La tuberculosis, una enfermedad que no debemos olvidar
El próximo 24 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis. Desde la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica -SEIMC- no queremos dejar de concienciar sobre una de las enfermedades más prevalentes en el mundo y en España, y que sin embargo muchos consideraban como una enfermedad erradicada. La bacteria causante de esta llamada «enfermedad de pobres» infecta a un tercio de la población mundial, y se calcula que el 5-10% desarrollará la enfermedad a lo largo de su vida.
España ha sido durante muchos años uno de los países de Europa con más casos de tuberculosis. Afortunadamente, en la última década, el número de casos se ha reducido a más de la mitad y las tasas son similares a las del resto de países desarrollados. Este cambio de tendencia no evita que exista un aumento de la incidencia en ciertas regiones de España, debido en parte al cambio demográfico y a los flujos migratorios.
El desafío en España pasa por mejorar el cumplimiento del tratamiento y detectar tempranamente la infección ya que, pese a tratarse de una enfermedad de declaración obligatoria no se notifican todos los casos. Además de la implementación en los centros sanitarios de las nuevas técnicas que permiten un diagnóstico mucho más sencillo, fiable y rápido de la infección tuberculosa, los expertos proponen crear unidades específicas de tuberculosis en los centros sanitarios con más de 20 casos anuales, además de reforzar los sistemas de prevención del sida y de vigilancia y control de la tuberculosis. Varios grupos de especialistas españoles trabajan en la actualidad en nuevas vacunas basadas en antígenos reconocidos por el sistema inmune durante las fases iniciales de la infección, aunque aún se encuentran en las primeras fases de investigación y no estarán disponibles hasta dentro de unos años.
Vías de transmisión
La tuberculosis es causada por el 'Mycobacterium tuberculosis', una bacteria que destruye el tejido de los pulmones. Los principales síntomas de la tuberculosis son: tos con expectoración, a veces con sangre en el esputo, fiebre, sudoración nocturna, falta de apetito y pérdida de peso. Aunque solamente se contagia a partir de las personas enfermas y la infección latente no representan ningún riesgo para los demás, se puede transmitir de forma muy sencilla a través de un estornudo, tos, etc.
En España tenemos la ventaja de disponer de un acceso universal a los servicios de salud, y por otro a la tecnología diagnóstica actualmente disponible en los mismos, que permite resultados más rápidos y precisos. Aún así, está en la responsabilidad del paciente el evitar el contagio y el tratarse de la enfermedad, si finalmente es diagnosticado. Debemos recordar que cada enfermo de tuberculosis activa puede llegar a infectar entre 10 y 15 personas, si no recibe tratamiento.
Otro de los principales desafíos en la batalla contra esta infección es la resistencia que ha desarrollado la bacteria a los antibióticos que se utilizan habitualmente debido al mal cumplimiento terapéutico. Las bacterias resistentes nos obligan a emplear tratamientos alternativos, menos eficaces, con más efectos secundarios y más caros. Además, la tasa de éxito terapéutico que presenta la tuberculosis resistente es sólo del 55%.
Aunque el futuro se presenta alentador y se investiga en nuevos tratamientos, vacunas y técnicas diagnósticas, aún queda mucho camino por hacer. No podemos bajar la guardia y debemos trabajar todos juntos por un único objetivo: conseguir la eliminación de la tuberculosis como problema de salud pública.
http://www.abc.es/salud/noticias/tuberculosis-enfermedad-debemos-olvidar-11631.html
El desafío en España pasa por mejorar el cumplimiento del tratamiento y detectar tempranamente la infección ya que, pese a tratarse de una enfermedad de declaración obligatoria no se notifican todos los casos. Además de la implementación en los centros sanitarios de las nuevas técnicas que permiten un diagnóstico mucho más sencillo, fiable y rápido de la infección tuberculosa, los expertos proponen crear unidades específicas de tuberculosis en los centros sanitarios con más de 20 casos anuales, además de reforzar los sistemas de prevención del sida y de vigilancia y control de la tuberculosis. Varios grupos de especialistas españoles trabajan en la actualidad en nuevas vacunas basadas en antígenos reconocidos por el sistema inmune durante las fases iniciales de la infección, aunque aún se encuentran en las primeras fases de investigación y no estarán disponibles hasta dentro de unos años.
Vías de transmisión
La tuberculosis es causada por el 'Mycobacterium tuberculosis', una bacteria que destruye el tejido de los pulmones. Los principales síntomas de la tuberculosis son: tos con expectoración, a veces con sangre en el esputo, fiebre, sudoración nocturna, falta de apetito y pérdida de peso. Aunque solamente se contagia a partir de las personas enfermas y la infección latente no representan ningún riesgo para los demás, se puede transmitir de forma muy sencilla a través de un estornudo, tos, etc.
En España tenemos la ventaja de disponer de un acceso universal a los servicios de salud, y por otro a la tecnología diagnóstica actualmente disponible en los mismos, que permite resultados más rápidos y precisos. Aún así, está en la responsabilidad del paciente el evitar el contagio y el tratarse de la enfermedad, si finalmente es diagnosticado. Debemos recordar que cada enfermo de tuberculosis activa puede llegar a infectar entre 10 y 15 personas, si no recibe tratamiento.
Otro de los principales desafíos en la batalla contra esta infección es la resistencia que ha desarrollado la bacteria a los antibióticos que se utilizan habitualmente debido al mal cumplimiento terapéutico. Las bacterias resistentes nos obligan a emplear tratamientos alternativos, menos eficaces, con más efectos secundarios y más caros. Además, la tasa de éxito terapéutico que presenta la tuberculosis resistente es sólo del 55%.
Aunque el futuro se presenta alentador y se investiga en nuevos tratamientos, vacunas y técnicas diagnósticas, aún queda mucho camino por hacer. No podemos bajar la guardia y debemos trabajar todos juntos por un único objetivo: conseguir la eliminación de la tuberculosis como problema de salud pública.
http://www.abc.es/salud/noticias/tuberculosis-enfermedad-debemos-olvidar-11631.html
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