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martes, 25 de junio de 2013

Endometriosis: ¿Qué es? ¿Por qué se produce? ¿Qué podemos hacer para sanar?

 
“El tejido que forma el revestimiento del útero, o revestimiento endometrial, normalmente se desarrolla dentro de la cavidad uterina. En la endometriosis, por algún motivo, este tejido se desarrolla en otras zonas de la pelvis y a veces incluso totalmente fuera de ella. El lugar más común de desarrollo de endometriosis son los órganos pelvianos, sobre todo detrás del útero, pero también en las paredes laterales de la pelvis y a veces en el intestino”.
“La endometriosis va acompañada a veces por infecundidad y dolor pelviano, aunque no siempre. La endometriosis está relacionada con la dieta, la inmunidad, los niveles hormonales y la energía pelviana bloqueada. La endometriosis es la enfermedad de la competitividad. Aparece cuando las necesidades emocionales de la mujer compiten con su funcionamiento en el mundo exterior. Cuando la mujer se encuentra en una situación en la cual sus necesidades emocionales más íntimas están en conflicto directo con lo que el mundo exige de ellas, la endometriosis es una de las maneras como su cuerpo trata de atraer su atención al problema [...] Históricamente a la endometriosis se la llamó ‘la enfermedad de la mujer profesional’”
 
“La endometriosis suele venir de familia, de modo que hay un vínculo hereditario. La posibilidad genética de endometriosis no tiene por qué manifestarse a no ser que el entorno y los hábitos de salud la favorezcan. Según mi experiencia clínica, el consumo de productos lácteos procesados del modo convencional y alimentos refinados está particularmente asociado con un exacerbado dolor de endometriosis”.

Por qué se produce la endometriosis

“Son abundantes las teorías médicas al respecto, pero nadie sabe realmente qué es la endometriosis ni por qué está tan extendida en la actualidad. La teoría clásica es que se produce por menstruación retrógrada, es decir, que parte de la sangre menstrual y del tejido que reviste el útero se devuelve hacia las trompas de Falopio, después se implanta en el tejido pelviano y empieza a proliferar.
Otra teoría es que los tejidos pelvianos se convierten espontáneamente en tejido endometrial, debido posiblemente a una irritación o a una actividad hormonal de toxinas ambientales, como la dioxina, que puede tener una actividad parecida a la del estrógeno”.
“Obviamente, el dolor de la endometriosis es consecuencia de una mayor producción de sustancias químicas inflamatorias producidas por las lesiones de la endometriosis. Estas lesiones son estimuladas en parte por las hormonas del ciclo menstrual y el dolor empeora durante la ovulación y las fases premenstrual y menstrual del ciclo. Dado que las lesiones endometriales son iguales que el tejido interior del útero, es comprensible que cuando la mujer sangra, junto con su menstruación le sangren también microscópicamente dentro del cuerpo los implantes de endometriosis.”
“La teoría que para mí tiene más lógica es que la endometriosis es un trastorno congénito que está presente en el nacimiento. Según esta teoría, la endometriosis surge del tejido genital embrionario femenino que no llegó a entrar en el útero durante el desarrollo. esto explicaría por qué esta enfermedad viene de familia y por qué algunas niñas tienen fuertes dolores de endometriosis tan pronto como comienzan sus reglas. Sin embargo, en esta teoría todas las mujeres tenemos la capacidad de desarrollar endometriosis si las células embrionaras de la pelvis son estimuladas por el conjunto de circunstancias apropiadas”.
“Si bien a la mayoría de los ginecólogos se nos ha enseñado que la endometriosis es una enfermedad progresiva que empeora con el tiempo, algunos estudios, entre ellos los del doctor Redwine, demuestran que la endometriosis no se propaga ni empeora con el tiempo (aunque cambia su apariencia), ni vuelve a producirse si se  extirpa totalmente por cirugía, o dejan de existir las condiciones que la estimulen. Cuando realizan laparoscoipias para diagnosticar la causa del dolor pelviano, muchos ginecólogos no ven la endometriosis porque se les enseñó a buscar solamente las características lesiones negras. En realidad, las lesiones endometriales se presentan en diversos colores: claras, blancas, amarillas, azules y rojas. Muchas de estas primeras lesiones son muy sutiles y cuesta verlas sin un equipo apropiado”.
“Las íntimas interacciones entre los pensamientos, las emociones y la inmunidad contienen la clave para interpretar el mensaje que tiene la endometriosis para cada mujer. Los estudios del sistema inmunitario de mujeres con endometriosis sintomática demuestran que estas mujeres suelen producir anticuerpos contra sus propios tejidos. Esto significa que en algún plano profundo, la mente de su pelvis rechaza aspectos de sí misma”.

Qué podemos hacer para sanar 

“La mujer que sufre de endometriosis puede trabajar hacia su curación inmediatamente, comenzando por una buena disposición a escuchar su cuerpo”.
“Cuando la mujer deja de tomar antibióticos, toma un buen probiótico para reponer la flora bacteriana intestinal  y vaginal, toma suplementos estimulantes del sistema inmunitario, como la vitamina D y hace además una dieta que detiene la inflamación celular, el dolor de la endometriosis suele desaparecer en unas pocas semanas”.
“A las mujeres que sufren de endometriosis sintomática les va bien un programa de tratamiento exhaustivo que les refuerce totalmente el sistema inmunitario al mismo tiempo que se mantienen receptivas a descubrir qué necesitan cambiar en su vida”.
“El tratamiento más común para la endometriosis es la terapia hormonal, en forma de píldoras anticonceptivas, progestina, danazol o agonistas de la GnRH. Estos fármacos actúan en la glándula pituitaria para producir una menopausia temporal, permitiendo así la regresión de la endometriosis al detener su estimulación hormonal cíclica. Todas estas terapias hormonales cambian las cantidades de estrógenos y otras hormonas en el organismo, para que no se active la endometriosis. Cuando disminuyen los niveles de estas hormonas, suelen desaparecer los síntomas y la enfermedad se vuelve inactiva. El problema de estos métodos es que en realidad no curan la enfermedad, simplemente suprimen el estímulo hormonal durante un tiempo”.
“La progesterona natural suele ir muy bien para aliviar los síntomas de la endometriosis y es mi primera línea de tratamiento después de una mejor alimentación. La forma normal es aplicarse una crema de progesterona al 2 por ciento, entre un cuarto y media cucharadita en la piel dos veces al día. La progesterona natural contrarresta la endometriosis al disminuir los efectos del estrógeno en las lesiones endometriales. No produce efectos secundarios y se tolera muy bien. Aplícatela del día 10 al 28 de cada ciclo. Otra opción son las cápsulas de progesterona natural tomadas por vía oral; la dosis usual es de 50 a 200 mg diarios, tomados desde el día 10 al 28 de cada ciclo. También existe en forma de gel vaginal”.
“Muchas mujeres con una endometriosis grave, que durante años han tomado hormonas y medicamentos para el dolor, suelen acabar cuando todavía son jóvenes con una histerectomía total, que incluye la extirpación de los ovarios. Este tratamiento lo considero el último recurso, después de haber probado otras alternativas más benignas. Puede ser útil una intervención quirúrgica más cautelosa, que solo extirpa la endometriosis y conserva los órganos pelvianos. La cirugía pelviscópica realizada correctamente tiene un índice de recurrencia del dolor de solo el 10 por ciento”.
“Cualquier cosa que mejore el funcionamiento del sistema inmunitario y aumente la circulación de energía en el cuerpo probablemente va a sanar la endometriosis. Hazte las siguientes preguntas y contéstalas con sinceridad:
-¿Cuáles son mis necesidades emocionales?
-¿Qué me gustaría que ocurriera en mi trabajo o en mi vida que me satisficiera plenamente?
-¿Estoy atrapada en algún tipo de competitividad? ¿Estoy dispuesta a hacer cambios?
-¿Descanso lo suficiente?
-¿Creo que tengo el poder para cambiar las condiciones de mi vida?
 
Aplícate una compresa de aceite de ricino en el bajo vientre por lo menos tres veces a la semana, durante una hora cada vez. Presta atención a todos los pensamientos, imágenes y sentimientos que te surjan. Considera la posibilidad de hacer un tratamiento de acupuntura conjuntamente con la toma de hierbas chinas. Ve a que te hagan un masaje corporal total al menos cada dos semanas durante dos meses; observa cómo te sientes después del masaje. Considera también la posibilidad de encontrar un fisioterapeuta formado en la Técnica Wurn, tipo de masaje del tejido profundo que es muy útil para tratar la endometriosis y el dolor pelviano”.
“El objetivo del cambio dietético es reducir la excesiva producción de estrógeno en el cuerpo y, consiguientemente, la inflamación celular. El alivio de los síntomas suele ser espectacular. Método dietético:
-Consumir ácidos grasos esenciales: 500 a 2.000 mg diarios. Fuentes: semillas de lino molidas, salmón salvaje, aceite de pescado, semillas de cáñamo molidas, aceite de semilla de lino, nueces de macadamia, aceite de nueces de macadamia.
-Eliminar de la dieta las grasas parcialmente hidrogenadas.
-Tomar un suplemento multivitamínico-mineral que contenga buenas dosis de las vitaminas del complejo B, cinc, selenio, vitamina E y magnesio.
-Eliminar de la dieta la carne roja, los productos lácteos y las yemas de huevo al menos durante dos semanas.
-Eliminar la cafeína.
Se ha comprobado que las crucíferas, como los diferentes tipos de col, brécol y los nabos, son alimentos que regulan los niveles de estrógeno. Trata de comer una o dos raciones de estos alimentos diariamente (o toma un suplemento que contenga idol-3-carbinol, que es el ingrediente activo de estas verduras). También van bien la soja y sus derivados: tofu, tempeh, salsa de soja y miso; cómelos con regularidad, toma un suplemento de soja en polvo, con los granos enteros. Una dieta rica en fibra también puede disminuir el total de estrógeno en circulación. Prueba con 25 g diarios de fibra en forma de cereales integrales, legumbres, arroz integral, verduras y frutas. Es importante dar a estos métodos nutricionales por lo menos dos o tres meses para ver resultados óptimos”.
Como he mencionado anteriormente, toda la información de este artículo que aparece entrecomillada está extraída literalmente del libro ‘Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer’, de Christiane Northrup. Considero fundamental que cualquier mujer que quiera comprender más sobre su salud lea este libro porque puede ayudarse a cambiar el chip sobre muchas dolencias que sufrimos las mujeres y sobre la enfermedad en general. Comprender que las enfermedades no son solo físicas, sino también emocionales y mentales es fundamental para poder sanar.
El documental que menciono al principio del artículo, ‘Endometriosis, la punta del iceberg’, está dirigido por una mujer que sufre de endometriosis y retrata las vivencias personales de varias mujeres que también tienen la enfermedad. Me gustó porque visibiliza un problema poco conocido y porque pone en el punto de mira a esta enfermedad cada vez más común pero que muchos médicos siguen pasando por alto. Puedes ver el documental online pagando 5 dólares y este es su facebook si quieres mantenerte al día de las novedades del documental, que fue emitida en TVE hace poco. Me gustó porque estoy segura de que para las mujeres que sufren la enfermedad ha sido un alivio saber que hay muchas más mujeres sufriendo lo mismo. Sin embargo, el documental me dejó un regusto amargo. Un regusto amargo porque se trata la enfermedad como algo crónico, doloroso, que no tiene remedio y cuya única solución aparente es la medicación continua y la operación quirúrgica. No estoy de acuerdo con esto, ya que si bien esos tratamientos son soluciones temporales que pueden ser necesarias para muchas mujeres, no van a la raíz del problema.

Trailer de ‘Endometriosis, la punta del iceberg’


Tenemos que mirarnos muy dentro para comprender por qué nuestro cuerpo ha enfermado, tenemos que tomar las riendas de nuestras vidas, ser nosotras mismas, cambiar todo lo que no queremos. Vivir. No sufro la enfermedad y pido perdón si alguna mujer que la sufre puede sentir que se está frivolizando con su dolor, pero estoy segura de que la endometriosis, como todas las enfermedades, dolencias y molestias, puede sanarse y no es crónica. Lo mismo opino de cualquier enfermedad o dolencia. Cambiar nuestro estilo de vida si no nos satisface internamente, cambiar la alimentación (aconsejo una alimentación vegana o al menos vegetariana) y atrevernos a bucear en los siglos de condicionamiento social, familiar y personal que acarreamos a nuestras espaldas nos va a ayudar probablemente más que cualquier medicamento que solo esconde los síntomas.
Podemos empezar por conocernos como mujeres, por conocer nuestro ciclo menstrual, para lo que recomiendo que conozcas ‘El camino rubí’. También creo personalmente que puede ayudar mucho la terapia Gestalt y las constelaciones familiares. Hablo de estas dos terapias, que prefiero llamar caminos para el autoconocimiento, porque son las que he experimentado en mis propias carnes y sé que ayudan a comprender muchísimas cosas sobre ti misma, las dinámicas familiares y los problemas sintémicos.
 

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