'Ojo por ojo' para el ex alcalde de Teherán que mató a su esposa
Un
castigo coránico - y bíblico - para Mohamed Ali Nayafi. El ex alcalde
reformista de Teherán ha sido condenado a pagar con su vida el asesinato de su segunda esposa,
la actriz de 35 años Mitra Ostad, el pasado mayo. El antiguo edil había
confesado el crimen poco después de cometerlo, alegando que había
perdido el control en una discusión de pareja y sugiriendo que la mujer tenía contactos con la Inteligencia local. El caso generó un gran escándalo en un país que cada vez cuestiona más la violencia machista.
El
portavoz de la Judicatura, Gholam Husein Ismaili, ha informado de la
condena este martes por la mañana, en una rueda de prensa en la que
también ha repasado los castigos aplicados recientemente por corrupción.
"Después de tres sesiones, el tribunal ha concluido que el acusado es culpable de asesinato premeditado,
y le condena a qisas", ha dicho el portavoz, según la agencia ISNA.
"También se le condena a dos años de prisión por posesión ilegal de
armas. El veredicto es apelable al Tribunal Supremo".Qisas es una figura legal de la charía, o ley islámica, según la cual quien inflija un daño físico deberá pagar por él de forma equivalente. En el caso de Nayafi, con la muerte, por tratarse de un asesinato. Bajo esta fórmula, los depositarios del derecho de la víctima - normalmente sus familiares - tienen la opción de perdonar la vida del infractor a cambio de otra forma de retribución, o mediante la reclamación del pago del llamado dinero de sangre, la diya que, en el caso de las mujeres era la mitad del precio de un hombre.
Hasta este mes, precisamente. A principios de julio el Machlés iraní logró aprobar una ley que supone una evolución de esta interpretación de los textos religiosos. Amparándose en la jurisprudencia más reciente del Tribunal Supremo, Irán igualó la diya de hombres y mujeres, de forma que este dinero de sangre ahora es idéntico, indistintamente del sexo de la víctima. Los sectores más rigoristas han criticado la reforma, largamente perseguida por algunas activistas.
El caso Nayafi levantó una polvareda particular por el relieve del reo y la forma en que las fuerzas de seguridad lo abordaron. El condenado fue ministro de Educación bajo la batuta del presidente Hasan Rohani y, en 2017, elegido alcalde de la capital iraní, cargo que dejó poco después alegando motivos de salud. Su aparición en TV reconociendo el asesinato de Ostad desde comisaría, mientras recibía un trato exquisito por parte de los policías que lo habían arrestado, fue duramente criticado por la población.
https://www.elmundo.es/internacional/2019/07/30/5d40327e21efa029548b4643.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario