El tercer sí quiero de McCartney

El 'exbeatle' se casa de nuevo con la americana Nancy Shevell en una ceremonia muy íntima, con tan sólo 30 invitados

El mítico cantante, de 69 años, ha elegido como escenario para su tercer enlace el registro civil de Marylebone, en el centro de Londres, el mismo lugar donde contrajo matrimonio con su primera esposa en 1969. Su hija mayor, María, también se casó allí hace ahora un año. Esta vez McCartney ha querido llevar con la máxima discreción e intimidad la celebración de su nuevo enlace, al contrario que cuando pasó por segunda vez por el altar para desposar a Heather Mills, en una fastuosa ceremonia en un castillo irlandés. Aquel matrimonio duró seis años y acabó en una gran polémica. En esta ocasión la celebración ha sido mucho más modesta.

El representante de la pareja no ha querido confirmar ni desmentir la noticia del enlace, difundida hace días por los tabloides británicos. Aun así, esta mañana, las puertas del registro de Marylebon han amanecido repletas de fans y periodistas que esperaban ver pasar a los novios aun a riesgo de quedarse con las ganas. A primera hora de la tarde la llegada de Ringo Star confirmaba que la espera no había sido en balde. El exbatería del grupo de Liverpool ha sido uno de los 30 invitados que han asistido a la ceremonia.
A las 3.30 de la tarde (hora de Londres, una más en la península) el registro civil abría sus puertas para recibir a McCartnet y Shevell que posaron ante las cámaras y pararon para saludar a los centenares de personas que se agolpaban ante el edificio. El registro no está abierto normalmente los domingos pero se ha hecho una excepción para este enlace especial, por tratarse de un Beatle.
Nancy ha lucido un vestido blanco de corte sencillo diseñado por la propia hija del exbeatle, Stella McCartney. Tras la ceremonia, Sir Paul y la tercera nueva Lady McCarney se han desplazo a la casa del cantante donde continúan la celebración con unos 100 amigos, según datos de la BBC. El convite consistirá en un banquete vegetariano de tres platos, tal y como ha sabido la cadena de televisión.
La petición de mano
Para pedirle matrimonio a su novia McCartney no escatimó: le regaló un solitario vintage de Cartier valorado en casi medio millón de euros. Shevell estaba viviendo hasta ahora en Nueva York, donde ejerce como vicepresidenta de la empresa de transportes de su familia, pero parece que su unión significará el final de su trabajo en el negocio, cuyo valor se calcula en unos 300 millones de euros. Shevell aseguró al diario New York Post que le encantaría seguir viviendo en EE UU pero que "probablemente" se trasladaría a Londres después de su boda.
Según el diario sensacionalista The Sun, la pareja hará una segunda celebración en Estados Unidos la semana que viene en The Hamptons, Nueva York, donde se enamoraron en 2007.
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