FÁRMACOS NEUROLÉPTICOS
También denominados anti psicóticos y anti esquizofrénicos, son fármacos utilizados en el tratamiento de la esquizofrenia y otras psicosis, caracterizadas por la agitación y el juicio alterado. Además poseen otras propiedades que pueden ser de utilidad clínica, como su efecto antiemético y antihistamínico, y la capacidad de potenciar a los analgésicos, sedantes y anestésicos generales. Comparten la capacidad de antagonizar las acciones de la dopamina, lo cual se acepta (aunque existen muchas incertidumbres) como mecanismo de acción mas importante para explicar la mayoría de sus efectos sobre el SNC.
La esquizofrenia es una de la enfermedades psiquiátricas más importantes. Afecta a un 1% de la población, a menudo desde la adolescencia, puede ser crónica, progresiva y muy incapacitante. Se caracteriza por uno o más de los siguientes signos clínicos: capacidad disminuida y distorsionada de procesar información y extraer conclusiones lógicas, juicio alterado, percepciones
desordenadas, alucinaciones, excitación extrema, comportamiento muy agresivo (síntomas positivos, que suelen responder al tratamiento), aislamiento social y limitada emotividad (síntomas negativos, mas refractarios al mismo).
Las causas de la esquizofrenia continúan siendo desconocidas, aunque se acepta una base genética y se detecta una cierta tendencia hereditaria (10% entre parientes en primer grado). No se ha descubierto una causa bioquímica clara, aunque se han formulado teorías. La hipótesis sustentada durante los últimos 30 años postula la existencia de una hiperactividad dopaminérgica (no demostrable bioquímica o electrofisiológicamente), responsable especialmente de los síntomas positivos, sin descartar la participación de otras monoaminas, glutamato, GABA e, incluso, diversos sistemas neuropeptídicos. Hoy en día se piensa que la esquizofrenia no es una enfermedad neurodegenerativa, sino una manifestación de alteraciones en el desarrollo del sistema nervioso. Los principales avances en el conocimiento de la enfermedad tienen su base en el análisis del efecto de fármacos, que por azar, muchas veces, han demostrado ser eficaces.
Clasificación de los neurolépticos: La clasificación más aceptada
actualmente, en un grupo de fármacos estructuralmente muy diverso, divide los neurolépticos entíp icos yatípic os. Los primeros siguen un patrón farmacológico, terapéutico y yatrogénico similar al primer neuroléptico descubierto, la clorpromazina. Los segundos, por contra, se desvían de forma significativa de dicho patrón (especialmente en lo relativo a la frecuencia de producción de reacciones adversas extrapiramidales).
(Ver cuadro para la clasificación).
Neurolépticos de acción prolongada: Formados por esterificación
de un grupo OH del neuroléptico con un ácido graso de cadena larga; disueltos en aceites vegetales y administrados por vía i.m. En España se utilizan los decanoatos de zuclopentixol y flufenazina y el palmitato de pipotiazina.
Acciones farmacológicas fundamentales:
Acción antipsicótica: Mejoran en mayor proporción las alteraciones de la
ideación y pensamiento, alucinaciones, fabulaciones, ideación paranoide, agresividad y agitación (síntomas positivos). En menor grado la expresión linguística y el desinterés afectivo (síntomas negativos). Sus efectos tardan días o semanas en manifestarse y consolidarse.
Acción neuroléptica: En personas normales, los neurolépticos producen el
síndrome del mismo nombre, caracterizado por: quietud emocional, indiferencia afectiva, desinterés, retraso psicomotor y ausencia de respuesta a estímulos. La tranquilidad, sosiego e indiferencia al entorno es favorable en la fases iniciales del tratamiento del paciente agresivo o agitado. Este efecto puede observarse en los pacientes psicóticos, aunque en estos predomina la acción propiamente anti psicótica. En función de la dosis y tipo de neuroléptico utilizado se produce un bloqueoα-adrenérgico y parasimpático, que contribuye probablemente a la baja reactividad a estímulos. Dosis muy elevadas inducen un estado de inmovilidad motora, denominadocataleps ia (menor capacidad de producirlo por parte de los neurolépticos atípicos).
Mecanismos de acción: De las dos principales familias de receptores
dopaminérgicos centrales
El efecto se pone de manifiesto, inicialmente, por un aumento en la producción dopaminérgica en las áreas centrales más ricas en terminaciones dopaminérgicas (sistema límbico y estriado). La administración crónica conduce a una disminución, que se observa a las 2-3 semanas en animales de experimentación, en la actividad bioquímica y electrofisiológica dopaminérgica en estas áreas. Coincidente en el tiempo con este último efecto, se detecta un aumento en el número de receptores dopaminérgicos y la instauración de una super sensibilidad farmacológica a la dopamina. Posiblemente algunos de los efectos neurolépticos se deban al bloqueo dopaminérgico inicial, pero parece claro que los efectos antipsicóticos (cuya aparición se retrasa 2-3 semanas) dependen de algún otro mecanismo adaptativo y, quizás, a la instauración de un nuevo equilibrio neuroquímico en el que participen otros sistemas. A concentraciones terapéuticas los neurolépticos bloquean también receptores 5-HT2 y, con diferente sensibilidad, algunos otros subtipos de receptores noradrenérgicos, colinérgicos e histaminérgicos.
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