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jueves, 23 de mayo de 2013

Una dieta baja en sal podría no ayudar a mejorar la salud e incluso provocar daños

Una dieta baja en sal podría no ayudar a mejorar la salud e incluso provocar daños
 

 
Estadounidenses con un riesgo elevado de sufrir problemas cardíacos, a los que han durante años se ha instado a reducir drásticamente la sal de su dieta, podrían no beneficiarse de esta recomendación e incluso sufrir algún daño relacionado con la reducción de sodio, según ha hecho público este martes un panel independiente de expertos en salud.

En un informe remitido a los funcionarios de salud de Estados Unidos, el influyente Instituto de Medicina (IOM, por su siglas en inglés) ha analizado los datos más recientes sobre la relación entre la ingesta de sal y la salud.

Después de aconsejar a la población negra, a los diabéticos y a otros pacientes con mayores probabilidades de sufrir problemas del corazón que redujesen el consumo de sal, la revisión del IOM ha demostrado que sólo hubo pruebas limitadas de tal dieta fuese de ayuda, y que esa reducida ingesta de sal podría aumentar el riesgo de problemas del corazón.

"La prueba en relación al beneficio y el daño no es lo suficientemente concluyente como para indicar que estos subgrupos deben ser tratados de manera diferente a la población general de EEUU", asegura el panel en su documento.

Por encima de los niveles permitidos

Esto sugiere que las poblaciones con mayor riesgo podrían no necesitar una reducción tan drástica de la sal en su dieta y sí recurrir a otras medidas para frenar el riesgo de enfermedades coronarias.

La población estadounidense sigue consumiendo demasiada sal, según los expertos del Instituto de Medicina. De promedio, los adultos consumen aproximadamente 1,5 cucharadas de té de sal a lo largo del día, alrededor de 3.400 miligramos. Las autoridades federales recomiendan no ingerir más de 2.300 miligramos al día.

Sin embargo, los últimos datos ponen en duda si los individuos con riesgo elevado de sufrir una enfermedad cardiaca o un infarto deberían limitar el consumo diario de sal a 1.500 miligramos, tal y como aconseja el Gobierno.

Brian Strom, presidente del panel de expertos y profesor de salud pública en la Universidad de Pennsylvania, ha reconocido que los nuevos estudios cuestionan los beneficios conocidos de la "reducción de sodio desde niveles muy altos de ingesta a niveles moderados".

"Sin embargo también sugieren que reducir demasiado la ingesta de sodio de hecho puede aumentar el riesgo de que la persona sufra algún problema de salud", incluyendo enfermedades del corazón, ha especificado Strom.

En cualquier, los estudios son limitados y en algunos casos deficientes, por lo que se hace necesario llevar a cabo más investigaciones, ha precisado el panel del IOM dirigido a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, el organismo que solicitó el informe.

'Es muy difícil'

Grupos en defensa de la salud, incluida la American Heart Association, se han apresurado a descartar estas conclusiones, aduciendo que los estudios revisados recientemente ​​por el Instituto de Medicina se centraron en pacientes enfermos y en el global de la población estadounidense, la mayoría con un consumo excesivo de sal.

"El resultado final para los consumidores sigue vigente: reducir el consumo de sodio", ha subrayado Bonnie Liebman en nombre del Centro para la Ciencia en el Interés Público (CSPI).

El problema no es sólo la comida con demasiada sal, sino también que los estadounidenses consumen una gran cantidad de alimentos bajos de sal, como el pan y la pasta, sin darse cuenta de su contenido de sodio.

Las autoridades sanitarias han pedido a la población que adopte medidas para reducir esa ingesta, como pedir platos sin sal en los restaurantes y comer más alimentos naturales bajos en sal, como frutas y verduras.

Grupos en defensa de la salud han señalado que la revisión del IOM deja de lado los altos niveles de sodio que aún presentan los alimentos en Estados Unidos. Es casi imposible ingerir tan sólo 1.500 miligramos al día, ha admitido Liebman, director de nutrición del CSPI.

"Prácticamente cualquier comida en cualquier restaurante proporciona al menos la mitad de sodio [recomendada al día], tal vez la [cantidad] de un día entero, tal vez más", ha rechazado Liebman. "Habría que empezar desde cero .... Es muy difícil".

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2013/05/15/corazon/1368630017.html

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