El Arzobispo comenta que "ambos títulos se inspiran casi literalmente en un pasaje de la Epístola a los Efesios y que la sumisión y la donación –el amor– de que se habla en ese pasaje tienen poco o nada que ver con las relaciones de poder que envenenan las relaciones entre hombre y mujer (y no sólo las relaciones entre hombre y mujer) en el contexto del nihilismo contemporáneo".
El Prelado también asegura que no pretende justificar la posición de la editorial que "está realizando su labor difundiendo una obra que –me consta– está ayudando a muchas personas".
En ese sentido Mons. Martínez señala que "desde
"Estos parámetros indican, con mayor claridad que cualquier comentario de prensa, que la posición de la editorial en estos dos libros es acorde con las enseñanzas de la Iglesia, y que otras colecciones de la misma, en las que a veces se publican libros también de autores no católicos, tratan de ser "areópagos" para la nueva evangelización, espacios de diálogo y de reflexión sobre la fe cristiana en el contexto del mundo contemporáneo".
El Arzobispo señala luego que la editorial que publica el libro busca ser " un humilde, pero precioso instrumento pastoral al servicio de la Nueva Evangelización. Sus publicaciones están marcadas por el amor a lo humano, cuya plenitud se revela y se da en Cristo, y por una libertad grande con respecto a la dogmática de la cultura dominante".
Por eso Mons. Francisco Javier Martínez, asegura que "en ese contexto, la polémica generada por este libro –que entiendo acorde en su contenido con las enseñanzas sobre el amor esponsal de Juan Pablo II, pero que no pretende más que ser el precioso testimonio de amor y de libertad de una mujer cristiana de hoy–, resulta tan ridícula y tan hipócrita".
Y señala claramente que "las personas medianamente informadas saben perfectamente, a estas alturas, que el libro, y hasta mi pobre persona, no somos más que una excusa. Quienes promueven y agitan esta polémica tienen otros intereses y otros motivos que no son precisamente la defensa de la mujer o la preocupación por su dignidad".
"Se trata, más bien, de dañar a la única institución –al único sector de la sociedad, al único trozo de pueblo vivo– que se resiste a ser domesticado por el rodillo de la cultura dominante: el pueblo cristiano. Ése es el estorbo, y todo lo demás son excusas. Hasta el tiempo elegido para montar todo este ruido está en función de ese fin".
El Arzobispo de Granada también recuerda en el comunicado que "tanto la historia de la literatura, como, en este momento, los anaqueles de las librerías, están llenos de libros que, de manera irónica, o con toda seriedad —verdadera o pretendida—, insultan o hacen burla de realidades sagradas, desde el matrimonio hasta la maternidad, desde la libertad de educación en cualquier sentido profundo, hasta las realidades de la fe que profesa una gran parte de nuestro pueblo. Y esos insultos y esas burlas están protegidos por la libertad de expresión. Libertad de expresión que, permítaseme decirlo, es un invento cristiano".
Dentro de la libertad de expresión, el Arzobispo recuerda que "la valoración y la opinión personal sobre la obra que ha desatado la polémica, como sobre cualquier obra literaria, de cualquier tipo, o sobre cualquier pronunciamiento humano, es, por supuesto, libre y legítima, pero no lo son la ofensa, el insulto o la calumnia".
Y sostiene que "ni esta obra, ni ninguna declaración mía jamás, ha justificado o excusado, y menos aún, promovido, ningún acto de violencia a la mujer. Sí que favorece y facilita la violencia a las mujeres, en cambio, la legislación que liberaliza el aborto, al igual que todas las medidas que debiliten o eliminen el matrimonio, en la medida en que tienden a hacer recaer toda la responsabilidad de un eventual embarazo sobre la mujer dejada a sí misma, sin responsabilidad alguna por parte
Mons. Francisco Javier Martínez invita en el comunicado pidiendo, tal y como solicitó ya la autora del libro, Costanza Miriano, que "quien realice tales acusaciones con respecto al libro deberá ser riguroso y especificar la página y el párrafo en que aparezca la más mínima justificación o excusa de ningún tipo
"Esos pensamientos que algunos gratuitamente me atribuyen no son ni han sido nunca míos, ni de mi entorno eclesial, ni de la Tradición cristiana. Quien me acuse de ellos sólo podrá hacerlo tergiversando mis palabras, cuyo contenido es notorio y público, puesto que mi ministerio de predicación tiene lugar siempre en público en la cátedra episcopal que la Iglesia ha confiado", concluye el Arzobispo de Granada.
http://www.aciprensa.com/noticias/polemica-por-libro-casate-y-se-sumisa-es-ridicula-e-hipocrita-dice-arzobispo-de-granada-51232/#.UokgmdVKp0o
No hay comentarios:
Publicar un comentario