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jueves, 16 de agosto de 2018

"La ozonoterapia es un engaño mayúsculo que debemos denunciar"

"La ozonoterapia es un engaño mayúsculo que debemos denunciar"

Ni para el asma ni el cáncer ni el Alzheimer. No hay ninguna evidencia científica creíble que avale la utilidad de este tratamiento
Se postula como tratamiento contra el asma, el pie diabético, la artritis, incluso contra la esclerosis múltiple, el cáncer, el sida y el Alzheimer. La ozonoterapia no parece tener límites en su poder de curación porque, según argumentan aquellos que la ofrecen, la mezcla de oxígeno y ozono que administran en el organismo aumenta la capacidad del cuerpo para destruir las células causantes de enfermedades.

Sin embargo, "este pseudotratamiento es un engaño mayúsculo que debemos denunciar", sentencia Jerónimo Fernández Torrente, coordinador del Observatorio contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias que la Organización Médica Colegial (OMC) puso en marcha hace poco más de un año. "No hay ninguna evidencia científica creíble que avale el uso del ozono como un tipo de terapia médica, ni mucho menos para enfermedades serias como el cáncer". De hecho, agrega este experto, "se han publicado informes y artículos médicos sobre muertes de pacientes con este método".
Tiene que quedar claro: "La ozonoterapia no está aprobada ni por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ni por la Americana (FDA)", recalca Fernández Torrente. De hecho, expone Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), "en Estados Unidos está prohibido su uso y la venta de máquinas de ozonoterapia".
El problema, recuerda el coordinador del Observatorio contra las pseudociencias de la OMC, es que "en España aún no hay legislación que prohíba al menos las más peligrosas y esto permite a cualquiera poner un local y ofrecer terapias sin evidencia científica".
No obstante, la ciencia es clara. "A día de hoy no hay ningún estudio científico que valide la utilidad de la ozonoterapia en tratamientos contra enfermedades como el cáncer. Lo que sí se sabe es que las terapias con ozono pueden ser perjudiciales para la salud", argumenta Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac). Al fin y al cabo, "el ozono es un gas tóxico, no es inocuo. Debemos ser muy cautelosos y rigurosos".
"Cuando se descubrió que al ser tóxico podía tener un efecto beneficioso contra organismos que pudieran ser infectantes o contaminantes, se empezó a utilizar para la limpieza de quirófanos", apunta Miguel Ángel Sánchez Chillón, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem).
Después, se trasladó esta teoría al poder regenerativo de células en el organismo. De esta manera, se comenzó a proponer la insuflación de una mezcla de oxígeno y ozono al cuerpo por diversas vías. Desde las inyecciones intramusculares, intra-articulares o subcutáneas hasta la vía rectal, vaginal y endonasal, "estas últimas especialmente peligrosas", subraya el coordinador del Observatorio de la OMC.
Como relata Fernández Torrente, "esta molécula de tres átomos de oxígeno (ozono) conlleva riesgos: aumenta la producción de las hormonas tiroideas y en las personas con antecedentes cardiovasculares o hipertensas, el incremento de producción de adrenalina y noradrenalina puede suponerles un problema. Además, existen otros efectos secundarios relacionados con la insuficiencia renal".

En palabras del presidente de Icomem, "cuando ha pasado tanto tiempo y no hay ensayos clínicos que demuestren utilidad en ningún campo de la medicina significa que no hay absolutamente ninguna evidencia". Sólo se han podido encontrar en la literatura científica "algunos artículos con resultados esporádicos en el tratamiento de los dolores lumbares, que ofrecen resultados positivos, aunque ninguno de ellos es contrastable en la actualidad", según indica Fernández Torrente. Aparte de esto, no hay ensayos a doble ciego que demuestren nada más allá del efecto placebo.

El reclamo siempre alude a lo natural del tratamiento y su inocuidad, y si además lo ofrecen médicos, a cualquier persona en situación de vulnerabilidad le resultaría fácil de creer. Pero "no sólo es un engaño sino que no se ajusta a la medicina basada en el método científico que debemos defender", afirma Fernández Torrente.

A veces se juega a la confusión con los usos médicos comunes del oxígeno y estos, subraya este experto, "nada tienen que ver con la ozonoterapia". En ocasiones, "se utiliza oxígeno medicinal para subir el nivel de saturación de oxígeno en la sangre en casos por ejemplo de enfermedad pulmonar y también usamos el oxígeno hiperbárico para algunas patologías, pero esto no es ozonoterapia".

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