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jueves, 21 de junio de 2012

Hansi Gauck, la esposa legítima del presidente alemán

Hansi Gauck, la esposa legítima del presidente alemán
 

Es la esposa legítima del presidente de Alemania, aunque el puesto de primera dama lo ocupa otra, Daniela Schadt, con la que Joachim Gauck lleva 12 años de convivencia.

La entrevista a Hansi Gauck, de 72 años, era la más codiciada de la prensa rosa alemana y la ha conseguido la revista 'Bunte', aunque en la selección de los entrecomillados trasluce un retoque de Bellevue, la residencia oficial del presidente alemán, al que Hansi se sigue refiriendo por el cariñoso apelativo de Jochen.
 Llevan 53 años casados y 21 separados, pero nunca llegaron a divorciarse. "Entonces no le vimos sentido a divorciarnos y tampoco nos ha parecido imprescindible hacerlo ahora", explica ella con total naturalidad. Cuando la caída del Muro de Berlín y la desaparición del país en el que vivían, la RDA, se llevó por delante la relación de una maestra de escuela y un pastor protestante significado en la disidencia anticomunista, Hansi siguió una vida anónima, centrada en su parroquia y en actividades de solidaridad social.
 Todo este tiempo ha seguido cuidando a su familia y trabajando en el archivo histórico de la Stasi, convertido en museo. Ha mantenido contacto con Gauck, con el que tiene dos hijos, además de diez nietos y otro en camino. "Hablo con él de vez en cuando, si hay algo que hablar. Tengo su número de teléfono móvil personal y siempre está ahí para cualquier cosa, pero no le llamo solo para charlar ni con frecuencia", relata Hansi, estableciendo los parámetros en los que se mantiene esa relación.
Ni una palabra de disgusto o de reproche sale de su boca en dirección al presidente alemán ni contra su actual compañera sentimental y en funciones de primera dama, Daniela, a la que admite conocer. "Me costó mucho asumirlo, pero hace ya mucho tiempo que sé que Jochen no forma parte de mi vida. Ahora me acuerdo mucho de él porque lo veo constantemente en las noticias y me hace recordar muchas cosas del pasado, pero nuestras vidas van por diferentes caminos", reconoce, dejando entrever un hilo de tristeza en sus medidas declaraciones.
Cuenta alguna anécdota curiosa, como que, siendo novios, "comenzamos a ahorrar cinco marcos cada mes para comprarnos los anillos de boda, pero no podíamos esperar más y una buena amiga los regaló, finalmente, el dinero que nos faltaba. Teníamos 19 años y mucho amor, pero muy poco dinero", dice, acariciando el anillo que sigue llevando en el anular derecho.Él ya contó en sus memorias que les unió su gusto por la literatura en un tiempo que eran pobres y Hansi sigue encabezando los agradecimientos más significativos del presidente. Mantiene su apellido de casada, que porta desde los 18 años, pero no ha vuelto a disfrutar de un rato a solas con su marido desde que tomaron la decisión de separarse.
 Vive sola y no oculta el sufrimiento que le causó la separación. "Claro que fue doloroso. Tuve que aprender a hacerme a la idea de una nueva realidad, mi marido se había ido, era lo último que yo esperaba en mi vida. Me casé con él siendo estudiante de secundaria" justifica, para ilustrar el terremoto que supuso ese abandono en su existencia.

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/06/21/internacional/1340287700.html

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