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miércoles, 31 de octubre de 2012

DANIEL LÓPEZ GARCÍA Psicólogo, autor de «Amígate contigo», libro que se publicará en septiembre

DANIEL LÓPEZ GARCÍA Psicólogo, autor de «Amígate contigo», libro que se publicará en septiembre

Dice el refrán que «Quien tiene un amigo tiene un tesoro», afirmación que el psicólogo ovetense Daniel López García no considera en absoluto desproporcionada ya que «el valor de la amistad es muy alto y en ocasiones incalculable, aunque la propia vida se encarga de mostrarnos el auténtico valor del amigo». López, autor de «Amígate contigo: una filosofía de vida», libro que próximamente saldrá a la luz, desgrana a continuación algunos aspectos de la amistad.
-¿Considera saludable tener amigos?
-Terapéuticamente es uno de los elementos más determinantes. Si lo trasladamos, por ejemplo, al campo de la depresión, una de las facetas que más se resiente cuando este trastorno del estado de ánimo entra en nuestras vidas es la interacción social. Tendemos a aislarnos, a quedarnos en casa, a huir de las relaciones, y en ese momento es cuando necesitamos a ese amigo que soporta todos los días la negativa inicial que le devolvemos cuando nos propone salir, pero que aún así, nos termina por convencer y nos empuja a luchar contra esa apatía en que nos hunde la depresión. Porque el fuego de la depresión quema nuestra red social, pero no puede con los amigos. Quizás el símil que mejor se ajusta y pueda dar la dimensión de un amigo es el que dice: «Los amigos son como los taxis, cuando el tiempo se pone feo aparecen pocos». Y cuando los nubarrones de la depresión aparecen, es cuando de verdad descubres quién es tu amigo.
-¿Cuál es la base de la amistad?
-Sin duda alguna, creo que está en la incondicionalidad, y ahí radica el verdadero valor del amigo. No hay condiciones. Y ésa es la principal cláusula del contrato de amigo.
-Se dice que la familia nos toca y a los amigos los elegimos.
-Hay muchas situaciones en la vida que te llevan a descubrir que hay amigos dispuestos a hacer por ti algo que ni siquiera la familia está dispuesta a hacer.
-¿Qué deberíamos hacer para cuidar y conservar la amistad que de verdad merece la pena?
-Lo más importante es huir de lo absoluto. Intentar buscar la perfección en un amigo es condenar la relación. Y en ese caso es extrapolable a cualquier otro tipo de relación. Por ejemplo, si yo tengo un amigo que es un desastre en cuanto a puntualidad, tengo que saber que cuando quede con él deberé de hacerlo un poco antes de la hora a la que quedaría con otra persona, o que la cita sea en una cafetería donde aprovecharé para tomar un café o leer el periódico, pero ese «defecto» no puede ocultar la enorme cantidad de virtudes o de valores que aporta a la relación de amistad que me une a esa persona, pues sé que, por ejemplo, si tengo un problema y se lo comento, automáticamente el problema es común y vamos a luchar juntos para encontrar la solución. En definitiva, si buscamos la perfección vamos directamente al fracaso.
-¿Los amigos son una continuidad de nosotros mismos y representan un poco nuestro propio mundo?
-Yo diría que más que un poco, nuestros amigos son nuestro propio mundo. Nos definen. Tus ratos de ocio, tus preferencias, tus mejores momentos los compartes con esas personas afines que enriquecen esos instantes. Evidentemente, tiene que haber una comunión en ese tipo de intereses y, como consecuencia, tu círculo de amistades es un reflejo de tus preferencias y como consecuencia de ti.
-¿Tienen más amigos los hombres o las mujeres?
-Hay estudios que relacionan y comparan las relaciones de amistad por sexos, atribuyendo un mayor nivel cuantitativo a las mujeres, es decir, tienen más amistades que los hombres, pero sin embargo el nivel cualitativo, de implicación, digamos de fidelidad, lo atribuyen en mayor grado a los hombres.
-¿Y tienen amistades distintas?
-La zona emocional del cerebro de las mujeres está más desarrollada que en los hombres. A partir de ahí cualquier relación basada en la emocionalidad cobra niveles diferenciadores claros. Independientemente de lo que diga la cultura popular, los estudios científicos trasladan más exigencia en la amistad a las mujeres que a los hombres, principalmente, como decía, porque cuando alguien se implica emocionalmente en un proyecto exige de la otra parte una respuesta similar.
-¿Un amigo quiere sin condiciones?
-Si pone condiciones... no es un amigo.
-Muchos amigos nacen en la infancia, ¿es ésta una etapa especial para fomentar las relaciones?
-Es muy importante fomentar desde la infancia la interacción social para favorecer que el niño se relacione con sus iguales. Uno de los elementos que va a utilizar el niño para determinar sus capacidades y sus limitaciones es la relación que mantiene con otros niños a través del juego, el deporte... En esa relación va a descubrir que siente más afinidad hacia algunas personas con las que comparte gustos y aficiones y ahí puede estar la base de una buena amistad.
-Y en la vida adulta, ¿cumple otro papel?

-En función de la etapa de la vida en la que se presente, la amistad cumple un papel diferencial. En la infancia es un elemento clave en cuanto a definir nuestra valía; en la adolescencia, nuestros compañeros e iguales van a ser el factor más influyente en nuestra personalidad, y en la madurez te aporta apoyo social, ese elemento añadido que te hace salir de la rutina, que te da un soplo de aire fresco al resto de relaciones sociales en las que estás inmerso.
http://www.lne.es/sociedad-cultura/2012/07/11/amigos-definen-son-propio-mundo/1268886.html

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