Una mala alimentación genera más enfermedades que el sedentarismo, el alcohol y el tabaquismo juntos
Si bien el ejercicio regular es clave para evitar enfermedades graves, como la diabetes, patologías del corazón o la demencia, las dietas hipercalóricas son las máximas responsables de la pandemia de obesidad
WIKIMEDIA
Es el exceso de azúcar y de carbohidratos en nuestra dieta,
y no falta de actividad física, lo que está detrás del aumento de la
obesidad. Es hora de terminar con el mito de que el sedentarismo está
detrás de la obesidad. Una mala dieta es la única responsable. De esta
forma tan controvertida comienza un editorial en el «British Journal of Sports Medicine»
que asegura que si bien el ejercicio regular es clave para evitar
enfermedades graves, como la diabetes, patologías del corazón o la
demencia, nuestras dietas hipercalóricas son las máximas responsables de
la pandemia de obesidad.
En los últimos 30 años, en los que la obesidad se ha
disparado, ha habido pocos cambios en los niveles de actividad física en
la población occidental. Esto, aseguran, señala ineludiblemente a la
cantidad de calorías consumidas. Sin embargo, la epidemia de obesidad
representa sólo la «punta de un iceberg» mucho más grande sobre las
consecuencias adversas para la salud de una mala alimentación. Por
ejemplo, de acuerdo con el informe sobre la carga mundial de
enfermedades publicado en «The Lancet», la mala alimentación genera ahora más enfermedades que la inactividad física, el alcohol y el tabaquismo juntos.
Sin embargo, este es un hecho que pasa desapercibido a los científicos,
médicos, periodistas y políticos. En lugar de ello, se ha desatado un
mensaje inútil por mantener un «peso saludable» basado en contar las
calorías de los alimentos y todavía hoy día muchas personas creen
erróneamente que la obesidad se debe enteramente a la falta de
ejercicio.
Industria tabaquera
Para los autores de este artículo, A. Malhotr, del Frimley Park Hospital (Gran Bretaña), T. Noakes, de la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), y S. Phinney, de Universidad de California-Davis (EE.UU.),
esta falsa percepción tiene sus raíces en las campañas de la industria
alimentaria que utiliza tácticas muy similares a las de las grandes
tabacaleras. Así, al igual que hizo la industria del tabaco cuando se
publicaron los primeros vínculos entre el tabaco y el cáncer de pulmón,
la maquinaria de la industria ha fabricado mensajes de «negación, duda, confusión».
De dónde provienen las calorías es crucial, señalan; así,
las calorías del azúcar promueven el almacenamiento de grasas y el
hambre, mientras que las de la grasa inducen plenitud o ‘saciedad’.
No se puede correr más rápido que una mala dieta
Según los autores, un gran análisis publicado en «PLoS ONE»
reveló que por cada exceso de 150 calorías de azúcar (por ejemplo una
lata de refresco de cola), se producía un aumento de casi 11 veces en la
prevalencia de diabetes tipo 2, en comparación con las mismas 150
calorías obtenidas de la grasa o proteína. Y esto es independiente del
nivel de actividad física y del peso de la persona.
Y otro trabajo publicado en «Nutrition» concluyó que la
restricción de carbohidratos en la dieta es la intervención más eficaz
para reducir todas las características del síndrome metabólico y debe ser el primer enfoque en el manejo de la diabetes, con beneficios incluso sin no hay pérdida de peso,
¿Y los carbohidratos? Las razones que se esgrimen señalan
que el cuerpo tiene una capacidad limitada para almacenar carbohidratos y
que son esenciales para el ejercicio más intenso. Sin embargo, estudios
recientes sugieren justo lo contrario. Un trabajo publicado en «British Journal of Sports Medicine»
establece que la adaptación crónica a una dieta alta en grasas y baja
en carbohidratos induce altas tasas de oxidación de grasas durante el
ejercicio, suficiente para la mayoría de los deportistas en la mayoría
de las disciplinas deportivas.
Mejorar entorno alimentario
Por todo ello, argumentan, los mensajes saludables
difundidos sobre la industria de la alimentación deben cambiar. Más que
decisiones de educación a la población, si mejora el ‘entorno
alimentario’, las personas tomarán decisiones individuales más
saludables que «tendrán un impacto mucho mayor en la salud de la
población que el asesoramiento o la educación. La opción sana debe
convertirse en la opción más fácil», dicen.
Y concluyen: «es hora de terminar con los daños causados
por la maquinaria de la industria de 'comida basura'. No se puede correr
más rápido que una mala dieta».
http://www.abc.es/salud/noticias/20150423/abci-azucar-obesidad-dieta-ejercicio-201504221832.html
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