Imborrable Borrero
Currante, curiosa, carismática, Paloma Gómez Borrero fue para los periodistas las fuentes del Vaticano y el modelo de la modestia
Se le tenía envidia a Paloma, no necesariamente sana. Y se le agradecía su generosidad y su predisposición. No nos engañemos. Cuando un periodista español -y foráneo- citaba “fuentes vaticanas” de solvencia quería decirse que había hablado con Paloma Gómez Borrero. O que había cenado en su casa del barrio de Prati. Donde no era extraño coincidir con una eminencia, una excelencia, un nuncio o un monseñor. Se diría que los clérigos con ambiciones de carrera le presentaban sus credenciales a Paloma, como hacíamos los periodistas en una suerte de ritual iniciático. Agradecidos por la hospitalidad de la periodista. Y abrumados por los premios que se amontonaban en su despacho. Que parecía el salón de trofeos del Real Madrid. Y que nunca indujeron al pecado de la vanidad, sino a la virtud del agradecimiento. Currante era Paloma. Y buena, noble. Incluso inmortal, como la bocca de la verità, como el templo de Bramante, como el éxtasis de Santa Teresa entre las manos temblorosas de Bernini. La prueba está en que Paloma fue siempre corresponsal de TVE en el Vaticano, incluso cuando dejó de serlo muchos años después de que la destronara el felipismo. Se había instalado en el portal de Belén de los hogares. Y formaba parte de la iconografía carismática de la televisión pública por los siglos de los siglos, como Rodríguez de la Fuente. Como Fofó. Como Hermida.
Ha muerto Paloma Gómez Borrero a los 82 años. Lo escribe uno como lo ha leído en las agencias de noticias. Incrédulo. Y no sé si van a doblar las campanas. O si van a sufragarse misas pontificias por su alma. O si van a canonizarla. El problema es quién toca ahora la Olivetti. Y quién remedia la sequía de las fuentes vaticanas, ahora que Paloma se ha hecho espíritu santo.
http://politica.elpais.com/politica/2017/03/25/actualidad/1490422706_279482.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario