Radón, el gas cancerígeno que se acumula en tu cocina
Pocos saben del peligro que puede entrañar la encimera de su cocina o la figurita de basalto que adorna la estantería, pero en realidad ambas están hechas de materiales que pueden desprender radón, un gas radiactivo que supone la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaquismo.
Se encuentra en el suelo de las zonas graníticas, en aguas de montaña no depuradas, en materiales de construcción y en las paredes rocosas de multitud de cuevas. ‘Entra’ en las viviendas, precisamente, a través de ese tipo de materiales, con los que están hechos las paredes, muchos objetos de decoración o la propia cocina.
"Además del terreno, hay fuentes de radiactividad natural que cualquiera puede tener en su cocina: una encimera de ciertos granitos puede contener trazas de elementos radiactivos que en altas concentraciones son muy peligrosos", explica la licenciada en Geología María José Vizcaíno, responsable de Proyectos de Investigación de la Fundación para la Salud Geoambiental.
Para evitar la radiación lo más conveniente es ventilar, especialmente garajes y sótanos cerrados, ya que el radón, al pesar más que otros gases de la atmósfera, tiende a acumularse cerca del suelo.
Geográficamente, las zonas de mayor concentración de gas radón en España se corresponden con las que se asientan sobre suelos graníticos. Sobre todo Galicia, Madrid, Extremadura y el oeste de Castilla y León. Un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cantabria realizó un estudio en la sierra norte de Madrid donde encontraron municipios que duplicaban los límites de radón recomendados. Además “hallaron presencia de radón en 2.300 casas de 53 localidades españolas”, recoge el secretario del ICOG.
Manuel Regueiro, geólogo especialista en rocas y minerales industriales y secretario del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) recuerda que “la mayoría de la gente desconoce que el gas radón está presente en la naturaleza y tiene consecuencias letales para la salud” si se inhala. Para prevenirlas recomienda “mantener secos los sótanos o garajes, sellar los desagües, recubrir las paredes con impermeabilizantes y airear frecuentemente los locales cerrados”.
Letal en grandes dosis
La dosis media anual de radiación que recibe un ser humano procede en un 69% de fuentes naturales, como el suelo, las rocas, el sol y otras fuentes cósmicas, mientras que el 31% corresponde a fuentes artificiales (rayos X, pantallas de ordenador de tubos de rayos catódicos). “Entre las naturales, la mayor fuente de radicación a la que estamos expuestos es el radón”, comenta Regueiro.
Si se respira, puede producir cáncer de pulmón además de defectos genéticos hereditarios. En dosis bajas, de 0,25 Gy a 0,5 Gy -unidad gray utilizada para medir las dosis de radiación ionizante- ocasiona alteraciones en la sangre. En dosis mayores se presenta el llamado síndrome agudo de irradiación. Para grandes dosis, esto es más de 5 Gy, prácticamente todos los individuos expuestos fallecen. Aún así, “es importante dejar claro que todavía no existen estudios epidemiológicos que demuestren la relación del nivel de exposición al radón y el cáncer de pulmón en nuestro país”, reconoce Regueiro.
La licenciada en Física Ruth Echeverría, coordinadora de Formación de la Fundación para la Salud Geoambiental, insiste en la importancia de la ventilación en el hogar. “Hacerlo sólo a través de las ventanas puede ser insuficiente, -en zonas con mala circulación del aire- lo ideal es instalar un sistema de ventilación específico, que requiere una pequeña obra".
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2011/11/18/radon-el-gas-cancerigeno-que-se-acumula-en-tu-cocina-87892/
Se encuentra en el suelo de las zonas graníticas, en aguas de montaña no depuradas, en materiales de construcción y en las paredes rocosas de multitud de cuevas. ‘Entra’ en las viviendas, precisamente, a través de ese tipo de materiales, con los que están hechos las paredes, muchos objetos de decoración o la propia cocina.
"Además del terreno, hay fuentes de radiactividad natural que cualquiera puede tener en su cocina: una encimera de ciertos granitos puede contener trazas de elementos radiactivos que en altas concentraciones son muy peligrosos", explica la licenciada en Geología María José Vizcaíno, responsable de Proyectos de Investigación de la Fundación para la Salud Geoambiental.
Para evitar la radiación lo más conveniente es ventilar, especialmente garajes y sótanos cerrados, ya que el radón, al pesar más que otros gases de la atmósfera, tiende a acumularse cerca del suelo.
Geográficamente, las zonas de mayor concentración de gas radón en España se corresponden con las que se asientan sobre suelos graníticos. Sobre todo Galicia, Madrid, Extremadura y el oeste de Castilla y León. Un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cantabria realizó un estudio en la sierra norte de Madrid donde encontraron municipios que duplicaban los límites de radón recomendados. Además “hallaron presencia de radón en 2.300 casas de 53 localidades españolas”, recoge el secretario del ICOG.
Manuel Regueiro, geólogo especialista en rocas y minerales industriales y secretario del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) recuerda que “la mayoría de la gente desconoce que el gas radón está presente en la naturaleza y tiene consecuencias letales para la salud” si se inhala. Para prevenirlas recomienda “mantener secos los sótanos o garajes, sellar los desagües, recubrir las paredes con impermeabilizantes y airear frecuentemente los locales cerrados”.
Letal en grandes dosis
La dosis media anual de radiación que recibe un ser humano procede en un 69% de fuentes naturales, como el suelo, las rocas, el sol y otras fuentes cósmicas, mientras que el 31% corresponde a fuentes artificiales (rayos X, pantallas de ordenador de tubos de rayos catódicos). “Entre las naturales, la mayor fuente de radicación a la que estamos expuestos es el radón”, comenta Regueiro.
Si se respira, puede producir cáncer de pulmón además de defectos genéticos hereditarios. En dosis bajas, de 0,25 Gy a 0,5 Gy -unidad gray utilizada para medir las dosis de radiación ionizante- ocasiona alteraciones en la sangre. En dosis mayores se presenta el llamado síndrome agudo de irradiación. Para grandes dosis, esto es más de 5 Gy, prácticamente todos los individuos expuestos fallecen. Aún así, “es importante dejar claro que todavía no existen estudios epidemiológicos que demuestren la relación del nivel de exposición al radón y el cáncer de pulmón en nuestro país”, reconoce Regueiro.
La licenciada en Física Ruth Echeverría, coordinadora de Formación de la Fundación para la Salud Geoambiental, insiste en la importancia de la ventilación en el hogar. “Hacerlo sólo a través de las ventanas puede ser insuficiente, -en zonas con mala circulación del aire- lo ideal es instalar un sistema de ventilación específico, que requiere una pequeña obra".
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2011/11/18/radon-el-gas-cancerigeno-que-se-acumula-en-tu-cocina-87892/
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