"No es mi intención defender el libro, que se defiende por sí solo, ni
justificar su título o el del que le sigue (que será publicado en
breve), que forma un díptico con él y que lleva por título ‘Cásate y da la vida por ella. Hombres de verdad para
mujeres sin miedo’. Eso es prerrogativa propia de su autora, que lo ha
explicado ya reiteradamente dentro y fuera del libro", inicia su carta
Mons. Francisco Javier Martínez, de cuyo Arzobispado depende la
editorial Nuevo Inicio que ha publicado la obra.
El Arzobispo comenta que "ambos títulos se inspiran casi literalmente en
un pasaje de la Epístola a los Efesios y que la sumisión y la donación
–el amor– de que se habla en ese pasaje tienen poco o nada que ver con
las relaciones de poder que envenenan las relaciones entre hombre y
mujer (y no sólo las relaciones entre hombre y mujer) en el contexto del
nihilismo contemporáneo".
El Prelado también asegura que no pretende justificar la posición de la
editorial que "está realizando su labor difundiendo una obra que –me
consta– está ayudando a muchas personas".
En ese sentido Mons. Martínez señala que "desde el ámbito pastoral y eclesial" la obra ha sido "positivamente reconocida como 'evangelizadora' por (el diario del Vaticano) L´Observatore
Romano'y que su autora, Dña. Constaza Miriano, ha sido invitada a
participar en el reciente Seminario organizado por el Pontificio Consejo para los Laicos con la ocasión del XXV aniversario de la publicación de la Carta Apostólica del Beato Juan Pablo II
‘Mulieris Dignitatem’, sobre la dignidad de la mujer. Los dos libros
han sido recomendados por el Consejo Pontificio para los Laicos y por el
Consejo Pontificio para la Familia".
"Estos parámetros indican, con mayor claridad que cualquier comentario de prensa, que la posición de la editorial en estos dos libros es acorde con las enseñanzas de la Iglesia,
y que otras colecciones de la misma, en las que a veces se publican
libros también de autores no católicos, tratan de ser "areópagos" para
la nueva evangelización, espacios de diálogo y de reflexión sobre la fe
cristiana en el contexto del mundo contemporáneo".
El Arzobispo señala luego que la editorial que publica el libro busca
ser " un humilde, pero precioso instrumento pastoral al servicio de la
Nueva Evangelización. Sus publicaciones están marcadas por el amor a lo
humano, cuya plenitud se revela y se da en Cristo, y por una libertad
grande con respecto a la dogmática de la cultura dominante".
Por eso Mons. Francisco Javier Martínez, asegura que "en ese contexto,
la polémica generada por este libro –que entiendo acorde en su contenido
con las enseñanzas sobre el amor esponsal de Juan Pablo II, pero que no
pretende más que ser el precioso testimonio de amor y de libertad de
una mujer cristiana de hoy–, resulta tan ridícula y tan hipócrita".
Y señala claramente que "las personas medianamente informadas saben perfectamente, a estas alturas, que el libro, y hasta mi pobre persona, no somos más que una excusa.
Quienes promueven y agitan esta polémica tienen otros intereses y otros
motivos que no son precisamente la defensa de la mujer o la
preocupación por su dignidad".
"Se trata, más bien, de dañar a la única institución –al
único sector de la sociedad, al único trozo de pueblo vivo– que se
resiste a ser domesticado por el rodillo de la cultura dominante: el
pueblo cristiano. Ése es el estorbo, y todo lo demás son
excusas. Hasta el tiempo elegido para montar todo este ruido está en
función de ese fin".
El Arzobispo de Granada también recuerda en el comunicado que "tanto la
historia de la literatura, como, en este momento, los anaqueles de las
librerías, están llenos de libros que, de manera irónica, o con toda
seriedad —verdadera o pretendida—, insultan o hacen burla de realidades
sagradas, desde el matrimonio
hasta la maternidad, desde la libertad de educación en cualquier
sentido profundo, hasta las realidades de la fe que profesa una gran
parte de nuestro pueblo. Y esos insultos y esas burlas están protegidos
por la libertad de expresión. Libertad de expresión que, permítaseme decirlo, es un invento cristiano".
Dentro de la libertad de expresión, el Arzobispo recuerda que "la
valoración y la opinión personal sobre la obra que ha desatado la
polémica, como sobre cualquier obra literaria, de cualquier tipo, o
sobre cualquier pronunciamiento humano, es, por supuesto, libre y
legítima, pero no lo son la ofensa, el insulto o la calumnia".
Y sostiene que "ni esta obra, ni ninguna declaración mía jamás,
ha justificado o excusado, y menos aún, promovido, ningún acto de
violencia a la mujer. Sí que favorece y facilita la violencia a las mujeres, en cambio, la legislación que liberaliza el aborto,
al igual que todas las medidas que debiliten o eliminen el matrimonio,
en la medida en que tienden a hacer recaer toda la responsabilidad de un
eventual embarazo sobre la mujer dejada a sí misma, sin responsabilidad
alguna por parte del varón".
Mons. Francisco Javier Martínez invita en el comunicado pidiendo, tal y
como solicitó ya la autora del libro, Costanza Miriano, que "quien
realice tales acusaciones con respecto al libro deberá ser riguroso y especificar la página y el párrafo en que aparezca la más mínima justificación o excusa de ningún tipo de violencia,
porque, aparte de descalificaciones gratuitas que cualquiera puede
hacer, o de manipulaciones groseras, no las encontrará. Como tampoco las
encontrará en mis palabras".
"Esos pensamientos que algunos gratuitamente me atribuyen no son ni han
sido nunca míos, ni de mi entorno eclesial, ni de la Tradición
cristiana. Quien me acuse de ellos sólo podrá hacerlo tergiversando mis palabras,
cuyo contenido es notorio y público, puesto que mi ministerio de
predicación tiene lugar siempre en público en la cátedra episcopal que
la Iglesia ha confiado", concluye el Arzobispo de Granada.
http://www.aciprensa.com/noticias/polemica-por-libro-casate-y-se-sumisa-es-ridicula-e-hipocrita-dice-arzobispo-de-granada-51232/#.UokgmdVKp0o
“Dios es amor mejor con humor” trata de acercar El Antiguo Testamento a todos. La dosis de humor intenta facilitar la comprensión del Libro Santo. Siempre con respeto y con matices didácticos nunca pierde la parte espiritual y sensible de un conjunto de textos tan antiguos como actuales. Para traernos a un Dios que sigue con nosotros. Que nos perdona a pesar de las torpezas y debilidad del hombre. Que sigue con el pueblo elegido. Porque los elegidos somos los que nos dejamos elegir.
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