Ni siquiera tenemos idea de la cantidad de tiburones que se están pescando en el mundo, de hecho un investigador de la organización Argus Mariner Consulting dijo: “Se están pescando cien millones de tiburones al año. Tantos que, si los pusiéramos todos juntos nariz con cola, darían cinco veces la vuelta al mundo”.Y eso es preocupante por que aparte de la pesca incontrolada, su índice de natalidad es muy bajo, se requiere tiempo para que llegue a la madurez y los periodos de gestación son largos, sin contar la contaminación de los lugares de cría, con toda razón hay un preocupación apremiante respecto a este depredador. La mayoría de los tiburones son capturados por sus aletas, muy valoradas en Asia por sus supuestas propiedades medicinales y afrodisíacas. La sopa de aleta de tiburón es una cara exquisitez: llega a costar 150 dólares el plato. Para abastecer al lucrativo mercado asiático, se ha recurrido a la cruel práctica del “aleteo”, que consiste en cortar las aletas a los tiburones y devolverlos al mar, donde mueren inútilmente ahogados o de hambre. Ahora bien, ¿debe preocuparnos la inquientante situación del tiburón? Aunque no sintamos tanta compasión por estos animales como otros, quizá por su mala fama que se ha ganado gracias a las películas, tenemos que reconocer que desempeñan un papel importante en el equilibrio ecológico de los mares. Por ejemplo, sus hábitos alimentarios sirven para controlar la población de otros peces. Quizá no baste con que solo algunos países prohiban el “aleteo”, se necesita que todos se resuelvan a proteger al tibuAsí muere un tiburón al que han cortado las aletas
Sopa de aletas de tiburón. Por comer algo raro en el restaurante chino. ¿Sabes cómo se obtienen muchas de esas aletas gelatinosas de nuestro último capricho gastronómico? Descúbrelo en este vídeo, extracto de la fabulosa película Oceans de Jacques Perrin. Pero ten cuidado, son imágenes que pueden herir tu sensibilidad. De hecho la van a herir, pues resultan absolutamente terroríficas (por lo real).
Es la práctica ilegal (pero habitual) del “aleteo”. Consiste en cortar las aletas a un pobre tiburón vivo y tirarlo luego al mar como quien arroja un cacharro inservible a la basura. Verlo hundirse y ahogarse en el fondo, incapaz de moverse, agonizando… Mejor no lo veas.
Es evidente. Los tiburones no son peligrosos. Los peligrosos somos nosotros. Y el mar Mediterráneo, el lugar más arriesgado donde pueden vivir. Según la organización Oceana, el 40 por ciento de las especies de tiburones y rayas del Mediterráneo están en peligro de extinción por la contaminación, la destrucción de sus hábitats y la pesca, accidental o intencionada, lo que convierte al “Mare Nostrum” en el lugar más peligroso del mundo para el pez más temido del planeta.
Las estadísticas así lo demuestran. Cada año se pescan en el mundo alrededor de 200 millones de tiburones, frente a cinco muertes humanas de media por ataques suyos a nuestra especie.
Problema de los chinos, diréis algunos. Pero no es verdad. Los españoles tenemos mucha culpa. Nuestros barcos lideran la flota europea de pesca de tiburones. Y el puerto de Vigo es la capital principal en Europa del comercio de su carne y aletas.
Creo que voy a ver el vídeo, sólo por renegar de mis compatriotas. Y para pediros a todos vosotros que nunca se os ocurra comer sopa de aleta de tiburón.rón y conservar su especie.
http://blogs.20minutos.es/cronicaverde/2010/11/07/asi-muere-un-tiburon-sin-aletas/
“Dios es amor mejor con humor” trata de acercar El Antiguo Testamento a todos. La dosis de humor intenta facilitar la comprensión del Libro Santo. Siempre con respeto y con matices didácticos nunca pierde la parte espiritual y sensible de un conjunto de textos tan antiguos como actuales. Para traernos a un Dios que sigue con nosotros. Que nos perdona a pesar de las torpezas y debilidad del hombre. Que sigue con el pueblo elegido. Porque los elegidos somos los que nos dejamos elegir.
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