Un adecuado estado nutricional en vitamina D parece proteger a los huesos de los efectos nocivos de la hormona paratiroidea elevada, según una investigación que destaca un adecuado estatus nutricional como factor protector de fracturas en pacientes con elevación de la parathormona.
Entre sus conclusiones, se recoge que en mujeres posmenopáusicas, los niveles elevados de parathormona se asocian con un aumento de la prevalencia de fracturas vertebrales, una baja masa ósea y una elevación de los marcadores de remodelado óseo solamente ante bajos niveles de vitamina D.
Este trabajo ha sido desarrollado por investigadores del grupo de Metabolismo Mineral y Lipídico del Instituto de Formación e Investigación Marqués de Valdecilla (IFIMAV), liderados por el jefe del Servicio de Medicina Interna, el doctor Jesús M. González Macías, según informa el Gobierno de Cantabria en un comunicado de prensa.
Partiendo de las evidencias obtenidas en los últimos años por diversos investigadores, el estudio se ha llevado a cabo entre 820 mujeres posmenopáusicas del área de Camargo, estableciéndose grupos en función del nivel de parathormona y de concentración de vitamina D.
Además de analizar la posible asociación entre los niveles de parathormona, la prevalencia de fracturas vertebrales y su posible dependencia de determinados niveles de vitamina D, esta investigación también ha estudiado la influencia del nivel de vitamina D en la relación entre la parathormona con la densidad mineral ósea y los marcadores de remodelado óseo.
La parathormona es una hormona que segrega la glándula paratiroides y que interviene en la regulación del metabolismo del calcio y el fósforo. Su aumento o déficit pueden producir niveles altos o bajos de calcio en la sangre. Su exceso mantenido puede ser perjudicial para el esqueleto, favoreciendo el desarrollo de osteoporosis. Por el contrario, su baja secreción causa trastornos nerviosos que, afortunadamente, pueden ser fácilmente corregidos con vitamina D y una dieta rica en calcio.
La vitamina D se usa sobre todo en el tratamiento de la osteoporosis, enfermedad en que los elementos que forman el hueso son más delgados de lo normal, lo que los hace menos resistentes. Se utiliza también para tratar el raquitismo (enfermedad de los niños cuyo equivalente en los adultos se denomina osteomalacia), porque en general se debe precisamente a una falta intensa de la vitamina.
Entre sus conclusiones, se recoge que en mujeres posmenopáusicas, los niveles elevados de parathormona se asocian con un aumento de la prevalencia de fracturas vertebrales, una baja masa ósea y una elevación de los marcadores de remodelado óseo solamente ante bajos niveles de vitamina D.
Este trabajo ha sido desarrollado por investigadores del grupo de Metabolismo Mineral y Lipídico del Instituto de Formación e Investigación Marqués de Valdecilla (IFIMAV), liderados por el jefe del Servicio de Medicina Interna, el doctor Jesús M. González Macías, según informa el Gobierno de Cantabria en un comunicado de prensa.
Partiendo de las evidencias obtenidas en los últimos años por diversos investigadores, el estudio se ha llevado a cabo entre 820 mujeres posmenopáusicas del área de Camargo, estableciéndose grupos en función del nivel de parathormona y de concentración de vitamina D.
Además de analizar la posible asociación entre los niveles de parathormona, la prevalencia de fracturas vertebrales y su posible dependencia de determinados niveles de vitamina D, esta investigación también ha estudiado la influencia del nivel de vitamina D en la relación entre la parathormona con la densidad mineral ósea y los marcadores de remodelado óseo.
La parathormona es una hormona que segrega la glándula paratiroides y que interviene en la regulación del metabolismo del calcio y el fósforo. Su aumento o déficit pueden producir niveles altos o bajos de calcio en la sangre. Su exceso mantenido puede ser perjudicial para el esqueleto, favoreciendo el desarrollo de osteoporosis. Por el contrario, su baja secreción causa trastornos nerviosos que, afortunadamente, pueden ser fácilmente corregidos con vitamina D y una dieta rica en calcio.
La vitamina D se usa sobre todo en el tratamiento de la osteoporosis, enfermedad en que los elementos que forman el hueso son más delgados de lo normal, lo que los hace menos resistentes. Se utiliza también para tratar el raquitismo (enfermedad de los niños cuyo equivalente en los adultos se denomina osteomalacia), porque en general se debe precisamente a una falta intensa de la vitamina.
Además, se emplea para prevenir el desarrollo de bajo nivel de calcio y pérdida ósea en las personas con insuficiencia renal (osteodistrofía renal). En los últimos años se ha observado que ayuda a prevenir las caídas en el anciano, y se está estudiando su posible utilidad en otras enfermedades.
http://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/2696401/sociedad+salud/un-adecuado-aporte-de-vitamina-d-protege-de#.UcDFFP9OIdU
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