".Y aunque el suyo es básicamente un trabajo de despacho, de valoración de datos, también tiene una parte sobre el terreno, en la que ya ha tenido ocasión de ver con sus propios ojos el problema que el VIH representa en un país como Sudáfrica, el lugar del mundo con mayor número de infectados.
"Ciudad del Cabo es una ciudad europea, con todas las comodidades", explica, "esta universidad está entre las 200 mejores de todo el mundo y nuestro departamento tiene varias colaboraciones internacionales para liderar la estrategia del país contra el VIH". Aunque no cuesta mucho encontrar el contraste de esta Sudáfrica desarrollada con la de los townships, o barrios marginales, con cientos de miles de habitantes hacinados en viviendas tipo favelas.
De momento, Miguel Ángel y su familia (su mujer y su hijo Antonio), se han adaptado bien a la realidad sudafricana; aunque la investigación no les deja mucho tiempo para hacer vida social. Este verano, Antonio podrá ver a sus abuelas, aunque Miguel Ángel seguirá en Ciudad del Cabo tratando de hacer del mundo un lugar un poco más habitable.
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/07/28/hepatitissida/1311872616.html
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