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martes, 14 de agosto de 2012

A Brown, portador del VIH, le hicieron un trasplante de médula por una leucemia Las células del donante, con una rara mutación, permitieron erradicar el sida

A Brown, portador del VIH, le hicieron un trasplante de médula por una leucemia Las células del donante, con una rara mutación, permitieron erradicar el sidaTimothy Brown está estos días hablando de la curación del sida en la conferencia internacional que se celebra en Washington. Tiene motivos. Él es el único paciente en el mundo que ha logrado erradicar completamente el virus de su organismo gracias a una 'carambola' médica. Pero quiere dejar de ser único.
Su caso, que se dio a conocer en las páginas de la revista 'The New England Journal of Medicine', ha despertado la esperanza de la comunidad científica que aspira a que en un futuro pueda erradicarse completamente del organismo de los pacientes, como le ocurrió a Brown.
"Lo que escucho a los científicos es que soy una especie de 'prueba de concepto' que demuestra que la curación del sida es posible", explica a ELMUNDO.es desde Washington poco después de anunciar en una conferencia de prensa la creación de una fundación que lleva su nombre. Pero, mientras eso llega ("no estamos ahí todavía") insiste en que "la gente no debería arriesgar su vida con relaciones sexuales de riesgo".
La historia de este estadounidense de 47 años se remonta a 1995, cuando le detectaron el VIH mientras pasaba una temporada en Berlín (en alguna entrevista ha sugerido que sospecha que se infectó durante una estancia en Barcelona). "Mi reacción fue la misma de todos los que éramos diagnosticados en aquella época: me aterroricé", relata en la página web que lleva su nombre. Era la época en la que ser seropositivo equivalía a una sentencia de muerte prematura.
Los siguientes 11 años de su vida transcurrieron sin novedad aparente, recibiendo los antirretrovirales "gracias al sistema de salud universal del que disfruta Alemania", remarca el estadounidense, que actualmente vive en San Francisco. Pero una doble carambola del destino truncaría aquella 'tranquilidad' en 2006, cuando le diagnosticaron una leucemia aguda. El hematólogo que le trató, Gero Huetter (que no es especialista en VIH), tuvo una de esas ideas peregrinas que a veces revolucionan la ciencia. Puesto que era necesario realizarle un trasplante de médula, seleccionó de entre los 67 donantes compatibles posibles al único que tenía una mutación particular en sus genes: una mutación capaz de acabar con el VIH.
"Al principio me sorprendió que el virus no hubiese reaparecido", señala Huetter a este periódico, "pero cuando pasó un año sin antirretrovirales supe que estaba libre del virus". El hematólogo germano, que sigue en contacto frecuente con Brown, asegura que ser seropositivo no es una contraindicación para recibir un trasplante de médula en los casos de leucemias agudas, pero aclara que sus pacientes son conscientes de los elevados riesgos de este procedimiento y de que no es, hoy por hoy, una opción para curar el VIH.
Esa peculiaridad en el gen CCR5 está presente en apenas el 1% de la población (aunque es algo más habitual en el norte de Europa) y se había observado con anterioridad que era capaz de otorgar una especie de 'inmunidad natural' contra el virus del sida entre sus portadores, que podían sobrevivir sin necesidad de medicación. De manera que la médula ósea de Timothy Brown se 'vació' completamente de sus células enfermas mediante agresivas sesiones de radio y quimioterapia y se reemplazó por las nuevas células compatibles de su donante, capaces de combatir de un solo golpe el cáncer y el VIH.

Hoy por hoy, confiesa a EL MUNDO, sus médicos le repiten "una y otra vez" que está completamente curado y todos los análisis que le han realizado (incluido el de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU con los que ahora colabora) demuestran que no hay rastro de VIH en su organismo. "Ahora siento que tengo un propósito en la vida, que puedo promover la curación del sida para que esto siga adelante y haya pronto una cura", relata en un correo electrónico. Por lo demás, asegura, "aparte de algunos problemas de movilidad y algunas secuelas neurológicas, me encuentro bastante bien y sigo yendo a revisiones todos los meses".El 'paciente de Berlín' ha hecho creer al menos a la comunidad científica que la curación del VIH no es una quimera. Evidentemente, el trasplante de médula es una solución inviable hoy en día para los pacientes seropositivos, como explica José Alcamí, director del Laboratorio de Inmunopatología del Sida del Instituto Carlos III de Madrid; "es una prueba de concepto, pero no aplicable en la práctica".
 brown se mueve estos días por Washington con cierto sentimiento de 'estrella de cine', muy alejado de su confesado carácter reservado. Aunque confiesa que acepta con gusto ese papel de símbolo viviente si al menos sirve para que en el futuro más pacientes puedan beneficiarse de su experiencia. "Quiero dejar de ser el hombre que diga 'estoy curado' para poder decir 'estamos curados'", concluye.

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/07/25/hepatitissida/1343239442.html

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