Mejor jugar con los nietos que el ‘brain training’
Si está pensando en comprar una consola o suscribirse a una página web de ejercicios de entrenamiento mental (el llamado brain training)
sepa que quizás le ayude a pasar las horas muertas en casa pero ni
mejorarán sus capacidades cognitivas ni le ayudará a mantenerlas. Y ni
hablar de prevenir demencias o el alzhéimer. Una revisión de medio centenar de estudios sobre la eficacia de estos videojuegos publicada el martes pasado en la revista PLOS Medicine no deja lugar a dudas: “Hay mejores formas de gastar el tiempo y el dinero”, sentencia Michael Valenzuela, el líder del grupo de la Universidad de Sidney
que ha dirigido el trabajo, centrado en mayores de 60 años sanos. Los
resultados son algo mejores cuando los ejercicios se desarrollan no como
autoentrenamiento aislado, sino en un centro bajo la supervisión de
especialistas.
Este trabajo se une a otros mensajes recientes también cargados de escepticismo. Hace un mes, 69 neurocientíficos y psicólogos cognitivos de primer orden redactaron una carta abierta
censurando las estrategias publicitarias que, pese a la ausencia de
evidencias científicas, exageran las virtudes de estos ejercicios de
desarrollo mental: “Si una hora dedicada a ellos es tiempo que no dedica
a ir de senderismo, aprender italiano, cocinar una nueva receta o jugar
con sus nietos, probablemente no valga la pena”.
El negocio del miedo a la pérdida de memoria
La OMS calcula que cada 20 años se duplican los casos de demencia en el mundo y prevé que en 2050 se superarán los 125 millones de personas afectadas. La previsible epidemia de enfermedades neurodegenerativas que afectará a las envejecidas sociedades occidentales en los próximos años tiene a los neurólogos atemorizados.Pero no solo a ellos, también inquieta a los adultos que rondan o superan los 60 años, potenciales pacientes de alzhéimer y del resto de demencias que, después de haber cuidado muchos de ellos a sus padres, harán lo que esté en su mano para prevenir la pérdida de capacidades cognitivas. El temor de millones de adultos mayores representa una atractiva oportunidad de negocio para el sector de la gimnasia mental (consolas, sesiones por ordenador, apps descargables) que ya se ha situado en el mercado y avanza con paso firme. En 2012 el negocio superó los 1.000 millones de dólares (807 millones de euros) de ingresos según la compañía Sharp Brains.
Uno de los ejemplos más conocidos de estos ejercicios es la serie de juegos Brain Training de la consola Nintendo DS,
con más de 14 millones de unidades vendidas, en el que el doctor
Kawashima reta a los usuarios a que se enfrenten a puzles y juegos de
lógica. Tras la senda de Nintendo, que lanzó el producto en 2005, han
ido otras empresas a través de distintas plataformas, como la potente Lumosity, con millones de clientes, o la española Unobrain, “el primer club online de brain fitness del mundo”, tal y como explica en su página web.
En
todos estos casos, las compañías alimentan tesis similares: de la misma
forma que el ejercicio físico desarrolla los músculos, el ejercicio
mental potencia las capacidades cognitivas y genera una reserva que
limita los daños del deterioro neuronal. De ahí el abuso de expresiones
del tipo “gimnasio cerebral”, “entrenamiento activo del cerebro” o las
referencias a un “entrenador personal”, que no suele ser más que la supervisión
de un algortimo. Tampoco faltan alusiones a que los ejercicios se han
diseñado por neurocientíficos o a estudios de universidades como aval de
su eficacia.
La
pregunta es: ¿son realmente útiles estos videojuegos en adultos sanos
para prevenir el deterioro cognitivo? La respuesta, según el equipo de
investigadores del Instituto de Investigación en Mente y Cerebro de la Universidad de Sidney,
es un no rotundo. “El autoentrenamiento mental en casa no tiene efectos
terapéuticos sobre la cognición”, concluye el metaanálisis (estudio de
estudios) elaborado tras comparar 51 ensayos clínicos que incluyen
resultados de 5.000 personas. El trabajo admite que estos videojuegos
(entrenamiento cognitivo computerizado, en la jerga) pueden tener
efectos positivos en algunas habilidades específicas (la memoria o la
rapidez mental) siempre que se desarrollen en grupo bajo el control de
expertos, aunque no mejoran las funciones ejecutivas complejas
(planificación, resolución de problemas, organización, secuenciación) ni
la memoria verbal. “Los productos comerciales destinados al uso en
solitario simplemente no funcionan”, insiste el responsable del trabajo,
Michael Valenzuela.
El autoentrenamiento mental en casa no tiene efectos terapéuticos sobre la cognición, concluye un metaanálisis de 50 estudios
Este trabajo se ha publicado poco después de que el Centro de Longevidad de la Universidad de Stanford y el Instituto para el Desarrollo Humano del Instituto Max Plank
animara a 69 de los más destacados neurocientíficos y psicólogos a
compartir sus puntos de vista sobre los videojuegos de ejercicio mental.
El resultado es un documento de consenso publicado el pasado 20 de
octubre en el que sostienen que, a partir del conocimiento actual, hay
poca evidencia para afirmar que estos ejercicios potencien habilidades
cognitivas complejas o que, en general, promuevan la salud cerebral.
Puede que desarrollen aspectos muy concretos (como la rapidez mental,
que ya apuntaba el trabajo australiano) pero no está claro que ello
aporte ventajas a procesos cognitivos relevantes, como la planificación o
el razonamiento, y que se traduzca en mejoras en las actividades
cotidianas.
Subrayan,
además, que ningún estudio ha demostrado que usar videojuegos de
ejericio mental "cure o prevenga la enfermedad de Alzhéimer u otras
formas de demencia".
Frente
a estos juegos, los expertos recuerdan otras actividades que sí han
mostrado ser beneficiosas. No solo intelectuales, como leer, o
relacionales, como mantener una vida social activa. También el ejercicio
físico aeróbico regular, que “aumenta el riego sanguíneo del cerebro y
ayuda a formar nuevas conexiones vasculares y neuronales, por lo que
mejora la atención o el razonamiento”.
“Objetamos
los mensajes de que exista una base científica de que los juegos
mentales sirven para reducir o revertir el deterioro cognitivo: no
existen evidencias científicas para sostener esta tesis”, comentan los
investigadores a modo de resumen. Y advierten sobre la publicidad de los
productos: “Se lanzan mensajes exagerados y engañosos que explotan la
ansiedad que los adultos mayores sufren por el miedo a perder
facultades”.
Marisa
Fernández es la neuropsicóloga que ha desarrollado los juegos de la web
Unobrain. Admite que la publicidad sea en ocasiones exagerada: “No
podemos olvidar de que hablamos de un producto comercial”. Pero resta
importancia a las conclusiones del trabajo australiano. “Estamos
hablando de 50 estudios, y eso es muy poco”. Sostiene que al tratarse de
una disciplina tan reciente, la comunidad investigadora no se encuentra
ni siquiera en la fase de validación de estas técnicas, sino en una
etapa previa, que consiste en la búsqueda de métodos que sirvan para
evaluar la eficacia de los ejercicios. “Que con los estudios actuales no
seamos capaces de observar determinadas ventajas no quiere decir que
estas no se den, aún no hemos desarrollado la mejor forma de medir qué
sucede”, relata. "Afirmar que el entrenamiento cognitivo no funciona es
igual de arriesgado y ambicioso que afirmar que es capaz de mejorarlo
todo". Y alude a trabajos como el de Julia Karbach, del departamento de Desarrollo y Cognición de la Universidad del Sarre (Alemania), para defender que es pronto para llegar a conclusiones firmes.
Aún no hemos desarrollado las mejores herramientas para determinar la eficacia de la terapia con videojuegos
Marisa Fernández, neuropsicóloga de la compañía Unobrain
Una
portavoz de Nintendo explica a este diario que la serie de juegos Brain
Training se basan en ejercicios desarrollados "por el respetado
neurocientífico doctor Kawashima que cree que el cerebro necesita
ejercitarse del mismo modo que el cuerpo para mantenerse en forma". Y
añade: "Nintendo no ha declarado en ningún momento que Brain Training y Más Brain Training estén científicamente probados para mejorar las funciones cognitivas".
El psicogeriatra Manuel Martín coincide con el metaanálisis en la inutilidad de los ejercicios que se hacen en casa: "No funcionan sin valoración previa ni monitorización de la persona". Este miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental y coordinador del Grupo de Demencias de la Sociedad Española de Psiquiatría
trabaja fundamentalmente con gente a quien la demencia ya ha comenzado a
lesionar sus capacidades. En esta población, distinta a la que se
dirigen los videojuegos de consumo masivo, sí hay evidencias de la
eficacia de la estimulación cognitiva a través de ejercicios y talleres
(repetir movimientos para vestirse, completar refranes). "Aunque no se
consigue revertir la evolución de la enfermedad, se logra que avance más
despacio y que el deterioro sea más lento", explica, "pese a que no
funciona siempre ni al mismo ritmo".
En
estos casos, el uso de videojuegos, generalmente con ordenador, es
limitado. "La gente con 70 o 75 años en España no está acostumbrada a
moverse en entornos informáticos y si tiene demencia, no está capacitada
para aprender a manejar estos equipos. Además, los programas que
existen son muy rígidos", señala. "Quizás en un futuro si se desarrollan
aplicaciones de realidad virtual más amables podrían emplearse para
tratar a estas personas, pero siempre con una adecuada supervisión, si
no no serviría de nada". http://elpais.com/elpais/2014/11/21/ciencia/1416586048_477444.html
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