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viernes, 24 de diciembre de 2010

Corea del Sur inicia nuevas maniobras militares en el Mar Amarillo

Corea del Sur inicia nuevas maniobras militares en el Mar Amarillo
Los ejercicios militares surcoreanos con fuego real han comenzado en Yeonpyong, la isla bombardeada el mes pasado por Corea del Norte tras unas maniobras similares. Según la agencia surcoreana Yonhap, destructores navales y cazas de combate surcoreanos han tomado ya posiciones.
Está previsto que los ejercicios duren alrededor de dos horas. La hora de comienzo fue retrasada sólo por la niebla, según la jefatura del Comando Conjunto surcoreano, que ha ignorado así la amenaza del régimen norcoreano de defenderse con aún mayor fuerza ésta vez y que había advertido que las pruebas pueden desatar una "catástrofe" en la zona.
Seúl había ordenado a cerca de 8.000 ciudadanos de cinco islas cercanas a la frontera norcoreana que acudan a los refugios subterráneos, una práctica común cuando se llevan a cabo este tipo de ejercicios. En Yeonpyong, el escenario de la última crisis, quedan alrededor de 280 civiles, según la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
Cuatro surcoreanos –dos militares y dos civiles- murieron el pasado 23 de noviembre en Yeonpyong a consecuencia de los bombardeos de Corea del Norte, cuya orilla se puede ver desde la isla. Ésta vez, Pyongyang ha prometido ser más mortífero en su respuesta.
Inmovilismo en Naciones Unidas
La última crisis en el Mar Amarillo había llevado a Rusia a convocar una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, aunque tras ocho horas de conversaciones, ayer domingo concluyó en Nueva York sin acuerdos concretos.
China, principal valedor de Pyongyang, y Rusia, también vecino inmediato de Corea del Norte, presentaron un borrador de declaración -que no de resolución-, donde pedían a ambos gobiernos coreanos ejercitar una "contención extrema" para evitar el conflicto.
Según la representante estadounidense en Naciones Unidas, Susan Rice, el resto de países, incluido el suyo, abogaban en cambio por una resolución donde se hacía hincapié en la condena a Pyongyang por los bombardeos del pasado 23 de noviembre.
Washington ha defendido el derecho de que su aliado, Seúl, realice maniobras defensivas que califica de "legítimas" en una situación de "provocaciones continuas". Las posiciones son tan inamovibles que Rice dijo que el diálogo ha llegado a "un punto muerto".
En una conversación con la cadena CNN desde Pyongyang, el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, que ejerce de mediador no oficial entre el régimen de Kim Jong-il y la Casa Blanca, aseguró que sus anfitriones habían mostrado su voluntad de permitir la entrada de inspectores nucleares de Naciones Unidas.
Ejercicios retrasados por la niebla
Está previsto que los ejercicios militares surcoreanos duren alrededor de dos horas. Comenzaron hacia las 13.30 horas en Corea (5.30 de la mañana en la península Ibérica), con algo de retraso debido a la niebla que envolvía la zona.El buen tiempo era una variable necesaria, según dijeron fuentes militares, para comprobar el éxito de los ejercicios y que tanto los satélites como los dispositivos de vigilancia puedan monitorizar la secuencia de movimientos en el ejército norcoreano.Pyongyang, que ordenó ayer la alerta máxima a sus unidades, había efectuado también las maniobras que suelen anunciar un ataque, según dijo a la agencia Yonhap una fuente militar surcoreana, como destapar las cubiertas de su armamento y recolocar en posición de lanzamiento las baterías de artillería.
El gobierno de Seúl, bajo presión
Con el benéplacito de Washington a las maniobras, Seúl ha exigido su derecho soberano a ensayar fuego real para defenderse de un eventual ataque.Según los analistas, su empeño se debe a factores como la necesidad de demostrar capacidad defensiva a una opinión pública enervada por la reacción del pasado mes, y al deseo de no querer sentar un nuevo precedente de flaqueza ante el régimen norcoreano.La península permanece dividida desde el armisticio que logró el alto el fuego pero que dejó inconclusa la Guerra de Corea (1950-1953).
La última crisis pivota en torno a la Línea Limítrofe del Norte, una demarcación marítima decidida en 1953 pero disputada por Pyongyang. Se desarrolla además en un momento clave para el régimen de Kim Jong-Il, con su tercer vástago en el trampolín al liderazgo, y una cúpula que presume de capacidad para enriquecer uranio.
El fantasma de la guerra peina la zona de forma intermitente, aunque en pocas ocasiones con la intensidad presente. Y la amenaza nuclear del Norte siempre ha complicado las negociaciones en el terreno diplomático
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/22/internacional/1293002903.html

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