No podemos negarlo: Vivimos en la época de Internet. Tweeteamos, facebookeamos, whatsapeamos… Es la era de la tecnología, y para muchos es ya un hábito que los ordenadores/smartphones/tablets
tengan el control de nuestra vida cotidiana
Si recordáis anteriores artículos, sabréis que nuestro
cerebro es plástico, adaptativo, se comporta de maneras determinadas a
medida que adquiere hábitos y experiencias. Por ello, hoy comentaremos
hasta 5 casos de la adaptación cerebral a la Era de Internet.
1. El cerebro de un adicto
Puede que suene a exageración, pero según un estudio de 2011 mediante pruebas de resonancia magnética, los
cerebros de los usuarios de Internet que tienen problemas para
controlar su deseo de estar conectados presentan cambios similares a los
observados en los cerebros de personas adictas a las drogas y el
alcohol. Incluso se probó la desconexión tecnológica por un
día, ¡y algunos de los participantes mostraron síntomas de abstinencia
física y mental!
“La mayoría de las personas que vemos con grave adicción a Internet son los “gamers”, personas que pasan largas horas jugando a juegos de rol en Internet, haciendo caso omiso a sus obligaciones”
2. Más soledad y celos
Creemos que las redes sociales nos mantienen “más conectados” con los demás, pero según una investigación de un grupo de científicos alemanes, el visionado constante de fotos de amig@s en vacaciones o fiestas, logros personales, etc, pueden provocar sentimientos de envidia y tristeza. Incluso se le ha dado un nombre a este fenómeno: “Depresión Facebook”.
“Nos sorprendió la cantidad de personas que tienen una experiencia negativa de Facebook, como la envidia, el miedo a sentirse solos, el enfado o la frustración”
3. El uso de Internet puede aumentar el riesgo de suicidio en adolescentes vulnerables
Según un artículo publicado en PLoS ONE, tras una revisión
de una investigación previa sobre el uso de Internet en los
adolescentes, los investigadores de la Universidad de Oxford
(Inglaterra) llegaron a la conclusión de que existe relación entre un mayor tiempo de conexión a Internet y el riesgo de suicidio y autolesión en adolescentes vulnerables.
Así lo explica el Dr. Paul Montgomeru, profesor de intervención psicosocial de la Universidad de Oxford:
“No estamos diciendo que todos los jóvenes que usan Internet tengan un mayor riesgo de suicidio o autolesiones. Estamos hablando de jóvenes vulnerables que se conectan específicamente para saber como hacerse daño a si mismos o porque ya están considerando el suicidio anteriormente. La pregunta es si el contenido online desencadena esta respuesta de autolesión o suicidio, y hemos encontrado que la respuesta es afirmativa y hay relación”
4. Aumento de problemas de memoria
Hasta la más mínima sesión de búsqueda en Internet puede
llevarnos a una sobrecarga de información que para nuestro cerebro será
difícil de archivar. Al menos así lo afirma el Dr. Erik Fransen,
profesor de ciencias informáticas en el KTH Royal Institute of Technology de Suecia. Por otra parte, un estudio de 2009 a cargo de la Universidad de Stanford sugería que los
cerebros de las personas que se encuentran constantemente bombardeados
por información electrónica (desde los típicos mensajes hasta los blogs)
pueden llevar a dificultades para prestar atención o cambiar de una
tarea a otra de manera eficiente.
“Cuando nos encontramos en situaciones donde hay múltiples fuentes de información procedentes del mundo exterior o emergiendo de la memoria, no somos capaces de filtral lo que no es relevante para nuestro objetivo actual. Ese fracaso para filtrar información significa que estamos frenados por culpa de la información irrelevante”
5. No todo es malo: Con moderación, Internet puede mejorar nuestras funciones cerebrales
Para terminar, tenemos un “bonus”. No todo puede ser malo, y en este caso Internet no es el diablo (ni muchísimo menos). Según un estudio de 2008, el uso de motores de búsqueda de Internet (Google, Bing, Yahoo, Ask…) puede estimular los patrones de activación neural y, potencialmente, mejorar la función cerebral en los adultos mayores.
Así lo describe el Dr. Gary Small, profesor de Neurociencias y Comportamento Humano de la UCLA:
“Los resultados del estudio son alentadores, ya que las nuevas tecnologías de la información podrían tener efectos psicológicos y beneficios potenciales para adultos de mediana edad y mayores. Buscar en Internet involucra actividad cerebral complicada, que puede ayyudar a mejorar la función cerebral”
http://www.medciencia.com/asi-esta-cambiando-internet-nuestro-cerebro/
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