PARIS (Reuters) - Los partidos políticos de extrema derecha en Europa están redoblando su retórica anti musulmana y forjando lazos a través de las fronteras, en algunos casos visitando Israel para reconocer al Estado judío como un bastión de la lucha contra el Islam militante.
La líder del Frente Nacional Marine Le Pen horrorizó a la dirigencia política francesa en los últimos días comparando a los musulmanes que rezan fuera de atestadas mezquitas -una imagen común durante el mes sagrado de Ramadán- con la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Oskar Freysinger, defensor de la prohibición de los minaretes en Suiza, advirtió en una manifestación de la extrema derecha en París el sábado sobre la "islamización demográfica, sociológica y psicológica de Europa". Activistas alemanes y belgas también participaron en el acto.
Geert Wilders, cuyo partido populista de extrema derecha apoya al Gobierno de minoría holandés, dijo a Reuters la semana pasada que estaba organizando una "alianza internacional de libertad" para sumar a grupos civiles activos en "la lucha contra el Islam".
Previamente este mes, Wilders visitó Israel y apoyó los asentamientos en Cisjordania, declarando que los palestinos que viven allí deberían ser trasladados a Jordania. Otros alemanes, austríacos, belgas y suecos de la misma ideología hicieron una gira por Israel al mismo tiempo.
"Nuestra cultura está basada en el cristianismo, el judaísmo y el humanismo y (los israelíes) están luchando nuestra lucha", dijo Wilders a Reuters en Amsterdam la semana pasada. "Si Jerusalén cae, Amsterdam y Nueva York serán las siguientes", agregó.
Mientras busca aliados anti islámicos en el exterior, Wilders dijo que algunos viejos partidos de extrema derecha, como el Frente Nacional francés o el Partido Nacional británico, eran "partidos rotundamente racistas que no me importan" y que evitaría cooperar con ellos.
Temor por la soberanía
Las campañas contra los musulmanes han ganado terreno en Europa, algo que se expresó claramente con la prohibición de los minaretes en Suiza el año pasado y la ley francesa contra el uso del velo total en público. Wilders dijo que Holanda podría imitar la medida francesa el año próximo.
El apoyo a estas políticas se ha expandido más allá de los partidos anti inmigración y hacia el centro del espectro político, debido a que la globalización y el envejecimiento de la población en Europa promueven los temores del electorado en torno a la soberanía nacional, de acuerdo a un destacado analista francés.
El politólogo Dominique Reynie dijo que la crisis financiera había provocado que más votantes coincidan con la extrema derecha en que sus clases dirigentes eran incompetentes.
"Algunas personas rechazan lo que ven como un cambio de su entorno cultural o religioso", sostuvo en el diario parisino Le Monde. "Estos son problemas reflejados por las mezquitas, las burqas y los suministros de comida halal", agregó.
Algunos representantes de la derecha radical ven tendencias similares en Estados Unidos. Wilders asistió a una protesta en Nueva York el 11 de septiembre contra el plan de construir una mezquita cerca de la Zona Cero y el líder del Partido Libertad de Austria, Heinz Christian Strache, quiere visitar el país para reunirse con los líderes del movimiento Tea Party.
Le Pen, quien se está preparando para suceder a su padre Jean-Marie como jefa del Frente Nacional, insistió el domingo en que se deben suspender todos los subsidios públicos para construir mezquitas.
En cambio, varios políticos y líderes islámicos dijeron que los musulmanes a menudo rezan en la calle porque no tienen suficiente espacio en las mezquitas e instaron a construir más.
Oskar Freysinger, defensor de la prohibición de los minaretes en Suiza, advirtió en una manifestación de la extrema derecha en París el sábado sobre la "islamización demográfica, sociológica y psicológica de Europa". Activistas alemanes y belgas también participaron en el acto.
Geert Wilders, cuyo partido populista de extrema derecha apoya al Gobierno de minoría holandés, dijo a Reuters la semana pasada que estaba organizando una "alianza internacional de libertad" para sumar a grupos civiles activos en "la lucha contra el Islam".
Previamente este mes, Wilders visitó Israel y apoyó los asentamientos en Cisjordania, declarando que los palestinos que viven allí deberían ser trasladados a Jordania. Otros alemanes, austríacos, belgas y suecos de la misma ideología hicieron una gira por Israel al mismo tiempo.
"Nuestra cultura está basada en el cristianismo, el judaísmo y el humanismo y (los israelíes) están luchando nuestra lucha", dijo Wilders a Reuters en Amsterdam la semana pasada. "Si Jerusalén cae, Amsterdam y Nueva York serán las siguientes", agregó.
Mientras busca aliados anti islámicos en el exterior, Wilders dijo que algunos viejos partidos de extrema derecha, como el Frente Nacional francés o el Partido Nacional británico, eran "partidos rotundamente racistas que no me importan" y que evitaría cooperar con ellos.
Temor por la soberanía
Las campañas contra los musulmanes han ganado terreno en Europa, algo que se expresó claramente con la prohibición de los minaretes en Suiza el año pasado y la ley francesa contra el uso del velo total en público. Wilders dijo que Holanda podría imitar la medida francesa el año próximo.
El apoyo a estas políticas se ha expandido más allá de los partidos anti inmigración y hacia el centro del espectro político, debido a que la globalización y el envejecimiento de la población en Europa promueven los temores del electorado en torno a la soberanía nacional, de acuerdo a un destacado analista francés.
El politólogo Dominique Reynie dijo que la crisis financiera había provocado que más votantes coincidan con la extrema derecha en que sus clases dirigentes eran incompetentes.
"Algunas personas rechazan lo que ven como un cambio de su entorno cultural o religioso", sostuvo en el diario parisino Le Monde. "Estos son problemas reflejados por las mezquitas, las burqas y los suministros de comida halal", agregó.
Algunos representantes de la derecha radical ven tendencias similares en Estados Unidos. Wilders asistió a una protesta en Nueva York el 11 de septiembre contra el plan de construir una mezquita cerca de la Zona Cero y el líder del Partido Libertad de Austria, Heinz Christian Strache, quiere visitar el país para reunirse con los líderes del movimiento Tea Party.
Le Pen, quien se está preparando para suceder a su padre Jean-Marie como jefa del Frente Nacional, insistió el domingo en que se deben suspender todos los subsidios públicos para construir mezquitas.
En cambio, varios políticos y líderes islámicos dijeron que los musulmanes a menudo rezan en la calle porque no tienen suficiente espacio en las mezquitas e instaron a construir más.
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